MIS MEMORIAS CAP. XX: MIS MEMORIAS—CAP. XX— --- (De que salen, salen; y de que vuelan, vuelan) --- El Capítulo anterior (XIX) terminaba así, contando del matrimonio de nuestros padres Victor Manuel Gruber D´Escrivan y Antonia Cecilia de Figarelli Lovera, realizado el 18 de abril de 1937 en el hato de San Pedro, Guasipati: “Supongo que el acto fue amenizado con música guayanesa, venezolana, y europea, dada la composición nacional y étnica del grupo de invitados; que fueron agasajados los invitados con ternera criolla, y otras delicias guayanesas, venezolanas, y europeas; también de postres combinados de la misma manera; y por supuesto las más exquisitas bebidas guayanesas, nacionales, importadas, como era en la Guayana de esa época, tierra del oro y los diamantes, de la sarrapia, el caucho, el balatá, y las maderas finas; una gloriosa cultura multinacional, y multilingüe: ¡Agradezco infinitamente haber nacido allí, en esa época, y en esta Familia; y pido todos los días renacer en ella cuando me toque, en mi próxima reencarnación Amén!” Como ya sabemos los “morochitos” Antonio (+) y Victor nacimos el 08 de diciembre de 1937, día de la Inmaculada Concepción, si nuestros padres hubiesen seguido la tradición campesina, nos hubiesen bautizado como Antonio (y Victor) Inmaculados de la Concepción; no lo hicieron ¡Gracias a Dios! Pero sospecho que el día de nacimiento, y su Patrona, han gravitado fuertemente en nuestras vidas, escenario tremendo de luchas (internas) entre el “Bien” y el “Mal” (o más bien entre el pecado y la pureza) en función de llegar al final en Gracias de Dios:¡Amén! He aquí un resumen (fantástico) de nuestras vidas hasta los doce años: “LOS GEMELOS GALÁCTICOS ( HISTORIA DE FICCIÓN) -- -- I -- Spasky recibió de sus superiores la misión espacial (y secreta) de sembrar dos clones en el vientre de Antonia, terrícola, guayanesa, de 20 años de edad, natural de El Callao, Estado Bolívar, Venezuela; casada con hombre de bien de nombre Víctor. Laoperación tenía como objetivo hacer nacer en la Tierra dos seres, programados en laboratorios especiales del Planeta Tritón- de una galaxia vecina a la Vía Láctea-, a fin de crear en la Tierra una raza especial. Por supuesto que ni Antonia, ni Víctor su esposo, sospecharon nunca que mediante un rayo de naturaleza desconocida, el óvulo de ella y los espermatozoides de él, fueron modificados de tal manera, que en vez de procrear un ser, serían dos. Sin embargo, un pequeño error de información, en la base de datos de la computadora, de la nave espacial de Spasky, hizo que el par de clones nacieran en siete meses, cuando lo normal en la Tierra son nueve meses de formación y nacimiento. Los clones estaban programados para ser individuos inteligentísimos, valientes, luchadores abnegados, bondadosos, justos, equilibrados, honrados, líderes, conductores de grupos y de masas, y en fin, dotados de todas las bondades y virtudes terrestres, extraterrestres, galácticas y supragalácticas. Sin embargo la supercomputadora de Spasky, cometió otro pequeño error, midió a sus clones desigualmente, y entre ellos existirá una pequeña diferencia de tamaño; y aun así, utilizó las medidas "normales" de los promedios de altura de los iguales a Spasky. Ello produciría, en el futuro, unos gemelos que en latitudes norteñas, del ámbito terrestre, y en los llamados países "desarrollados", podrían ser considerados como seres "subdesarrollados". Por supuesto, estos pequeños "errores" se debieron a los efectos negativos de una tormenta solar que se desató en el preciso instante en que era programada la información, y rayos desconocidos que intervenían en el vientre de Antonia fueron modificados en el momento de la concepción, con efectos negativos y positivos que conoceremos en el curso de esta historia... --II— Puntualmente, según la información que manejaba la hipercomputadora de Spasky, nacieron dos niños, "varones" como se decía en aquella época, en la noche del 8 de diciembre de 1937, en la zona aurífera y palúdica de El Callao, Estado Bolívar, Venezuela. En el seno de su madre los gemelos se contaminaron de paludismo; ya al nacer sintieron los síntomas terribles del mal amarillo o malaria: fiebre, cada cierto número fijo de horas, escalofríos, dolores musculares, de huesos, de cabeza, malestar general, etc., etc.; contaminación que tampoco fue prevista por Spasky y su computadora. Ello quiere decir que ninguna civilización tecnológica, por perfecta y desarrollada que sea, puede prever todos los eventos, ( o lo que es lo