No es una cadena..... Noviembre 29, 2013 Queridos hermanos, Quiero compartirles brevemente algo de mi pasado, para que así puedan conocer uno de los muchos casos de injusticia e inigualdad en la que viven nuestros países, y que mi legado les sirva a todos ustedes para valorar la vida, y el amor profundo entre familias. Mi nombre es Alfonso Hernández García, tengo 25 años y este 23 de febrero de 2014 cumpliré 26 años. Yo nací en Palzoquillo, Coxcatlan, S.L.P., México. Soy el menor de cinco hermanos y vengo de una familia muy pobre. De niño trabaje mucho con mi mama ayudándole a llevar maletas pesadas con ropa ajena hasta un rio donde tenían que ser lavadas. Mis recuerdos de infancia no son exactamente tan alegres como todo niño en norte américa. Vivíamos en un hogar muy humilde con paredes hechas de tela reciclada, camas hechas de costales y techo de zinc; cuando llovía teníamos que dormir sentados para no mojarnos. Comida y agua como ustedes pueden imaginarse siempre fue muy escasa; de los pocos alimentos que mi madre un día nos preparaba teníamos que guardar parte de ellos para el siguiente día, así tener algo de fuerzas para atender a la escuela. Es así que ya siendo un hombre, con mucho esfuerzo trabajando en donde me daban la oportunidad mis patrones en el campo limpiando y cortando naranjas, pude terminar mi primaria y secundaria, y fue allí en esta última donde tuve la fortuna de conocer a la persona que hoy en día es mi esposa, quien me regalo dos hermosos niños a los cuales hemos criado con mucho amor, valores y buen ejemplo. Gracias a ellos pude conocer el significado de la palabra AMOR. A mi esposa Edith Bautista Hernández yo le prometí que íbamos a salir adelante trabajando duro por nuestros hijos y fue así como supe a cerca del movimiento de trabajadores agrícolas (convenio entre los gobiernos de Canadá y México) el cual considero que fue un milagro para que me hubiesen aceptado puesto que allí se presentó mucha gente y yo sin siquiera cumplir con los requisitos de edad y estado civil fui el único aceptado. Todavía recuerdo con mucha alegría aquel día que Salí de mi pueblo caminando hasta el sitio donde podía tomar un bus con tan solo una mochila de ropa pero con muchas ilusiones de volver pronto y construir una casa para que mis hijos pudiesen tener una mejor condición que la que yo tuve. En esta temporada, después de ya haber venido a trabajar 5 temporadas a Canadá, y después de trabajar con mucho dolor por tres meses en las difíciles condiciones que vivimos nosotros los trabajadores agrícolas, fui diagnosticado con cáncer de colon rectal. De allí empiezo con una pesadilla de tratamientos y finalmente con la cirugía la cual se lleva a cabo este pasado 21 de octubre. Acudo a ustedes hermanos pues no tengo otra posibilidad; desde que pare de trabajar en julio no he vuelto a recibir sueldo. Estoy en un país donde no conozco el idioma; mi esposa quien pudo venir este pasado 28 de agosto a cuidarme esta siempre conmigo y obviamente tampoco recibe sueldo alguno. No tengo como movilizarme en esta ciudad, mis hijos están en México al cuidado de mis suegros quienes también son muy humildes. Gracias a dios hoy en día se me fue informado que mi BC Medical Service plan fue reactivado y mis cuidados y medicinas proveídas por el hospital de abbotsford, sitio en el que por un serio sangrado y fuertes dolores me encuentro recluido desde el jueves 28 de noviembre, pueden ser cancelas. Yo tengo permitido estar en Canadá hasta el 12 de diciembre de 2013. Quiero recalcar que soy una persona muy sana y mi esposa puede dar fe de ello; yo nunca tome ni fume mientras pude y no entiendo porque a mi corta edad me está sucediendo todo esto. Estoy clamando la solidaridad del pueblo canadiense y en especial la comunidad hispana que se apiaden de mi situación y me puedan brindar su ayuda. Como les mencione, me pueden buscar acá en el hospital de abbotsford, pero no sé hasta cuando vaya a estar recluido en este sitio. Sin embargo se pueden comunicar con el padre Ricardo Zanotti de la parroquia “Our Lady of Sorrows” al 604 254 0691, o vía email a: [email protected] para que me puedan venir a visitar o para dejar las donaciones que su corazón les diga. Mil gracias de todo corazón, Alfonso Hernández si alguien quiere mandar dinero o viveres directamente en Mexico, por favor ontacten a: Padre Juventino o Fidel 011 – 52 – 481 122 7932 011 – 52 – 489 318 4027 Parroquia San Juan Bautista en San Luis Potosi - Alfonso Hernández García se encuentra en el piso 2, sección C 2117 del hospital de Abbotsford November 29th, 2013 Dear Brothers and Sisters in the faith, I would like to share with you a brief segment of my past, so