Los mayores jugaban con las palabras sin saber demasiado lo que significaban o podían llegar a significar, si ellas se lo propusieran. Los mayores tosían y de vez en vez nos interrumpían llamándonos, como queriendo darnos a entender, que no nos habían olvidado. Nosotros conversábamos en silencio y creábamos silencios aun mayores. Casi al oído... chissss... oís? Cric cric... nosotros sabíamos el futuro de los grillos,sus torpes caminos, su miedo, su penumbra. Ellos igual arreglaban el mundo en una noche con sus conversaciones ( pero el mundo, me daba la impresión, pasaba un poco de ellos). Cric, cric, nosotros seguíamos la senda de los grillos y decidíamos su futuro, sentíamos un cosquilleo en la palma de nuestra mano y sobre todo; teníamos la decisión de su futuro. A la caja de cerillas, luego ya veremos como te funciona el radio casette macho..te va la vida en ello. Los mayores seguían conversando lo mismo que la semana anterior con la variable de la lluvia de verano. Nuestros cuerpos y ropas embarrados se escondían, presintiendo la bronca que se avecinaba. Otra copa? Más tiempo para ajustar las clavijas e ir ordenando el desorden de todo lo que se meneara, más tiempo para cazar grillos, para decidir su futuro y el nuestro. Ambos sin darnos cuenta pendientes de un invisible hilo. Ellos conocían la diferencia entre el bien y el mal, inclusive alguno de los padres se sentía por encima, pero solo nosotros sabíamos el futuro y la incertidumbre de los grillos, cuando oían unos zapatos o unos pies descalzos por el césped del patio.
Posted on: Thu, 03 Oct 2013 21:43:32 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015