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MENSAJE DEL 12-09-2013 “ESTUDIO DEL NUEVO TESTAMENTO: ROMANOS” Comparte este Link: facebook/CAMBIATUVIDAYA.CON.JESUS La Epístola que el apóstol Pablo escribió a los Romanos es una de las que más ha influido en la historia de la Iglesia en todos los tiempos. Esta carta de San Pablo, por su profundidad y alcance integral de la experiencia cristiana, afecta a toda nuestra estructura mental, a nuestro modo de ser, y requiere que oremos para que el Espíritu Santo pueda enseñarnos y ayudarnos a aplicar sus enseñanzas. El estudio de esta obra le instruirá al creyente en los conocimientos básicos de su fe y al no creyente, le revelará no sólo la situación real del ser humano delante de Dios, sino también el remedio al problema del pecado y la maldad, que Él ha provisto en la persona y obra en la cruz de Su Hijo, el Señor Jesucristo, para todo aquel que crea en Él. En ella se tratan ampliamente las verdades principales del Evangelio: la justificación por la fe, la ley y el Espíritu, la gracia y las obras, la soberanía divina y la responsabilidad humana en la salvación. También analiza el futuro de Israel, una vez que han rechazado a su Mesías. Y termina con una serie de aplicaciones prácticas que abarcan diferentes ámbitos de la vida del cristiano. La lectura de la carta del apóstol Pablo a los Romanos puede ser una de las experiencias que proporcione la mayor satisfacción en la vida de un creyente en Cristo. Ahora, con esto no queremos decir, que se deba leer como un artículo en una revista y luego ponerlo a un lado para dejarlo caer en el olvido. “Es la lectura continua y repetida de esta epístola, lo que traerá verdaderos ríos de abundancia al creyente”. Esta epístola es el mayor documento que haya en cuanto a nuestra salvación. Cada cristiano debe hacer por lo menos un esfuerzo por conocer bien el libro de Romanos, porque le proporcionará una base sólida para su fe. Ahora, hay tres aspectos que resaltarán en la vida de una persona que constantemente lea el libro de Romanos. En primer lugar, comprenderá los hechos y las verdades básicas en cuanto a la salvación. En segundo lugar, tendrá una convicción más profunda que lo usual, en cuanto a los asuntos relacionados con la fe. Y en tercer lugar, será una persona muy apta para el servicio cristiano práctico. Fue Martín Lutero quien escribió: "...la Epístola a los Romanos es la verdadera obra maestra del Nuevo Testamento, y el evangelio en su forma más pura, que bien vale la pena y merece que cada creyente en Cristo no sólo la aprenda de memoria palabra por palabra, sino que también debe tratarla diariamente como si fuera el pan diario para el alma de los hombres. Nunca podrá ser leída o estudiada demasiado bien. Mientras más es usada, más preciosa se torna, y su sabor es más agradable". INTRODUCCIÓN.- Autor: el escritor que fue el apóstol Pablo. Lugar: que fue la ciudad de Roma. Tema: Que es la justicia de Dios. Comencemos entonces dando una mirada al autor de esta epístola, el apóstol Pablo. Con sus escritos, nos encontramos con un método diferente de revelación. En el pasado Dios ha usado muchos medios diferentes para comunicar la verdad al hombre. Él dio el Pentateuco, o la Ley, por medio de Moisés. También presentó historia, poesía, profecía, y los evangelios. Llegamos ahora, a una nueva sección de la Biblia que es conocida como las Epístolas. Hay quienes han tratado de establecer alguna diferencia entre las palabras: "epístola" y "carta", pero nosotros concordamos con la opinión de que en realidad, no hay distinción alguna entre los dos vocablos. Las Epístolas son cartas personales y de hondo sentir humano. Ahora, leer una de estas epístolas es lo mismo que leer una carta que ha sido recién recibida y que ha venido por correo urgente o entrega inmediata. El Señor nos habla personalmente en cada una de estas cartas que San Pablo y los otros apóstoles escribieron a las iglesias. El apóstol Pablo mismo, dijo lo siguiente en cuanto a esto, en el capítulo 15 de esta epístola, versículos 15 y 16, donde