PREMEDITACIONES Y DESPISTES Ileana Almeida * El gobierno de la “revolución ciudadana” parece empeñado en exacerbar las relaciones con los pueblos indígenas. Incita a que se desconozca a los dirigentes para que no se organicen bajo su guía; designa a líderes en cargos oficiales con el afán evidente de ganar su apoyo; dispone de territorios ancestrales para extraer recursos naturales que explotarán empresas extranjeras; no escucha las opiniones y reclamos de las organizaciones, privándoles del derecho a una conducción autónoma; soborna a los pobladores en las comunidades para volverlos en contra de su propia gente; desaparece del mapa a los que podrían ser obstáculo para las políticas extractivistas; liquida el programa de educación en lenguas ancestrales, que favorecía en primer término a los niños; sin conocer a fondo la trayectoria histórica y los intereses de cada pueblo interviene en disputas que competen ante todo a ellos, y que casi siempre se generan desde afuera. Una prueba de última data sobre el despiste gubernamental en materia de la realidad indígena: con bombos y platillos se anuncia la creación de la Universidad Regional Amazónica, con sede en Tena, capital de la provincia de Napo, se la bautiza con un nombre shuar, Ikiam, a pesar de que se la va a edificar en el corazón del territorio napo-runa, donde la enorme mayoría de habitantes son quichuas desde antes del Incario. Disparos de soldados acaban con la vida del joven shuar Ramiro Taish, que pescaba a orillas del Zamora, que fluye frente a su casa, en tierras de su comunidad, en pleno territorio de su pueblo. Armados hasta los dientes, los uniformados han invadido el poblado en persecución de mineros ilegales, avistan al pacífico pescador y sin más han abierto fuego. La Conaie aclara en una rueda de prensa que los shuar no se dedican a la minería y que siempre han sido cazadores y pescadores. Se monta otro operativo militar, en otro sector de la Amazonia, para arrebatar por la fuerza a una pequeña niña taromenane acogida por una familia huaorani, a resultas de disputas internas (los taromenane son parte de la nacionalidad huao). La pequeña se encontraba durmiendo en una hamaca con su madre adoptiva y despertó, aterrorizada, por los gritos de unos encapuchados que amenazan, metralleta en mano, a sus parientes. Sacan a la niña de la casa, en medio de los lloros de las mujeres, la embarcan en un helicóptero, aparato que la niña nunca ha visto, y la trasladan a un lugar extraño donde le hablan en una lengua que no entiende. ¿Qué puede pensar más allá del horror? Tomará un buen tiempo para que los gobiernos asuman las otras culturas del país en una relación mutua. Ciertamente no será en el gobierno del presidente Correa. * Filóloga.
Posted on: Mon, 02 Dec 2013 02:19:30 +0000
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