Muy interesantes declaraciones las de Chomsky. Mantiene la misma - TopicsExpress



          

Muy interesantes declaraciones las de Chomsky. Mantiene la misma postura que en su momento defendieron Rancière y Thompson contra Louis Althusser. Afirma que la filosofía es inanidad, puro vacío. En cierto modo, no le falta razón, pues la filosofía no tiene objeto. Ese objeto sería si acaso, como afirma Althusser, "el vacío de una distancia que se toma". La filosofía es una práctica de producción de ese preciosísimo vacío donde pueden instalarse la teoría y la práctica política. Este vacío es determinante, pues permite salir del atolladero en que se encuentra tradicionalmente la izquierda. La izquierda es una gran llorona, plañidera y denunciadora de injusticias. El Chomsky político se inscribe perfectamente en esta tradición. Foucault le dijo en una célebre conversación en los años 70 que no se puede cambiar la realidad a partir del discurso moral y jurídico del propio poder que se combate. Por eso es necesaria esa distancia, difícil de conquistar e indispensable para la práctica y para la teoría. Sin ese dificilísimo distanciamiento -que siempre hay que renovar, como se mantiene una posición militar- respecto del mundo social en que vivimos y a partir de las propias contradicciones y fallas de este, no es posible más que la queja, la complacencia izquierdosa en las pasiones tristes, nunca la transformación radical que hoy es necesaria. Tantos años repitiendo que el imperialismo es malo, criminal e injusto como lleva Chomsky -añadiendo múltiples ejemplos que a veces son útiles- no parecen tampoco dar mucho resultado. Dar por innecesaria la batalla política -la lucha de clases- en la teoría es ceder el terreno al poder existente. A pesar del respeto moral que su constancia merece, Chomsky es hoy mucho más contraproducente que las peores vacuedades de Slavoj Zizek. En cuanto a lo que afirma de Lacan, nunca quiso comprender Chomsky que la postura de Lacan fue en sus exposiciones públicas, la del analizante en la sesión analítica, la del que dice, según el precepto de Freud, "lo que le pasa por la cabeza". Por eso, cuando llama "charlatán" a Lacan resulta Chomsky patético, pues esto no puede constituir una crítica, sino una descripción de la posición del analista como paradójico "docente". Habría que añadir a esto que la "charlatanería" de Lacan produce enormes efectos teóricos indispensables para una crítica radical del sujeto y de la ideología, cosa que el discurso chomskyano, centrado en el sujeto, en la valoración moral, y en un craso positivismo, es incapaz de hacer.
Posted on: Tue, 09 Jul 2013 08:30:04 +0000

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