No tienes ni remota idea de cuánto te quiero XXIX En esto, lo mío, son los padecimientos en silencio. Tan cercano lo siento como lejano al mismo tiempo; a veces me pregunto si habrá notado que estoy pendiente de él. Me siento tan derrotada, cuando pienso que puede estar deseándome, cuando pienso que puede necesitarme, cuando pienso que en el fondo me quiere, y que jamás se atreverá decírmelo. Sé que le gusto, una mujer presiente esas cosas a mil leguas; lo sé por lo que dice, lo sé por lo que escribe, y sé que él también lo está de mí; está pendiente de lo que digo. Sé que está interesado en ser mi amigo, lo que no sé es si hasta ahí quiere llegar. Mis miedos me frenan por no perder su amistad. Estamos en estos tiempos, en los que una chica se le declara a un chico sin despeinarse; pero, mi timidez, ay dios!, mi timidez. Si no puedo enfrentarme a mis miedos, si a mi timidez no puedo vencer, si al menos pudiera penetrar en su mirar, si al menos pudiera penetrar en su mente; solo me queda quererlo en silencio. El otro día lo acompañé a la biblioteca, él iba a devolver La leve brevedad del ser de Milan Kundera. Tienes bonitas manos, me dijo. Gracias, le dije, mirándolo con mi barbilla levantada; esperé en vano que dijera algo más sobre mí, pero no lo hizo; es tan respetuoso... Una llamita se me encendió por dentro. Andaba yo con las manos tan sueltas, ansiosa porque me cogiera de la mano, a veces lo rozaba mientras caminábamos. No pierdo las esperanzas, por mucho que piense que nunca lo hará. Lo quiero. Bokung.
Posted on: Thu, 28 Nov 2013 23:34:22 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015