leemos: "Pero os he escrito, hermanos, en parte con atrevimiento, como para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada para ser ministro de Jesucristo a los gentiles o no judíos, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean como ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo". En estos dos versículos, el apóstol Pablo aclaró sin lugar a dudas, que él era el apóstol a los gentiles. También dejó bien en claro que Simón Pedro era el apóstol a la nación de Israel. Por ejemplo, el apóstol Pablo dijo en su carta a los Gálatas, capítulo 2, versículos 8 y 9: "(pues el que actuó en Pedro para el apostolado de los judíos, actuó también en mí para con los no judíos), y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas de la iglesia, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los no judíos, y ellos a los judíos". Así que aquí vemos que Pablo era el apóstol especialmente para los no judíos. Cuando uno lee en el último capítulo de esta carta a los Romanos, la lista de personas que Pablo conocía, encuentra que la mayoría no eran judíos. También en el libro de los Hechos de los apóstoles, podemos ver otra vez que Pablo era en forma especial, el apóstol a los gentiles. Y él quería ir a Roma para predicar el evangelio. En el capítulo 26 del libro de los Hechos, cuando Pablo estaba testificando al rey Agripa sobre esta misma verdad, Pablo citó lo que la voz del cielo le dijo. Y dijo en los versículos 17 y 18: "librándote de tu pueblo, y de los no judíos, a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre el pueblo santo de Dios". El apóstol Pablo poseía las mejores capacidades para este ministerio a los gentiles, debido a su experiencia, su educación y formación. "Sus antecedentes formaron una combinación extraordinaria. Su nacimiento judío, su idioma hebreo, su ciudadanía romana, su educación judía y su cultura griega; todo esto contribuyó a hacer de Pablo el hombre que fue". Pablo también poseyó un intelecto gigantesco, al ser educado en la fe judía, cultura griega y modales romanos. Podríamos decir que es el "Moisés del Nuevo Testamento". David Brown ha escrito esto en cuanto al apóstol Pablo, y dice: "Sus características naturales, al menos por lo que hemos podido conocer de sus escritos y de su vida, parece que incluyeron un intelecto genial y versátil, capaz de un pensamiento profundo y un razonamiento preciso; una rara combinación de valor y ternura; celo impetuoso, discreción sana con perseverancia indomable; en cuanto a carácter, honrado y directo". La carta a los Romanos es pues, en forma especial, la proclamación global del evangelio de Pablo. Es al mismo tiempo su defensa, apología y examen del evangelio. Tenemos que concluir entonces, que el Espíritu Santo preparó a este hombre y le dio Su mensaje. Dirijamos ahora nuestra mirada al lugar al cual fue escrita esta carta, o sea, la ciudad de Roma. Podemos declarar en forma categórica que el apóstol Pablo escribió esta epístola desde Corinto, allá en el año 58 D.C. El erudito bíblico Paley confirmó la fecha y el lugar de la manera siguiente; él dijo: "No es por la Epístola misma ni por nada que se declare dentro de la Epístola en cuanto a la fecha y el lugar; sino por una comparación entre las circunstancias referidas en la Epístola, con el orden de los eventos registrados en el Libro de los Hechos de los apóstoles, y con referencias a las mismas circunstancias, aunque para propósitos bastante diferentes, en las dos Epístolas a los Corintios". Pero Pablo no estaba solamente interesado en los aspectos negativos de los no judíos en Roma, sino que, como veremos en los últimos versículos de esta Epístola, el apóstol Pablo estaba en estrecho contacto con muchos creyentes en Roma, la gran mayoría de los cuales no eran judíos. O sea que, podemos decir que desde un comienzo la Iglesia Cristiana en Roma estaba formada por una mayoría de no judíos. Pablo declaró que estaba ansioso de ir a Roma. Allá en el capítulo 1, versículo 15 de esta carta leemos: "Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma". Surge