México: La invención de culpables El periodista José Reveles - TopicsExpress



          

México: La invención de culpables El periodista José Reveles explora en su libro "El Affaire Cassez" el caso de la francesa que fue acusada de secuestro y liberada siete años después VA LA NOTA Sin un debido proceso, sin testigos, sin delito que perseguir. La invención de culpables se ha convertido en un recurrido recurso mediático y propagandístico que distintos gobiernos han utilizado en México. Uno de los casos más emblemáticos es el de la francesa Florence Cassez, acusada de pertenecer a una banda de secuestradores. El “affaire Cassez” llevó a México y a Francia al borde del rompimiento de relaciones diplomáticas. El periodista José Reveles investigó a lo largo de varios años documentos oficiales, entrevistó a todas las partes y estudió todas las evidencias a su alcance. Reveles llegó a una conclusión:“En México todos somos considerados culpables, incluso si se demuestra lo contrario”. El autor de decenas de libros y Premio Nacional de Periodismo comenta: “Decidí hacer el libro (El Affaire Cassez) a partir de la decisión histórica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de dejar en libertad a la francesa. Ella había sido acusada en 2005 de haber pertenecido en una banda de secuestradores, haber mutilado y torturado a sus rehenes junto con su ex pareja sentimental, el mexicano Israel Vallarta”. Reveles explica que ”la autoridad generó todo un espectáculo mediático donde presentaron a Cassez y a Vallarta como los dirigentes de una banda denominada Los Zodiaco. Esa banda nunca existió y es lo que demuestro en el libro. Los rehenes nunca estuvieron en el Rancho Las Chinitas en las afueras de la Ciudad de México rumbo a Cuernavaca. Tampoco fueron secuestradores ni ella ni él. Eso lo saco en conclusión a partir de la lectura de los expedientes. Llegué a la conclusión de que en México la justicia puede ser manipulada, prostituida por intereses o políticos o de coyuntura electoral o para conservar el puesto por parte de malos funcionarios como es el caso del director de la Agencia Federal de Investigación, Genaro García Luna, como se demuestra, y estoy seguro de que lo va a castigar la justicia mexicana. También están los intereses personales”. RN: ¿Estuvimos frente a un montaje para meter a la cárcel a alguien por venganza? JR: Por una venganza personal de Eduardo Margolis. Margolis fue socio de Sebastian Cassez, (hermano de Florence) en el 2002 y estando juntos ellos llegó de Guadalajara Israel Vallarta; él era muy amigo de Sebastian. Los tres se fueron a comer. Se hicieron amigos, se vieron en varias ocasiones. Según la declaración ministerial de Israel Vallarta del 9 de marzo de 2006 a la que tuve acceso, Margolis se enamoró de Vallarta; le regaló un coche y un teléfono para tener comunicación constante con él. Vallarta declaró que tuvo relaciones íntimas con Margolis. Vallarta se distanció de Margolis en el 2004 y dos años después llegó a México Florence Cassez y se hizo novia de Vallarta. Esta es la única declaración que no se obtuvo con torturas. Margolis tenía entonces ya motivos para odiar a Vallarta y a Florence. Margolis es un empresario muy ligado a la policía federal porque le vende material bélico, blindados, chalecos antibalas, etcétera y además participa en la solución de secuestros de los miembros de la comunidad judía en México. Los que más saben de secuestros en México son Genaro García Luna y Margolis, por lo que era muy fácil acusar a Vallarta y a Florence de ser secuestradores. Margolis y Sebastián Cassez habían sido socios comerciales, se pelearon y parece que Sebastian ganó el pleito y consiguió dinero. Florence nunca aceptó trabajar para Margolis y después Vallarta abandonó a Margolis por Florence. Esto parece estar en el trasfondo de la venganza: Cassez y Vallarta fueron acusados de pertenecer a una banda de secuestradores. Se violó el debido proceso. De acuerdo a la investigación de Reveles, la propaganda oficialista pretendía golpes mediáticos de alto impacto y fue algo que se logró en el caso Cassez: “La detención de Florence y de Israel se da el 8 de diciembre, pero ellos fueron presentados a los medios un día después. Se fingió el 9 de diciembre ante las cámaras de televisión privada que la policía estaba liberando a víctimas de secuestro que el día anterior no estuvieron allí. Eso está perfectamente confirmado pues en el lugar no había ni muebles, ni energía eléctrica. Toda utilería la llevó la policía para preparar una escenografía para la televisoras. Las autoridades ya habían investigado a Vallarta porque él era el objetivo principal de la venganza y les cayó como anillo al dedo que estuviera con la francesa, pues ofrecía una escena suculenta para el morbo de la sociedad: una mujer joven, hermosa, que vino a México a secuestrar y mutilar. En otras palabras, la villana perfecta. Eso