NUESTRA CONFIANZA EN DIOS. Cuando nuestro labios pronuncian Amén, en definitiva están diciendo Creo, o como a veces se traduce: Así sea. Creer es decir Amén a la palabras, a las promesas, a los mandamientos de Dios, es fiarse totalmente de Él, que es el Amén de amor infinito y de perfecta fidelidad. Por ello, el Amén al final de Credo es un compromiso de creer en todas y cada una de las verdades ahí dichas. Sería bueno que nos examinásemos, a ver si estamos creyendo de verdad en todo lo que recitamos en el Credo.A este respecto, San Agustín afirmaba que deberíamos de mirar el Credo como un espejo: Que tu símbolo sea para ti como un espejo. Mírate en él, para ver si crees todo lo que declaras creer. y regocíjate todos los días en tu fe. Llevemos los artículos del Credo a nuestra oración personal, desde Credo en un solo Dios hasta la vida del mundo futuro. Cada día pidámosle a nuestra Madre Santísima, la mujer fiel, que interceda por nosotros ante su Hijo Jesucristo, para que nuestro Amén sea verdadero.
Posted on: Sun, 24 Nov 2013 23:46:21 +0000
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