ahora la pregunta: Y bueno, ¿quién fue el fundador de la Iglesia en Roma? Creemos que Pablo fundó la Iglesia en Roma, y que la fundó a distancia, podríamos decir. Usted dirá, pero eso es imposible ya que en esos tiempos no había los medios de comunicación adecuados para ello, como, por ejemplo, el teléfono. Permítanos aclarar lo que estamos diciendo: Roma era una ciudad muy grande, y Pablo nunca había estado allí. Ningún otro apóstol la había visitado todavía. Sin embargo, es un hecho que allí surgió una Iglesia Cristiana. ¿Cómo entonces llegó a existir una Iglesia en Roma? Bueno, es que Pablo había viajado a través de gran parte del imperio romano, ganando hombres y mujeres para Cristo; y como muchos viajaban hacia Roma desde los confines del imperio, pues, ocurrió que llegó el momento en que hubo muchos habitantes de Roma que conocían personalmente al apóstol Pablo; que lo habían conocido antes de trasladarse a la capital del imperio. Ahora, alguien quizá preguntará: ¿Está usted seguro que esto fue lo que ocurrió, que ésta era la situación? Bueno, observemos lo que dijo en el libro de los Hechos de los apóstoles, capítulo 18, versículos 1 al 3. ¿Quiénes fueron los que se encontraron con Pablo en Corinto? Leamos esa porción. Hechos capítulo 18, versículos 1 al 3: "Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos salieran de Roma. Fue a ellos, y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas". Vemos, pues, que Pablo se encontró con Aquila y Priscila, habitantes de Roma, pero quienes habían tenido que abandonar esa ciudad, debido a una ola de antisemitismo y persecución desencadenada por el emperador Claudio. Ahora, ellos se encontraron con Pablo en Corinto. Y más tarde, vemos que acompañaron al apóstol Pablo en su viaje a Atenas. Esta pareja llegó a ser un extraordinario testimonio para el Señor Jesucristo, siendo usados poderosamente por el Espíritu Santo dondequiera que fueron. Ahora, cuando Pablo escribió esta Epístola a los Romanos, vemos que ya habían vuelto a radicarse en Roma, pues, en sus saludos personales en el capítulo 16, Pablo los mencionó por nombre en el versículo 3, donde dijo: "Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús". Y, ¿qué podemos decir en cuanto a los otros? Pues, sólo esto: que Pablo los había conocido personalmente. En algún lugar él tuvo que haberles conocido y llevado a una fe personal en Jesucristo. Pablo fue entonces el fundador "a distancia" podríamos decir, de la Iglesia en Roma, mediante su contacto con estas personas a quienes había presentado el evangelio de Jesucristo, y quienes se fueron luego a vivir a la ciudad de Roma. Pablo conocía la ciudad de Roma, aunque nunca había entrado en sus límites, antes de escribir esta carta a los Romanos. Roma era como un gran barco que viajaba durante la noche y que levantaba fuertes olas que se rompían en las costas lejanas. Su influencia era como la de una potente emisora de radio que penetraba cada esquina y escondrijo del imperio romano. Pablo había visitado las ciudades coloniales tales como Filipos y Tesalónica. En estas ciudades había observado las costumbres romanas, las leyes, el idioma, las modas, y la cultura en plena exhibición. Pablo había viajado por los caminos romanos. Se había encontrado con los soldados romanos en esas carreteras y en los mercados, y también había dormido en las cárceles romanas. Pablo había tenido que acudir ante magistrados romanos y había disfrutado de todos los beneficios de la ciudadanía romana. De modo, que se puede ver que Pablo, conocía todo lo que debía saberse en cuanto a Roma, sin haberla visitado todavía. Desde el escenario de la capital del mundo, Pablo iba a predicar el evangelio global al mundo perdido que Dios tanto amaba, que había dado a Su Hijo para que todo aquel que creyera en El, no se perdiera, sino que tuviese vida eterna. Roma era como una especie de gran imán, que atraía a su centro a los hombres y mujeres desde los confines del mundo entonces conocido. Mientras Pablo y los otros apóstoles viajaban por todas partes del