era ideal para los fines del director general de la Agencia Federal de Investigaciones, Genaro García Luna, pues conservaría su puesto a pesar de lo mal que había llevado su gestión. Esto, García Luna lo haría muchas veces después montando espectáculos. Lo que explica José Reveles en su investigación sucedió durante el gobierno de Vicente Fox (2000-2006) y a la llegada a la presidencia de Felipe Calderón, Genaro García Luna fue ascendido a Secretario de Seguridad Pública. Reveles sostiene: “En febrero del 2006, Genaro García Luna en una entrevista televisiva con Denisse Maerker admitió que capturó a Vallarta y a Cassez un día antes de lo anunciado y que hizo la representación porque los medios se lo pidieron. Florence Cassez habló desde la casa de arraigo al programa que se transmitió en vivo y dio todos los detalles sobre la ilegalidad de su captura”. RN: ¿Qué papel jugó la televisión privada en la farsa y qué intereses tendría en participar? JR: Las televisoras, el raiting. Para las autoridades, mostrar sus logros en la lucha contra la delincuencia organizada. Se preparó el operativo en coordinación con la televisión a tal grado que la orden para la entrada de los agentes, armados como Rambos al lugar donde supuestamente estaban los rehenes, la dio Televisa. ¡Regresen, repitan esa escena! dictaban los que estaban pendientes de los monitores. De hecho todo fue retrasado porque no había señal, a pesar del buen equipo que llevaban, pues se encontraban en un lugar despoblado lejano a la Ciudad de México. La participación de las televisoras fue total y absolutamente cómplice con la autoridad. La TV transmitió durante dos horas con cortes sucesivos, ganando un gran raiting y a García Luna le sirvió para quedarse en el puesto y a Margolis para saciar su sed de venganza. RN: ¿Los reporteros sabían que se trataba de un montaje? JR: Cuando se supo que este “rescate” con escenografía y actuación era una farsa, al reportero que estuvo allá, Carlos Reynah lo despidieron; éste se fue a juicio contra Televisa por despido injustificado y lo ganó porque demostró que obedeció órdenes como cualquier reportero. Los que sabían que era un montaje eran las autoridades de Televisa. El periodista debió darse cuenta ahí con tanto ensayo. Tras el juicio Reynah logró su reivindicación. RN: ¿Qué consecuencias tuvo este caso en la relaciones México- Francia? JR: Cuatro días antes del montaje, el 4 de diciembre, Felipe Calderón juró como candidato a la presidencia por el Partido Acción Nacional (PAN). En febrero se descubrió que fue un montaje la captura de los supuestos secuestradores y Calderón tenía diez puntos menos que el candidato de la izquierda Andrés López Obrador en las encuestas. Calderón utilizó el caso para propaganda; las supuestas víctimas se convirtieron en acusadores falsos. Aquellos pasan a ser una especie de testigos protegidos a las órdenes de la autoridad y se hizo más propaganda en contra de la francesa. Gracias a esos testimonios falsos, Florence estuvo 7 años en la cárcel. Los demás como Vallarta y dos hermanos, dos sobrinos, siguen en la cárcel sin juicio. Vallarta va a cumplir 8 años en prisión. Su familia fue capturada 4 años después. En resumen, este montaje ayudó a la campaña de Calderón. El entonces presidente galo, Nicolas Sarkozy, defendió a Cassez mientras Calderón la atacaba. La polémica subió de tono hasta el punto de que se suspendieron unas jornadas culturales de México en Francia. Las relaciones de México y Francia se regularizaron cuando Sarkozy y Calderón terminaron sus respectivos periodos presidenciales. La Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que había una violación al debido proceso en el caso Cassez y fue puesta en libertad. A Florence Cassez no se le declaró inocente. José Reveles agrega: “Este es un caso inventado en México. Lo que yo demuestro en mi libro es que todo fue una fabricación, el escenario, los culpables, las víctimas, el nombre de la banda... todo; no había nada. A Cassez por ser extranjera y por toda la propaganda masiva en los medios, los mexicanos le tomaron más odio. Se dice que por ser francesa la perdonaron y por la presión de un gobierno extranjero. Eso tapa mucho de la realidad. Ella ya se fue ¿y los mexicanos que se quedaron en la cárcel?”. El caso Cassez lejos de haber sido solucionado para la sociedad, la confrontó aún más. La gente no acepta la decisión de la Suprema Corte. En México no hay presunción de inocencia. A cualquier ciudadano le puede pasar lo que a Florence o a Vallarta. Tenemos muchos casos de personas encarceladas por invención de delitos, muchos periodistas, políticos, incluso varios generales. Si eres molesto te mandan a prisión sin que nadie haga nada. Este es un sistema que devora selectivamente a sus miembros”. Pedro Marrufo / EFE
Posted on: Sat, 27 Jul 2013 06:55:59 +0000

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