MI SOBRINO JUANITO La particular historia de un aficionado - TopicsExpress



          

MI SOBRINO JUANITO La particular historia de un aficionado rojiblanco que no pudo vivir su sueño 29 de noviembre de 2013 - 01:06 Estoy seguro de que muchos de vosotros le conocisteis o al menos escuchasteis hablar de él. Hoy me decido a dedicarle unas palabras desde este foro porque revisando el video del Grupo de Empresas del Granada Club de Futbol, me he vuelto a emocionar recordando que él vivió muchos de esos momentos. Para empezar os diré que yo era uno de esos que veía el fútbol de Pascuas a Ramos, en la tele, solo en las grandes ocasiones y sin gran interés. Fui socio del Granada C.F. allá por finales de los setenta principios de los ochenta, en un vano intento por parte de mi padre, como de tantos padres, de suscitar mi interés por este noble deporte, pero sinceramente no dio ningún resultado; iba caminando aquellos domingos por la tarde junto con mi hermano al viejo Los Cármenes con más desgana que otra cosa. Cuando me casé, un 23 de septiembre de 2000, una de las cosas de las que presumía mi mujer es de que tenía un marido que el fútbol, ni fu...ni fa. Mi sobrino Juanito era un crío de esos que parece rompieron el molde nada más pisar este mundo. Tengo grabados en mi memoria cada rasgo, cada mirada, cada expresión, cada una de sus sonrisas, pero para no extenderme os diré que cada vez que me detenía a observarle pensaba que ojalá, si algún día la vida me obsequiara con un niño, me regalara uno igual que él. En el año 2007, allá por septiembre, le diagnosticaron una rara variante de cáncer óseo, que ataca vilmente a adolescentes en edad de desarrollo y crecimiento. Tenía trece años. Todo el proceso de su enfermedad, tanto él como su familia, fueron un continuo ejemplo de lucha y superación. No tuvieron un minuto de debilidad, ni siquiera en los momentos más difíciles que, como os podéis imaginar, fueron muchos. El caso es que Juanito, desde muy chiquitín, era un aficionado con mayúsculas del Granada y a veces, cuando nos veíamos, me decía tío, este año subimos a Segunda B, tío, este año a Segunda. Me hablaba del buen hacer del equipo, de cómo las cosas iban cada día a mejor. Yo me reía, parte por incredulidad y parte porque esos buenos momentos le apartaban de una cruda e inmerecida realidad. Vivió con verdadera pasión momentos gloriosos. Pisó el césped de Alcorcón en el ascenso a segunda, y pese a no moverse con la misma desenvoltura que lo hacemos el común de los humanos, gritó, saltó y lloró de emoción por ver a su equipo en un lugar digno. Un día me preguntó por qué no le acompañaba a ver un partido de su equipo del alma...y así lo hice, por él me hubiera tirado por la ventana de un rascacielos, sin pensarlo. No sé cómo, pero me inyectó directamente en el corazón toda la pasión, el amor por unos colores. Ese se llama Geijo tío, y ese, que corre por la banda como un Ferrari, se llama Dani Benítez, y Abel, y Roberto, y Orellana, y Siqueira... y me amarró, me sacudió con tal fuerza que ya no quise soltarle por nada del mundo. Fui con él a todos los partidos que pude y pudo, con su pañuelo en la cabeza y su bufanda al cuello. El 16 de mayo de 2011 se fue, tenía 17 años. Esa semana el Granada jugó contra el Villarreal B, y antes de comenzar el encuentro se guardó un minuto de silencio en su memoria. No llegó al ascenso a Primera, soñaba con él...pero no llegó. Cuando fui a Elche e Ighalo la coló de manera asombrosa, grité y grité en el Martínez Valero, hasta que no pude más y estoy seguro de que me escuchó y pensó ves tío, ¿subíamos o no subíamos?. Para mí, cada vez que me siento en mi silla del estadio, él está ahí, a mi lado, jaleando, cantando, feliz. Su nombre es uno de los que figuran en la placa conmemorativa del Monumento a la Afición del paseo del Palacio de Deportes, que tanto y tanto se criticó, pero que para algunos, entre los que me encuadro, tiene un significado especial. Conocerle, compartir con el momentos felices y desgraciados, quererle con todas mis fuerzas, me ha cambiado la vida por completo, y entre otras tantas cosas, me ha hecho ver con claridad que a veces este deporte, y otros tantos, trascienden rivalidades o enfrentamientos, y crean sueños e ilusiones capaces de teñir de sonrisas, aunque solo sea por unos instantes, la más dura de las realidades. Lo llevo y lo llevaré siempre conmigo, en lo más profundo de mi alma. Yo tengo un icono, un espejo en el que mirarme todas las mañanas y no se llama Messi, ni Ronaldo, ni Ribéry, ni Neymar...se llama Juanito. TEXTO ENVIADO POR JESÚS CAÑAVATE Y PUBLICADO POR EL USUARIO CARLOS2505 EN EL FORO NO OFICIAL DE AFICIONADOS DEL GRANADA CF
Posted on: Fri, 29 Nov 2013 10:33:38 +0000

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