NELSON BOCARANDA O MAS BIEN NELSON BOCAGRANDE,JAJAJAJA. - TopicsExpress



          

NELSON BOCARANDA O MAS BIEN NELSON BOCAGRANDE,JAJAJAJA. -Se fue el 17 de abril con mujer e hijo, y solo volvió para asistir a su cita con tres fiscales en Parque Central. Se fue y sigue en Miami porque incluso algunos chavistas en el Gobierno, o cerca, le aconsejaron que así lo hiciera. Algo se le venía encima. Ese día de la comparecencia como testigo, 11 de julio, anotó en su cabeza periodística la putrefacción del conjunto arquitectónico que alguna vez regentó el Centro Simón Bolívar y hoy es pura anarquía. Cuatro horas en el interrogatorio. Es posible, mera especulación, que se hayan puesto los fiscales en plan de sonsacarle sus fuentes apuntando más allá del propio Bocaranda: que si usted recibió informaciones sobre el CNE del señor Vicente Díaz, quien se quedó hablándole al país, por cierto, cuando se fueron las cuatro señoras del CNE luego de declarar a Maduro ganador el 14 de abril en la noche, y se quedó, sabe usted, para confundir y llamar a no reconocer el triunfo. Es posible, solo posible, que todo el interrogatorio haya sido premeditado para incriminar a otros en una gran conspiración post 14A. En todo caso, no reveló lo que para un periodista es sagrado. Puede que una de las damas que lo interrogó de 10:00 am a 2:00 pm haya confesado hacia el final que lo sigue en Twitter. Una buena razón para la inquina de Pedro Carreño, Mario Silva y otros líderes de postín: ninguno de ellos podrá aspirar nunca a gozar de esa popularidad en las redes. No lo alcanzan. Ni siquiera le llegan cerca. A su modo, bregando cada dato, ganándose la confianza de ciertas fuentes, Bocaranda se ha convertido en un medio de comunicación en sí mismo. Hoy en día no hace falta una sala de Redacción, un Jaime Olsen libreta en mano, una cadena Hearst de respaldo: bastan las fuentes, la curiosidad personal, el talento para anudar datos aparentemente desconectados y una computadora. Eso es ya una amenaza para un régimen de vocación opaca; un altavoz incómodo. Le dijeron los fiscales ­dos damas y un caballero- que si no temía nada por qué había borrado el tuit que desató la acusación en la comisión de Cedeño en la AN, aquel en que pregonó la llevada y traía de cajas de un Centro de Diagnóstico Integral de Maracaibo. El propio Bocaranda buscó el tuit en su tablero y se los mostró: «Informan que en el CDI de La Paz, en Gallo Verde, Maracaibo, hay urnas electorales escondidas y los cubanos de allí no las dejan sacar». ¿Y cuál es el problema si el dato era incierto, completamente falso o quizás una posibilidad detenida gracias, precisamente, al escándalo suscitado? ¿Por qué Ernesto Villegas no le pidió derecho a réplica? En un régimen democrático con eso hubiera bastado. Quien esté libre de culpas en las redes que arroje el primer peñonazo. ¿Cuántas veces han asesinado por el Twitter a Simón Díaz, por ejemplo? El libelo contra Bocaranda yace en alguna oficina llena de cucarachas de Parque Central a manera de informe. Allí dormirá porque lo que importa es la amenaza implícita, permanente, que representa. Juan Luis Cebrián, uno de los capitanes del periódico El País, de España, recuerda en su libro El pianista en el burdel los tiempos de la censura franquista: en una época, los directores de los periódicos eran nombrados por el gobierno y no por la empresa del periódico, fuera pública o privada. Había un ministro de Información, Gabriel Arias Salgado, «vívida reencarnación de Torquemada», quien había acuñado la frase «toda la libertad para la verdad, ninguna para el error». Claro que quien definía la verdad era la autoridad franquista. Venezuela vive una era franquista pero más mediocre. Impera la estética de lo palurdo y a partir de ella se entiende la farandulización de la política como último recurso del chavismo, rendición suprema a lo impostado, al kitsch, a la pantalla. Una idea gratuita para completar el cuadro del PSUV: lancen a Diosa Canales a la alcaldía del municipio Tubores, en Nueva Esparta, en cuya jurisdicción se hallan Las Tetas de María Guevara. El eslogan: un monumento para otro monumento.
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 15:04:29 +0000

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