gigantesco imperio, trajeron a grandes multitudes a los pies de la cruz. Iglesias Cristianas fueron establecidas en la mayoría de las grandes ciudades del imperio.Con el transcurrir del tiempo, muchos creyentes en Cristo fueron atraídos al centro del imperio, o sea la ciudad de Roma. El dicho que "todos los caminos llevan a Roma" era una verdad muy evidente en aquel entonces y no simplemente un dicho. A medida que más y más cristianos fueron congregándose en esa gran metrópolis, comenzó a emerger una Iglesia. Es probable que la Iglesia de Roma no fuera establecida por un sólo hombre. Las que habían sido convertidas por medio del testimonio de Pablo y de otros apóstoles en las ciudades periféricas, se fueron a vivir a Roma, donde organizaron la primera Iglesia Cristiana. No fue sino hasta después de la conversión de Cornelio, que Pedro estuvo convencido de que los que no eran judíos también estaban incluidos en el cuerpo de creyentes". Ahora, resumiendo, hemos visto que el apóstol Pablo, fue el que estaba escribiendo a los Romanos. También hemos visto que más tarde, visitaría la ciudad de Roma, aunque ya la conocía muy bien. Y que él había sido entonces el fundador de la Iglesia en Roma. Lo que todavía nos resta es considerar el mensaje, o sea el contenido de su carta a los Romanos. El gran tema es la justicia de Dios. Es un mensaje que hemos tratado de proclamar a través de muchos años. Y, por cierto, es un mensaje que el mundo en general no quiere escuchar ni aceptar. Lo que el mundo desea escuchar es acerca de las glorias de la humanidad. Quiere que la humanidad sea exaltada y no el Señor. Y permítanos decir, que estamos totalmente convencidos, que cualquier ministerio que trate de destacar la gloria del hombre, es decir, que no presente su depravación total, ni revele que el hombre está totalmente corrompido y arruinado, no puede ser eficaz. La enseñanza que no incluya esa gran verdad, no puede levantar a la humanidad de su estado de postración, ni le podrá ofrecer remedio alguno, porque es un hecho que el único remedio que hay para el pecado del hombre es el remedio perfecto que tenemos en la persona del Hijo de Dios, el Señor Jesucristo y que Él ha provisto para una raza perdida y depravada. Éste es el gran mensaje de la carta a los Romanos. Estimado oyente, Dios toma a pecadores tal como usted y como yo, nos introduce a la familia de Dios convirtiéndonos en hijos de Dios. Y lo hace a causa de la muerte de Cristo en la cruz; y no porque haya mérito alguno en nosotros. Éste es el gran mensaje de este libro de Romanos. La Reforma en la Iglesia, posiblemente fue el producto de esta Epístola a los Romanos, y también de la carta a los Gálatas. Es probable que cada renovación espiritual que pueda experimentar la Iglesia, esté vinculada tanto en causa como en efecto, es debido a un conocimiento más profundo de este Libro. Romanos 16:3-27 Continuamos hoy estudiando el capítulo 16 de esta epístola del apóstol Pablo a los Romanos, capítulo que comenzamos en nuestro programa anterior. Y estuvimos hablando de Febe, que fue la primera mujer mencionada en este capítulo 16, donde tenemos la exposición de las relaciones mutuas entre cristianos. Y decíamos que Febe es la primera que se menciona en este catálogo de héroes de la fe. Ella no era judía como su nombre así lo indica. Como hemos mencionado anteriormente, había muchos que no eran judíos en la iglesia de Roma. Ahora, su nombre le fue dado en honor a la diosa griega Diana, quien en la mitología griega, era la diosa de la luna, así como su hermano Apolo era el dios del sol. Ahora, muchos creyentes adoptaron nuevos nombres al ser bautizados, pero por alguna razón, Febe se quedó con su nombre pagano. Y señalamos el hecho de que Febe fue quien llevó hasta Roma esta epístola a los Romanos, aunque reconocemos que hay quienes no creen que ella fuera la portadora de esta epístola. Ahora, dijimos también, que al parecer, Febe había estado particularmente activa en una posición oficial en la iglesia local en Cencrea. Parece que iba a Roma en un viaje de comercio y por lo tanto, Pablo le dio a ella la epístola a los Romanos, para que ella la entregara a la iglesia, antes que confiar esa carta al transporte público romano, que era bastante lento. Pablo iba rumbo a Jerusalén cuando entregó su carta a Febe. Y él entonces, la recomendó de una manera especial a los creyentes en Roma, a quienes ella hasta entonces, aún no había conocido. Continuemos hoy leyendo los versículos 3 y 4 de este capítulo 16 de la epístola a los Romanos, en los cuales se incluyen: Saludos para los creyentes de Roma.