◙◙◙ PREGUNTAS DIFÍCILES ACERCA DE LA MALDAD - TopicsExpress



          

◙◙◙ PREGUNTAS DIFÍCILES ACERCA DE LA MALDAD ◙◙◙ INTRODUCCIÓN EXHAUSTIVA [Parte 2] Antes de entrar en tema, sería conveniente dejar sentadas algunas ideas preliminares con respecto a la maldad. Ésta no es algo que tenga existencia propia; más bien, es una corrupción de algo que ya existe. La maldad es la ausencia o la privación del bien. La descomposición, por ejemplo, solo pueden existir mientras exista un árbol. Las caries solo pueden existir siempre que exista un diente. Lo mismo sucede con la corrosión de la chapa y la carrocería de un vehículo. El mal existe como corrupción de algo bueno; es una privación y no tiene esencia propia. Norman Geisler, dice: «El mal es como una herida en el brazo, o como los agujeros en una prenda apolillada. Su existencia depende de la existencia de otra cosa; no puede tener existencia propia». Por supuesto, decir que la maldad no tiene existencia propia no es lo mismo que negar la realidad de la maldad. Ésta puede no tener sustancia propia pero involucra una privación real de las sustancias buenas. Geisler, señala: «No es una entidad real pero es una verdadera corrupción de una entidad real». Un árbol en estado de descomposición, un automóvil con la chapa corroída, los dientes cariados, el cáncer cerebral, la muerte de de un ser amado ... son todos ejemplos de cómo la mal, dad es la corrupción de algo bueno. Una cosa es entender lo que es la maldad. Otra cosa completamente diferente es entender por qué la maldad puede existir en un mundo creado por Dios. El problema de la mal, dad puede considerarse de manera simple como un conflicto que involucra tres conceptos: el poder de Dios, la bondad de Dios y la presencia de la maldad en el mundo. El sentido común nos dice que estas tres cosas no pueden ser verdad al mismo tiempo Las soluciones al problema de la maldad, típicamente implican modificar uno o más de estos tres conceptos: limitar el poder de Dios, limitar la bondad de Dios o modificar la existencia de la maldad (concibiendo a la maldad como una ilusión, por ejemplo). Sin duda que si Dios no declarará que es Bueno, la existencia del mal sería más fácil de explicar. Pero Dios efectiva, mente ha dicho que es Bueno. Si el poder de Dios fuera limitado de manera tal que no pudiera resistir el mal, la existencia del mal también sería más fácil de explicar. Pero Dios, efectivamente, ha dicho que es Todopoderoso. Si la maldad no fuera más que una ilusión, carente de realidad, el problema ni siquiera se plantearía. Pero la maldad no es una ilusión. Es real. Hoy enfrentamos la realidad del mal moral (la maldad cometida por agentes morales libres, que se involucran en guerra, crímenes, crueldad, lucha de clases, discriminación, esclavitud, limpieza étnica y genocidios, ataques suicidas con bombas, y varias otras injusticias) y el mal natural (que involucra cosas como huracanes, inundaciones, terremotos, y otras catástrofes naturales). Dios es Bueno, Dios es Todopoderoso, pero la maldad existe. Este es el planteamiento básico del problema del mal. Pensadores prominentes como David Hume, H.G. Wells y Bertrand Russell han concluido, sobre la base de sus observaciones del sufrimiento y la maldad, que el Dios de la Biblia no existe. Hume lo expresó, sucintamente, cuando escribió, refiriéndose a Dios: «¿Está dispuesto a evitar la maldad pero no puede? Entonces es impotente. Sí puede, ¿pero no está dispuesto? Entonces es malévolo. Puede y está dispuesto a evitar la maldad, ¿por qué existe la maldad, entonces?». Si hay un Dios, que es absolutamente Bueno y Todopoderoso, nunca podrían haber sucedido atrocidades como el genocidio de seis millones de judíos perpetrado por Hitler. Ningún cristiano duda que lo que Hitler hizo con los judíos fue un crimen espantoso. Pero debo apresurarme a señalar, antes de ofrecer una perspectiva bíblica del problema de la maldad, que el hecho mismo de categorizar las acciones de Hitler como malas plantea una importante cuestión filosófica. Como muchos pensadores han observado, para decir que hay maldad en el mundo, es necesario determinar en primer lugar qué criterios se usarán para juzgar algo como malo. ¿Qué cosas se juzgarán malas y qué cosas no se juzgarán así? ¿Cuál será la unidad de medida moral que se usará para evaluar moralmente a las personas y los sucesos? ¿Qué proceso permitirá diferenciar el bien del mal y viceversa? La realidad es que es imposible distinguir el mal del bien si no contamos con un punto de referencia infinito que sea absolutamente bueno. De lo contrario, uno sería como una persona navegando a la deriva en el mar, en la oscuridad de la noche y sin brújula (o sea, que no hay manera de distinguir el Norte del Sur sin el punto de referencia absoluto de la aguja del compás). El punto de referencia infinito para diferenciar el bien del mal solo se puede encontrar en la persona de Dios, porque solo él puede colmar la definición de «absolutamente Bueno». Si Dios no existe, no hay absolutos morales que nos den derecho a juzgar algo (o a alguien) como malo. Más específicamente, si Dios no existe, no hay ninguna razón absoluta para juzgar, por ejemplo, los crímenes de Hitler. A la luz de esto, la realidad de la maldad en realidad reivindica la existencia de Dios más que refutarla. Willys
Posted on: Sun, 24 Nov 2013 07:07:56 +0000

Trending Topics



="stbody" style="min-height:30px;">
Its a proud day for Niue Island as Matavai Resort is listed as 1

Recently Viewed Topics




© 2015