that way you may become familiar with one of many cases of injustice and inequality that exists in our countries, and that my legacy serves to all of you to value life, and the profound love in families. My name is Alfonso Hernández García, I am 25 years old and on February 23, 2014, I will be 26 years old. I was born in Palzoquillo, Coxcatlan, S.L.P., México. I am the youngest of five siblings and come from a very poor family. As a child, I worked a lot with my mother helping her bring suitcases filled with other people’s clothes to a river where she would then proceed to wash them. My memoirs of my childhood are not exactly the joyful memories of a North American child. We lived in a humble home with walls made of recycled cloth, beds made out sacks and a roof made out of zinc; when it rained, we had to sleep sitting down in order to avoid getting soaked. Food and water; as you may imagine, was always scarce; from the few meals that my mother could make one day, we would have to save some of it for the next day, so that we could then have some energy to attend school. Thus, as becoming a man, painstakingly working on wherever my employers would give me a chance to work, such as in the field cleaning and cutting oranges. I was able to finish my elementary and secondary studies, and it was there and then where I was fortunate to meet the person who today has become my wife; who also gave me two beautiful children that we have nourished and cared for with love, values and a good example. Thanks to them, I have gotten to know the meaning of the word LOVE. I promised my wife Edith Bautista Hernández, that we would get through this by working hard for our children. That is how I found out about the farmworkers movement (an agreement between the governments of Canada and Mexico). I consider it a miracle that I was accepted; seeing how so many people showed up and I did not even meet the requirements of neither age nor marital status, yet I was the only one accepted. I still remember with great joy the day that I left my town, walking to where I could take a bus with only a backpack of clothes on my back, but with much hope to return soon and build a house for my children so that they could have a better living condition than the one I had. This season, after already having worked 5 seasons in Canada, and after working with a lot of pain for three months in the difficult conditions we farm workers live in, I was diagnosed with colon rectal cancer. From there I started to live in this nightmare of treatment s, and finally with the surgery which was conducted this past October 21. I seek to you brothers and sisters; for I have no other likelihood, since I stopped working on July and have not received any type of salary. I am in a country where I do not know the language, my wife who was able to come this past August 28 to take care of me and always be by my side, does not receive any sort of salary either. I do not have any form of transportation in this city; my children are in Mexico in the care of my in-laws who are also very humble. Thanks to God’s will, today I was informed that my BC Medical Service Plan was reactivated and my care and medicines (provided by the hospital in Abbotsford; the place in which I am currently detained due to a severe bleeding and severe pain since Thursday November 28) may be cancelled. I have been allowed to be in Canada until December 12, 2013. I want to emphasize that I have always been a very healthy person and my wife can confirm that, I do not drink or smoke or have ever done so in my life. I cannot understand why at my young age this is happening to me. I search to the Canadian society and especially the Hispanic community to have pity towards my situation and if they could help in any kind of way. As I mentioned, I can be found here in Abbotsford hospital, but do not know how long I will be here. However, you may get in touch with Father Richard Zanotti of the Our Lady of Sorrows parish at 604-254-0691, or via email at: [email protected] so that you may come visit me or to make any donation from your loving hearts. I thank you with all my heart, Alfonso Hernández García. If some one would like to send money or food directly to the his children in Mexico, please contact Father Juventino or Father Fidel 011 – 52 – 481 122 7932 011 – 52 – 489 318 4027 St. John the Baptist parishin San Luis Potosi Mexico. (Parroquia San Juan Bautista en San Luis Potosí México) Alfonso Hernández García is right now (November 30th, 2013) at Abbotsford Hospital, second floor, section C2117
Posted on: Sat, 30 Nov 2013 18:46:36 +0000
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