- "Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí, a los cuales no sólo yo doy las gracias, sino también todas las iglesias de los que no son judíos". En aquel tiempo había iglesias formadas por creyentes que no eran judíos. Parece que ése era el caso de la Iglesia en Roma, que estaba integrada mayormente por no judíos procedentes de muchas razas. Priscila y Aquila eran un matrimonio judío. ¿Dónde les conoció Pablo y en qué sentido fueron sus ayudantes? Resulta que se produjo una ola de antisemitismo en Roma y tuvieron que salir de la ciudad. Llegaron a la ciudad de Corinto y establecieron allí su negocio. Esa ciudad era un importante centro comercial y Pablo también se ocupó allí de su trabajo. El practicar el mismo oficio hizo que se conocieran y Pablo les guió a creer en el Señor. Esta pareja se mencionó por primera vez en el libro de los Hechos de los apóstoles, capítulo 18, versículos 1 al 3, donde dice: "1Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. 2Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila, su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos salieran de Roma. Fue a ellos, 3y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas". Ellos siguieron a Pablo hasta Éfeso, a donde quizás fueron para abrir una sucursal y donde también pudieron ayudar a Apolos, según leemos en el libro de los Hechos de los apóstoles, capítulo 18, versículo 26, donde dice: "26Y Apolos comenzó, pues, a hablar con valentía en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron con más exactitud el camino de Dios". Pablo les envió saludos también en la última carta que escribió; en la segunda carta a Timoteo, capítulo 4, versículo 19, leemos: "Saluda a Prisca y a Aquila". Aquí los hallamos de vuelta en Roma. Alguien ha comentado que como Roma era su centro de operaciones, y habían sido ahuyentados de allí por un edicto imperial, como lo vimos hace un momento en el capítulo 18 del libro de los Hechos de los apóstoles, era natural que ellos regresaran allá, tan pronto como les fuera oportuno y seguro regresar. Ahora, se presume que Priscila fuera la que tuviera mayor experiencia y conocimiento de los dos en cuanto a asuntos espirituales. Continuemos ahora con el versículo 5: "Saludad también a la iglesia que se reúne en su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo". Parece que en sus comienzos la Iglesia se reunía en casas privadas. Alguien ha dicho que no hay ninguna evidencia decisiva hasta el tercer siglo, de la existencia de edificios especiales que fueran usados para iglesias. Muchos creemos en la actualidad que la iglesia que comenzó reuniéndose en casas particulares, volverá a reunirse en casas. Muchos de estos grandes edificios con sus grandes torres, que llamamos iglesias, no son nada más que un montón de ladrillo, piedra y cemento. Muchos de ellos son como mausoleos, antes que organismos vivos formados por creyentes. Nunca ha sido el propósito de Dios, que se hablara de la iglesia, como de un edificio. Durante los primeros tres siglos, la iglesia fue pues el cuerpo de creyentes y éste se reunía en casas como la de Aquila y Priscila. Ahora, Epeneto es un nombre griego que quiere decir, "alabado". Evidentemente, fue el primer convertido de Pablo en la provincia romana de Asia. Ahora, el versículo 6 de este capítulo 16 de la epístola a los Romanos, dice: "Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros". María, es un nombre judío y significa "rebeldía". Ella trabajó hasta el límite de sus fuerzas. ¡Qué cambio había