Lo lograron. Felicitaciones. Los econolawyers locales, los libertarios del 4-D, los profesores frappuccino y los que editorializan y pontifican desde el Café Verde, consiguieron superar, largamente, a la Begriffsjurisprudenz en su vocación por la desconexión con la realidad y en la metodología de escribir y editorializar desde la nube (no de la doctrina ni de los conceptos, sino) del mercado. Ahora la máquina soñada por Jhering, esa que dividía infinitamente un cabello, le pertenece a quienes defienden la libertad (una libertad muy particular, por cierto), pero aplauden el proceder de las AFP y de las agencias de publicidad y de todo aquel que busque el provecho económico propio a toda costa, aunque su puño (contrariamente a una sabia imagen de la "golden age" del common law estadounidense) se estrelle, conscientemente, con la nariz del prójimo.
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 15:44:43 +0000
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