Los Beatles y la filosofía platónica del amor Las primeras - TopicsExpress



          

Los Beatles y la filosofía platónica del amor Las primeras canciones de amor de Los Beatles hablan sobre el enamoramiento (“Love me do”, “She loves you”). Es lo que los antiguos griegos denominaron “eros”. Luego abordaron el tema de la relación de pareja (Paul le escribe a Linda “I will”): al “eros” se le suma la “philía”, palabra con la que los griegos designaron a la amistad. En una tercera etapa le cantaron a una concepción universal del amor, es decir, a lo que tenemos en común todos los seres humanos. Es la idea cristiana de “agape” (la palabra es de origen griego pero su significado y su uso provienen del Nuevo Testamento). Al igual que los filósofos estoicos, que se consideraban “ciudadanos del mundo” en la idea de que no sólo la propia familia o los conciudadanos merecen nuestro amor, Los Beatles le cantaron a la posibilidad de que todos los seres humanos se reconozcan como parte de una misma unión y vivan en paz y armonía. Es la idea que aparece en “I am the Walrus”: “I am he as you are he, as you are me, and we are all together” (“Yo soy él, como vos sos él, como vos sos yo, y nosotros estamos todos juntos”). Cuando el enamoramiento o el amor de pareja están reñidos con una idea más amplia del amor, la relación suele convertirse en un egoísmo de a dos. Platón no promovía la castidad, como sugiere el concepto de “amor platónico”, creado en el Renacimiento. En “El banquete” propone un trayecto similar al que Los Beatles desarrollaron en sus canciones de amor: primero sentirse atraido por los atributos físicos, luego por el carácter y los valores espirituales, y por último entender que la belleza que hay en cualquier ser humano es hermana de la belleza que hay en otro. Quien sufre por un amor no correspondido no advierte que todos tenemos aspectos de belleza y fealdad, y que lo mismo que amábamos en una persona puede ser encontrado en otra. Sugerirá también que amar sólo la belleza física es menos valioso que amar el carácter, porque el atractivo físico puede variar con los años, mientras los valores éticos tienden a ser menos inestables. A grandes rasgos la historia de la humanidad reproduce este proceso presente en las canciones de Los Beatles y en la concepción platónica del amor. Como especie la evolución nos dotó del sentido de la empatía, que nos permite identificarnos con los demás e interesarnos por sus emociones, sus pensamientos y sus conductas. A veces sólo lo aplicamos a un reducido círculo de amigos y familiares. Las personas que quedan por fuera de ese perímetro son tratadas como subhumanas y suelen ser explotadas con impunidad. En la historia este círculo se ha expandido, desde el clan, la aldea, la tribu y la nación, hasta las “razas”, el género y las minorías de distinto tipo. Para el filósofo Peter Singer, deberíamos ampliar este círculo a otras especies vivas (“The Expanding Circle”). Por detrás de esta necesidad está la lógica de la regla de oro, la sensación de que lo que le pasa al otro nos podría pasar a nosotros. Ese ejercicio de empatía, de ponerse en el lugar del prójimo, no equivale al amor pero está a un paso de convertirse en esa gran fuerza unificadora que todavía nos mueve a cantar “All you need is love” (Todo lo que necesitas es amor) o “All we are saying, is give peace a chance”. (Todo lo que decimos, es dale una oportunidad a la paz).
Posted on: Thu, 26 Sep 2013 14:18:16 +0000

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