Noticias. Perfil de los cuatro reos fugados el 27/F que queda por recapturar. El último de los capturados cayó en Concepción la semana pasada, cuando estaba con familiares. La PDI admite que la labor de Carabineros como la suya ha encontrado en la comunidad una gran aliada. Magno Sandoval es un hombre alto, de contextura gruesa y de cabellos y bigotes hirsutos. A todas luces un duro. Este baqueano, domiciliado en los sectores rurales de las montañas de San Fabián, cada vez que un vehículo se acerca a su hogar lo puede advertir desde varios kilómetros, por lo que no duda en montar algún caballo y escabullirse por los faldeos cordilleranos, a través de pasos y quebradas que lo son familiares, pero absolutamente inhóspitas para quien se aventure a perseguirlo. Magno es uno de los cuatro reos fugados que van quedando libres desde que la PDI y Carabineros comenzaron a recapturarlos, tras la estampida de prisioneros que se registró después del histórico terremoto de febrero de 2007, luego que el muro perimetral de la vieja cárcel de Chillán se desplomara, para dar paso a la huida de 257 internos, que entre otras desgracias, quemaron cinco casas de la calle 5 de Abril, protagonizaron una balacera inédita en nuestras calles y por semanas tuvieron aterrorizada a la convaleciente comunidad, echando a circular los más espeluznantes rumores sobre asesinatos y tomas de rehenes protagonizadas por los fugados. Rumores, por cierto, totalmente falsos. Luego de un incesante trabajo realizado por ambas policías a nivel nacional, uno a uno fueron o entregándose, o siendo detenidos; algunos como consecuencia de denuncias vecinales y otros cayeron en su ley, es decir delinquiendo, incluso en Argentina. Y fue el jueves de la semana pasada que cayó en manos de la Brigada de Investigaciones Especiales (BIPE) de la PDI de Concepción, Claudio Maldonado Pulido, un delincuente de 22 años, apodado “El Laucha”, quien cumplía una condena por robo con intimidación hasta el año 2018. El penúltimo en caer fue Érick Chávez Concha, quien cumplía condena por tráfico de drogas y contaba con un prontuario además por falsificación de billetes, el que fue capturado por la Policía de Investigaciones de Talca, quienes recordaron que para arrancar se disfrazó de militar y simuló el ir a prestar ayuda al personal de seguridad del recinto carcelario. El día de la fuga, quien fuera entonces el fiscal a cargo del caso, Patricio Montecinos, declaró que ya sería exitoso capturar un 80% de ellos, y hoy además de Magno del Carmen Sandoval -tal vez el más difícil de todos- quedan libres sólo tres. “Esto obedece a un compromiso fuerte y a un trabajo coordinado realizado tanto por Carabineros como por la PDI, pero sin duda la comunidad ha sido nuestra mejor aliada en esta tarea”, reflexionó el comisario Rodrigo Claramunt, de la Bicrim de la PDI de Chillán. Lorenzo Aravena Sepúlveda Violento (primero de izquierda a derecha) Dueño de un historial de delitos agresivos, Lorenzo Aravena Sepúlveda había caído por robo con violencia en lugar habitado, cometido en la comuna de Coihueco el año 2009, lo que le significó una condena de 10 años y un día por cumplir en el penal de Chillán. Aravena era respetado en el interior del penal debido a su historial delictivo y porque poco a poco fue escalando en ese mundo, lo que le dio un nombre digno de temer. Se presume que habría estado viviendo en diversas ciudades desde la zona centro al norte de Chile. Magno del Carmen Sandoval El baqueano (segundo de izquierda a derecha) Cayó en 2009 por tráfico de drogas, luego que tras un espectacular operativo policial realizado en las cercanías del peaje norte de Chillán, la PDI logró detenerlo cuando viajaba con su cómplice, Michael Silva, con 16 kilos de marihuana que habían traído desde Argentina, gracias a los conocimientos de los pasos fronterizos que desde niño conocía Magno Sandoval. El grupo venía armado, por lo que no se descarta su peligrosidad, fama que se ha incrementado con las últimas denuncias hechas en su contra por ganaderos del sector de San Fabián Favio Miranda Escobar En las casas (tercero de izquierda a derecha) Tiene fama de irrumpir con absoluta agresividad en hogares, con o sin sus moradores, para perpetrar robos. Favio Miranda Escobar (27 años) comenzó desde niño a vivir de la delincuencia, haciéndola su profesión. Solía estudiar con dedicación y frialdad los movimientos de los integrantes de los hogares en los que había decidido atacar, tal como ocurrió en 2006, cuando junto a un cómplice ingresó a robar a una casa en Talcahuano. Sus líos con otros internos motivaron que se le encerrara en la cárcel de Chillán. Michael Silva Silva El homicida (cuarto de izquierda a derecha) Es sin duda el reo más peligroso de los que quedan libres. Antes de ser detenido en dos oportunidades en los años 2007 y 2008 por tráfico de drogas, ya contaba con antecedentes por homicidio y por lesiones. Silva, junto a Magno del Carmen Sandoval, formaron una banda dedicada al tráfico de drogas que logró imponerse en la comuna y en la provincia. Fue detenido en 2009 con 16 kilos de marihuana que tenían como destino Chillán y Concepción. Su captura se gestó gracias a que la PDI supo por dónde pasaban, luego que Gendarmería de Argentina informara al país que ambos habían sido deportados. Fuente: La Discusión.
Posted on: Sat, 15 Jun 2013 21:39:40 +0000
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