tenido lugar en su vida! Antes de convertirse en una creyente, era rebelde, pero ahora ella se entregó totalmente a su trabajo por amor a otros creyentes. Ella fue entonces obediente a Cristo. Y continuamos con el versículo 7: "Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y compañeros de prisiones. Ellos son muy estimados entre los apóstoles, y además creyeron en Cristo antes que yo". Andrónico, es un nombre griego y ha sido identificado con un esclavo. Junias, es un nombre romano y puede ser o masculino o femenino. Pablo los llamó "mis parientes", lo cual puede significar que pertenecían a la tribu de Benjamín como Pablo. Pero, ello no significa necesariamente un parentesco cercano. Ahora, la expresión "Compañeros de prisiones", parece indicar que Pablo los había conocido en una de las muchas cárceles del Imperio Romano, en las cuales él había sido encarcelado. Estos dos eran bien conocidos y muy estimados entre los apóstoles y eran tenidos en alta consideración por ellos. Pablo no había conducido a Cristo a estos dos, como algunos creen, porque habían creído en Cristo antes que él, como él mismo dijo. La Iglesia en Roma fue fundada por Pablo bajo circunstancias extraordinarias. Se había encontrado con Aquila y Priscila en un mercado de Corinto; y con Andrónico y Junias, en una cárcel. Estos cuatro luego habían ido a Roma y formado allí una Iglesia. Prosigamos con los versículos 8 y 9, de este capítulo 16 de la epístola a los Romanos: "Saludad a Amplias, amado mío en el Señor. 9Saludad a Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío". Amplias, es un nombre común de esclavos, pero apareció en las tumbas de los primeros cristianos en las catacumbas, en un lugar de honor. Evidentemente fue uno de los convertidos de Pablo, y muy amado por él. Urbano, este nombre significa "criado en la ciudad". Éste también era un nombre común entre esclavos y puede significar que había sido un criado en la ciudad y no en el campo. Fue identificado aquí en este versículo como un buen colaborador. El nombre Estaquis, significa "mazorca" y ha sido hallado en la lista de nombres en la familia real. Es un nombre masculino. Fue amado no solamente por Pablo, sino también por los creyentes de la Iglesia. Ahora el versículo 10, dice: "Saludad a Apeles, aprobado en Cristo. Saludad a los de la familia de Aristóbulo". Apeles, es un nombre, o bien griego o judío. Significa "aprobado". Era un nombre común entre los judíos. Aparentemente había resistido alguna gran prueba. Aristóbulo, ha sido identificado por el Obispo Lightfoot como el nieto de Herodes el Grande. Por otra parte, es posible que fuera un esclavo que tomó el nombre de su amo. Avancemos con el versículo 11: "Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los de la casa de Narciso, los cuales están en el Señor". Herodión, evidentemente era judío, ya que Pablo lo llama "pariente". El nombre sugiere que era de la familia de Herodes, y siendo que se menciona inmediatamente después de la familia de Aristóbulo, creemos que esto le da sostén a la sugerencia del Obispo Lightfoot. Ahora, Narciso, es el nombre de un esclavo liberado, bien conocido, muerto por Agripina, que fue madre del Emperador Nerón. Estos, probablemente eran esclavos que antes le pertenecieron, y habían tomando su nombre. Ahora, el versículo 12, dice: "Saludad a Trifena y a Trifosa, que trabajan arduamente en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, que tanto ha trabajado en el Señor". y Trifosa, se supone que eran hermanas. Sus nombres son eufónicos y significan "delicada" y "fina", derivados de "truphao" que quiere decir, "vivir lujosamente". Es posible que hayan sido mujeres de recursos que apoyaron la obra del apóstol Pablo, o esclavas. En cualquier caso, trabajaron intensamente en la iglesia de Roma. Pérsida, es el nombre de una esclava liberada. Su posición la puso en una situación de poder hacer más que lo que podrían hacer las dos hermanas mencionadas previamente. Observemos aquí la prominencia de las mujeres en la Iglesia de Roma, reflejada en los versículos 