MUERTOS EN CRISTO ROM 7:1-6 RVR60 "¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera. Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra." La enseñanza en forma de argumento que nos plantea el apóstol Pablo en estos versículos es continuación de lo que nos ha venido diciendo en el capítulo seis. Nos lo plantea en forma de ejemplo usando para ello la ley sobre el matrimonio. Pablo usa al matrimonio como una figura de la unión y obligación que por ley existe entre la mujer y su marido, para que comprendamos la obligación y sujeción espiritual del alma o vida del hombre a aquel con quien está ligada por pacto de ley. Si aclaramos los conceptos entenderemos mejor de lo que Pablo nos habla, se nos hará la luz. El está usando la relación indisoluble que existe del matrimonio ante la ley como ejemplo de la unión del hombre con su conyugue el pecado o Cristo. Si entendemos que la mujer representa al alma o ser del hombre que unido al pecado es el marido o viejo hombre y todo lo que es representativo de Adán; y que el otro marido es el nuevo hombre, es decir Cristo y todo lo que él significa, y que la ley es lo establecido por Dios, entonces lo veremos todo más claro. "La ley se enseñorea del hombre entre tanto que este vive" Pablo se está refiriendo en principio a la ley romana o gentil establecidas por los gobernantes de las naciones en sus respectivos paises. Los ciudadanos mientras viven están vinculados a la ley, cuando mueren, la ley ya no tiene ningun poder sobre ellos. Las leyes romanas establecian que mientras el marido estuviese vivo la mujer estaba atado a él, solo podía casarse con otro si el primero moría. Si éste moría ella quedaba libre de esa ley que solo era vinculante en vida del marido. En cuanto a la ley de Dios, ésta se estableció para los hombres desobedientes y pecadores, para los descendientes de Adán, fue instituida para el viejo hombre o hombre de pecado. La unión de un hombre y una mujer dan lugar a una unidad, según la palabra de Dios ya no son más dos, sino uno. De modo que la ley afecta a ambos conyugues. Ahora bien, él hombre es una unidad compuesta de espíritu, alma y cuerpo; él se unió al pecado, se hizo uno con él a causa de su desobediencia y rebelión contra Dios. En esa unión se forma el viejo hombre o hombre de pecado, un tirano, desobediente, corrupto y malvado, corresponde a todo lo que hemos heredado de Adán. Cristo apareció para reclamarnos y librarnos de la tiranía del viejo hombre y del pecado, o de lo que también es llamado en la biblia la carne, es decir, de la corrupción de la carne. Y ¿Cómo lo logra? Veamos: "Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios." Pablo dice que hemos muerto a la ley, o sea que ésta ya no tiene poder sobre nosotros puesto que estamos muertos. Hemos muerto mediante el cuerpo de Cristo; esto es algo que necesitamos entender y creer. Veamos otro pasaje interesante: 2 Corintios 5:14-15 RVR60 "Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos." Pablo dice aquí, "que si uno murió por todos, luego todos murieron;" Efectivamente Cristo murió por todos, en sustitución nuestra, pero eso ante la ley significa que también nosotros, todos los que hemos creido en Jesús estamos muertos. Es decir, que fuimos incluidos en su muerte en la cruz, Él murió, luego todos morimos, es un hecho. No es que Cristo murió y nosotros fuimos librados, no es eso, repito, significa que morimos juntamente con Él. Leamos otro pasaje que nos aclara muy bien este tema. Romanos 6:6 RVR60 "sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado." Cristo murió en la cruz y nos hizo morir a nosotros para divorciarnos así de la servidumbre y tiranía del pecado ¡Gloria al Señor! ¿Sabemos esto? ¿O tal vez lo estamos ignorando? ¿Lo estamos creyendo de todo corazón? Esta gran verdad se confirmará en nuestra experiencia en el momento en que la creamos y nos identifiquemos con la muerte de Jesús y nos veamos colocados ahí en la cruz de Cristo. Hemos muerto al pecado, hemos muerto a la ley y hemos muerto al mundo por medio del cuerpo de Jesucristo para que ahora seamos de Él. "para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios." Un error que cometen muchos creyentes es procurar dar muerte al viejo hombre, esto parece muy espiritual, sin embargo es ignorar la verdad de Dios. Es lo que se predica desde los pulpitos, pero esa enseñanza no es correcta, puesto que según las escrituras ya hemos muerto en el cuerpo de Cristo y algo que está muerto no lo podemos volver a matar. Algunos objetarán que la biblia enseña que tenemos que morir, por supuesto que lo enseña, pero la cuestión es como y cuando se realiza esa muerte, y está muy claro en la palabra de Dios que fue un hecho pasado y que ocurrió justo en el momento que Jesús murió. A continuación cito un pasaje que se suele interpretar erroneamente y que confunde a muchos creyentes, esta ignorancia nos priva de alcanzar la victoria espiritual, es algo muy grave. Colosenses 3:5-9 RVR60 "Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos," Los creyentes son enseñados aquí o entienden que tienen que esforzarse para morir a su carne o al viejo hombre "haced morir" En la experiencia descubrimos que eso es imposible, pero insistimos en ello y lo único que logramos es una gran derrota y amargura. O bien muchos en su empeño se vuelven unos ascetas practicantes, filosofia que nada tiene que ver con la doctrina cristiana. Hay por ahí algún que otro maestro, predicador y pastor practicantes de un ascetismos aferrimo. Simplemente no han entendido el mensaje liberador del evangelio, no han comprendido el mensaje de la cruz. Necesitamos interpretar la palabra en todo su contexto para evitar conclusiones equivocadas, leamos de nuevo los pasajes de colosenses pero esta vez desde su contexto más próximo, desde el versículo uno: Colosenses 3:1-4 RVR60 "Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria." Nuestra muerte ya es un hecho "Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios." La cuestión es si estamos creyendo lo que la palabra de Dios nos dice que ha sucedido. Lo único que tenemos que hacer es identificarnos por la fe con la muerte de Jesús. Es ver y aceptar que fuimos incluidos en la obra del calvario. A partir de ahí debemos considerar nuestra muerte como un hecho. Romanos 6:11 RVR60 "Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro." Para una ampliación y mayor comprensión de esta enseñanza le recomiento entrar en mi blog y leer los temas "El viejo hombre y la vida del alma" y "Cristo vive en mí" pedrojuradorodriguez.blogspot.es/2012/06/cristo-vive-en-mi-mensaje.html pedrojuradorodriguez.blogspot.es/2012/10/el-viejo-hombre-y-la-vida-del-alma_11.html
Posted on: Sat, 08 Jun 2013 09:55:06 +0000
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