Michelle Bachelet envió al Congreso durante su gestión el - TopicsExpress



          

Michelle Bachelet envió al Congreso durante su gestión el Convenio UPOV 91, del gusto de la transnacional Monsanto y que prohíbe el intercambio de semillas. Además en el gobierno de la candidata concertacionista se subsidió con recursos de la Corfo a Syngenta y Dupont/Pioneer, transnacionales de semilleras y productoras de agrotóxicos. LA CANDIDATA BACHELET Y EL CONVENIO UPOV 91 Fueron dos los proyectos de ley emblemáticos para Monsanto y las transnacionales semilleras que fueron introducidos al congreso por el gobierno de la ex Presidenta Bachelet el año 2008, bajo el “cuco” de que habría sanciones del gobierno de USA si no se aprobaba rápidamente. El compromiso figuraba en la letra chica del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. El proyecto de Ley de Obtentores Vegetales y el Convenio UPOV 91, tienen que ver con la propiedad intelectual de la semilla. Antes que se renovara la Cámara, el último día de vigencia de su mandato, en 2010, los Diputados aprobaron el proyecto de Ley de Obtentores Vegetales, haciendo caso omiso a las múltiples indicaciones propuestas por las organizaciones campesinas y ambientales. El proyecto pasó entonces al Senado pero no se ha iniciado su discusión. La ley de Obtentores Vegetales, que las organizaciones sociales y ambientales, y productores agrícolas y campesinos denominamos Proyecto de Privatización de la Semilla, proponía derogar la actual Ley de Semillas (que permitió firmar el Convenio UPOV en su versión del año 1978) y reemplazarla por una que fuera totalmente funcional al convenio UPOV 91. Bachelet no aceptó ninguna reunión para discutir ese proyecto, negándose a entrevistarse con las más de 40 organizaciones que hicieron ver su rechazo al contenido de la iniciativa. Hoy sabemos que este proyecto de ley fue elaborado por ANPROS, la Asociación Nacional de Productores de Semillas es decir por Monsanto, von Baer y los productores de semillas híbridas y transgénicas, que son quienes desean asegurar un mayor lucro por la venta de estas semillas. EL VÍNCULO JORGE SCHAULSON En una entrevista publicada en revista Caras, sobre la complicada situación del lobista Jorge Schaulsohn, se informaba que Allamand y Schaulson habían sido socios en una oficina de abogados en USA. Schaulsohn entrega al fin de la entrevista en caras su respaldo al actual presidenciable. Es vuelta de mano: Allamand respaldó a Schaulsohn y Flores en la fundación del partido Chile Primero, que tras abandonar la Concertación se plegó a la Alianza. El abogado Schaulsohn, reconocido lobista de las empresas, estuvo íntimamente relacionado con las corporaciones agroquímicas, de la biotecnología, la minería y el comercio. Por ejemplo, hizo lobby ante el SAG contra la prohibición inmediata del venenoso herbicida paraquat producido por Syngenta. La medida había sido solicitada por RAP-Chile por los evidentes daños a la salud y el ambiente causados por la sustancia química. BACHELET Y EL NO AL ETIQUETADO DE TRANSGÉNICOS El lobby de Monsanto también funcionó en el año 2000 en el gobierno de Ricardo Lagos. Su entonces ministra de salud, la doctora Bachelet y sus asesores habían preparado una impecable normativa sobre etiquetado de alimentos GM transgénicos, el decreto 293. La Contraloría tomó razón del decreto el 20 de junio de ese año. Pero ese decreto nunca se promulgó en el Diario Oficial. En lo principal, establecía un umbral de tolerancia de 1% de contenido de transgénicos. Aquellos alimentos que superaran ese margen debían indicar en el listado de ingredientes, “con caracteres destacados, el ingrediente modificado genéticamente”. Los envases debían llevar, según la norma un sello que diga “transgénico” o si eran muy pequeños, “OGM”. De manera que hoy no tenemos etiquetado de transgénicos ni derecho a elegir y saber qué estamos consumiendo porque el entonces presidente Lagos y su ministra desistieron de hacerlo. ¿Quién los “convenció”? En el gobierno de Bachelet también destacan dos millonarios subsidios a Syngenta y Dupont/Pioneer, que están entre las más poderosas transnacionales semilleras y productoras de agrotóxicos. El año 2007, CORFO le aportó 1,7 millones de dólares para la instalación de un centro de semillas en el valle de Azapa, en Arica. Dupont recibió de CORFO casi un millón de dólares para su Estación Experimental Agroindustrial, también en el Valle de Azapa. A ello se agrega que durante todos los gobiernos de la Concertación, no existió voluntad política para firmar el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, que contribuiría a la protección del patrimonio genético del país, ni para impulsar una Ley de protección de la Biodiversidad
Posted on: Wed, 03 Jul 2013 06:12:03 +0000

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