mismo, no puede emular a Dios). Para colmo de males el par de críos, salieron a la luz sietemesinos. El pronóstico del doctor Reyes que asistió el parto, secundado por una comadrona, como se estilaba en ese tiempo no fue optimista: "esos pobres mellizos, raquíticos, sietemesinos y palúdicos no podían salvarse”, opinó. Sin embargo, Spasky alarmado, que vigilaba de cerca la situación, se comunicó telepáticamente con Antonia, y le fue sugiriendo, sin que ella misma lo supiera, formas de tratar, alimentar, curar y criar a esos pequeñísimos y débiles anteproyectos de personas que ella había traído al mundo. Y en un tiempo, y en un sitio en los cuales no se conocían las incubadoras para bebés, ni las salas de terapia intensiva, ellos gracias a los cuidados de su madre, y a los consejos nunca sospechados de Spasky, los gemelos sobrevivieron. -- III — Fueron criados con todo el amor y todos los cuidados del mundo. Su abuela terrestre Rosario, era criolla y experta en todo tipo de deliciosas comidas, tortas y pasteles; su abuelo materno Jacinto, era de origen corso experto en química, trabajaba en las minas de oro, hablaba varios idiomas(incluso el ruso), y fue muy feliz con la llegada de sus primeros nietos. El ambiente de la región de El Callao, Guasipati, Tumeremo, El Dorado, y en fin de toda la Guayana venezolana era muy pintoresco. En el Callao había un hipódromo al mejor estilo europeo; canchas de tenis, campos de golf; se bebían y consumían alimentos importados de Francia, Inglaterra, Holanda y otros países europeos; en las tardes se tomaba el té, en las casas de los "musiues", como los llamaba la gente del pueblo, y se podían oír conversaciones en varios idiomas, las cuales se desarrollaban simultáneamente. En el año 1939 estalló la II Guerra Mundial, y por la radio se podían seguir los acontecimientos. Víctor y Antonio, mientras tanto crecían y aprendían, dentro de tan singular ambiente, vigilados por sus padres, sus abuelos, y tutelados por Spasky, desde su computadora, ubicada en su invisible nave espacial, con la cual circunavegaba alrededor de la Tierra.. -- IV -- Eran unos niños inquietos y curiosos, apenas aprendieron a caminar exploraron el entorno de la casa de los abuelos, ubicada en el sitio de "Caratal", en la "Mocupia", cerca de El Callao. La selva guayanesa estaba a unos 300 metros a la redonda, en el día se observaban animales de todo tipo: lagartijas, camaleones que cambiaban de color al ser molestados, culebras, zorros, cunaguaros, onzas; aves como loros y guacamayas salvajes - (en casa había varios ejemplares domesticados que hablaban:"Doña Taro dame huevo"); palomas, perdices, cucaracheros, cristofueces, arrendajos, turupiales, gonzalitos, y muchos cientos más; insectos como hormigas y bachacos de varias especies, cucarachas, chiripas, gusanos y mariposas de varios colores; una especie rarísima de abeja "carpintera", o algo así, que cortaba limpiamente pequeñas ramas de árboles, emitiendo un zumbido fortísimo, los gemelos levantaban la vista hacia la copa de los árboles, observaban por dónde caía el aserrín producto del aserrado, y corrían en otra dirección para evitar ser golpeados por la rama que se desprendía. En la noche, la obscuridad del monte que rodeaba la casa se poblaba de luciérnagas-("cocuyos")- de todos tamaños y colores, los niños cazaban esos pequeños relámpagos vivientes, y los colocaban dentro de los mosquiteros de sus lechos para que alumbraran sus sueños con sus destellos. Toda esta información era guardada sistemáticamente en la computadora de Spasky, el cual vigilaba, y orientaba celosamente, la crianza de los niños, sin que nadie lo sospechara. Por ello le insinuó telepáticamente, al abuelo que los paseara por la mina de la Mocupia y les enseñara, de viva voz y mirada, todo el proceso industrial del oro: la descarga del material aurífero, proveniente de las entrañas de la Tierra; la banda rodante que lo llevaba al molino donde era reducido a polvo casi; el tratamiento con cianuro y mercurio; la fundición y sus bellos productos: “papelones” y todo tipo de volúmenes geométricos de oro puro, macizo. Había que ver como jugaban los gemelos con esas formas de oro puro, y se acostumbraron tanto a manipularlas, que para ellos nunca ha tenido ese metal otro valor que el de un juguete cualquiera, y así, bajo la mirara amorosa del abuelo, y la vigilancia de Spasky se deslastraron para siempre, y sin saberlo, de pecados capitales como la avaricia y la codicia... …(Continuará)…
Posted on: Sat, 24 Aug 2013 19:54:00 +0000