1, 3, 6, 13 y 15. Ahora, el versículo 13, dice: "Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre, que lo es también mía". Rufo, era el nombre más común entre esclavos. Probablemente era hijo de Simón de Cirene. En el capítulo 15, del evangelio según San Marcos, registró el incidente en el que los soldados romanos vieron a Jesús cayendo bajo el peso de la cruz. Dice el versículo 21 de ese capítulo: " 21Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz". El Evangelista Marcos, entonces, al escribir a los romanos, identificó a Simón como el padre de Alejandro y de Rufo. Todos los creyentes de Roma sabrían quién era Rufo, que era un miembro distinguido de la iglesia. Ahora, veamos las palabras de Pablo aquí, "a su madre y mía". Aunque no sabemos nada sobre los padres del apóstol, sabemos por este pasaje que aquella mujer de la ciudad de Jerusalén fue como una madre para él. Y también vemos que el padre de Rufo fue quien llevó la cruz de Jesús. Ahora, los versículos 14 y 15 dicen: "Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que están con ellos. Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los santos que están con ellos". Para nosotros ésta es simplemente una lista de nombres. Pero Pablo les conoció muy bien, porque probablemente les había guiado en su conversión a Cristo. Leamos ahora los versículos 16 al 18, que nos introducen a un párrafo sobre La conducta hacia otros cristianos.- "Saludaos los unos a los otros con beso santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo. Pero os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y ponen tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido. Apartaos de ellos, porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios apetitos, y con suaves palabras y halagos engañan los corazones de los ingenuos". En medio del envío de saludos cordiales, Pablo introdujo esta nota de amonestación. Ahora, el uso de los artículos con las palabras divisiones y tropiezos en el texto original, revela que el apóstol pensaba en algunos casos específicos Ahora, el versículo 19, dice: "Vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, y por eso me gozo de vosotros. Pero quiero que seáis sabios para el bien e ingenuos para el mal". La Iglesia en Roma ya gozaba de un buen nombre entre los creyentes en todas partes, lo cual trajo alegría al corazón de Pablo. También dice aquí, "sabios para el bien". Esto quiere decir, que necesitaban ser instruidos en la Palabra de Dios. También en este versículo 19, dijo el apóstol: "Ingenuos para el mal". Y esto quiere decir, "sin permitir ni una mezcla con lo malo". En su primera carta a los Corintios, capítulo 14, versículo 20, el apóstol dice: " 20Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en cuanto a la malicia, y maduros en cuanto al modo de pensar". Avancemos ahora con el versículo 20: "Y el Dios de paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros". Es el Dios de paz quien aplastará bien pronto a Satanás. Pero, mientras tanto, tenemos que resistir al diablo, ser sobrios y permanecer en una actitud de vigilancia. Leamos ahora, el versículo 21, que mencionan a: Los creyentes que enviaron saludos con Pablo.- Los creyentes que se encontraban con él en el momento de escribir esta carta. "Os saludan Timoteo mi colaborador, y mis parientes Lucio, Jasón y Sosípater". Timoteo, compañero constante de Pablo, estaba con él en esta ocasión. Su nombre quiere decir, "uno que honra a Dios". Todos estos, eran compañeros de Pablo y saludaban a la iglesia romana. Luego, el versículo 22, dice: "Yo Tercio, que escribí la epístola, os saludo en el Señor". Este versículo se podría leer así: "Yo Tercio, el secretario que está escribiendo esta Epístola, os envío saludos en el Señor". Como vemos, Pablo tuvo un secretario para escribir sus cartas. Su carta a los Gálatas fue una excepción. Como vemos en el capítulo 6, de esa epístola, versículo 11, donde el apóstol escribió: "Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano". Pablo, probablemente sufría de una enfermedad de los ojos llamada oftalmía. Ahora, aquí en la epístola a los Romanos, Pablo permitió que Tercio enviara sus propios saludos. Ahora, el versículo 23 dice: "Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la iglesia. Os saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto". Todos en la Iglesia de Corinto se reunían en la casa de Gayo. Pablo era huésped en su hogar. Y el versículo 24 de este capítulo 16 de la carta de Pablo a los Romanos, dice: "La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén". Hay algunos que omiten este versículo 24. Y, finalmente, leamos los versículos 25 al 27, que contienen la Doxología final, que era una fórmula de alabanza y…. La bendición.- "Y al que puede fortaleceros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero se ha manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las naciones para que obedezcan a la fe, al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén". Ésta es la tercera y última bendición que concluye esta tercera sección de este libro, y la Epístola misma. El evangelio que Pablo llama "mi evangelio" es el único poder para convertir a un pecador en un creyente. El "misterio" al cual se refiere aquí, no revelado específicamente en el Antiguo Testamento, se refiere a la época actual, en la que Dios está tomando tanto de los judíos como de los que no lo son, a un pueblo para Su nombre, y formándolos en un cuerpo, que es la iglesia. La fe es la obediencia que Dios requiere en el día de hoy. Es la obra de Dios hoy. En el evangelio según San Juan, capítulo 6, versículo 29, leemos: " Respondió Jesús y les dijo: Ésta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado". La obediencia es la obra y el fruto de la fe. Esto es lo que Santiago quiso decir, cuando escribió en su epístola, capítulo 2, versículo 17: "Así también la fe, si no tiene obras, está completamente muerta". Y las palabras "al único y sabio Dios" revelan que Dios determina la norma de la sabiduría. La cruz es la sabiduría de Dios, aunque para los seres humanos sea un disparate. Como el mismo apóstol dijo en su primera carta a los Corintios, capítulo 1, versículos 21 al 25: "Puesto que el mundo, mediante su sabiduría, no reconoció a Dios a través de las obras que manifiestan su sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los no judíos locura; en cambio para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder y sabiduría de Dios. Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres". Estos tres últimos versículos de este capítulo 16, último capítulo de la epístola a los Romanos, nos hablan de la obediencia de fe. Y, estimado oyente, si usted confía en Cristo, usted le obedecerá. El mismo Señor Jesucristo lo dijo en el evangelio según San Juan, capítulo 10, versículo 27: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen". Y éste, amigo oyente, es el mensaje de la epístola a los Romanos. La obediencia es la obra y el fruto de la fe. Por lo tanto, le invitamos a aceptar la invitación de Jesús a creer en Él. Romanos 1:1-4 Saludos personales Romanos 1:11-17 Los tres "Yo soy" de Pablo Romanos 1:18-23 Una revelación natural de Dios Romanos 1:24-32 La culpabilidad y la respuesta del hombre Romanos 2:1-16 Dios juzgará: el juicio justo de Dios Romanos 2:17-3:9 Los judíos y la ley Romanos 3:10-23 ¡No hay justo! Romanos 3:24-31 La justicia es por medio de la fe Romanos 4:1-25 El ejemplo de Abraham; la promesa mediante la fe Romanos 5:1-7 Beneficios de la salvación; santificación de los santos Romanos 5:8-19 Santificación de los santos Romanos 5:20-6:4 Adán y Cristo; el señorío de Cristo Y así concluimos nuestro estudio de esta gran epístola del apóstol Pablo a los Romanos. COMPARTIR.- Te pido que nos sigas ayudando a dar a conocer esta página: facebook/CAMBIATUVIDAYA.CON.JESUS con todos tus amigos, compañeros, conocidos y vecinos. Mucha gente no ha encontrado la ayuda oportuna para conocer a Jesucristo; contamos contigo para salvar vidas con el poder de Dios.
Posted on: Thu, 12 Sep 2013 01:42:13 +0000

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