PROYECTO REVOLUCIONARIO Con fundamento en el derecho expresamente señalado en el Articulo 39 de la Constitución Política de México, que a la letra dice: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”; se propone al pueblo de México una nueva forma de Gobierno mediante las siguientes acciones: Movilización masiva ciudadana para recuperar las instituciones públicas, que hoy están secuestradas por una corruptocracia política con ayuda de la falsa democracia del dinero, la corrupción, las ideologías, los credos irracionales y los partidos políticos y que están al servicio exclusivo de los grandes capitalistas y Gobiernos extranjeros. Toma y confiscación definitiva de las grandes, mentirosas, corruptoras y dañinas televisoras abiertas en poder de extranjeros (Televisa y TV Azteca) para comenzar a transmitirle la verdad al pueblo de México. Creación de una Junta de Gobierno conformada por integrantes del Ejercito Mexicano y la Marina Armada de México con los siguientes objetivos: Reponer de inmediato la Constitución de 1917 y declarar su entrada en vigencia, procediendo a conformar una Comisión Militar redactora que incluya en ese texto la Democracia Humanista, la Democracia Económica y el Desarrollo Humano Integral. Confiscar todas las grandes empresas privadas de industria tradicional (hotelería, alimentos, vestido, etc.) en poder de extranjeros y su inmediata entrega a los trabajadores en régimen de sociedad cooperativa, conformando Unidades de Producción y/o Comercialización administradas con Democracia Humanista. Ejemplo: segmentar las grandes cadenas de hoteles y hacer empresas cooperativas con cada unidad. Así, los trabajadores se convertirán en propietarios y no se dará lugar a sindicatos corruptos. De este modo se creará verdadera clase media y se acabará con las crisis económicas. No aplicará esta confiscación a las empresas de alta tecnología. Confiscación de los bancos extranjeros –particularmente los de bandera española- para impedir que sigan descapitalizando al país y continúen llevándose las riquezas de México a Estados Unidos, Europa Occidental y España. Detener -para ser procesados judicialmente por el cargo de Alta Traición a la Patria, con un Tribunal Popular- a todos los políticos y ministros de justicia que, desde 1970 y por corrupción, han venido entregando la soberanía económica, política, judicial, militar y policiaca a Gobiernos extranjeros (Estados Unidos, Europa Occidental y España), haciendo del pueblo mexicano una nueva colonia. Impedir la privatización y venta de Petróleos Mexicanos, la Comisión Federal de Electricidad y otras empresas estratégicas, procediendo a su saneamiento y poniendo a disposición del Tribunal Popular a todos los funcionarios, ex funcionarios y “líderes” sindicales que las corrompieron y contribuyeron a su quiebra. Expulsar de inmediato a todos los agentes de la CIA, la DEA, el FBI y otras agencias terroristas de Europa Occidental y España que están tratando de desestabilizar a México con la “lucha antinarco, anticrimen y antiterrorismo”. Combatir de manera sistemática toda la propaganda de Estados Unidos, Europa Occidental y España, haciendo uso de todos los medios de comunicación mexicanos, los cuales habrán de convertirse en sociedades cooperativas con Democracia Humanista. Acabar de manera definitiva con la falsa democracia del dinero, la corrupción, las ideologías, los credos irracionales y los partidos políticos –impuesta a México desde el extranjero- y sustituirla por la Democracia Humanista, para garantizar que el poder político quede siempre en manos de los mejores seres humanos a nivel físico, sicológico e intelectual. Y cuyo compromiso sea con los intereses del pueblo, buscando siempre su verdadero desarrollo y progreso humano (educación pública, obligatoria, gratuita, laica, lógica y científica); con la democracia económica mediante una mejor distribución de la riqueza repartiendo –entre el mayor número posible- los medios (tierra, agua, industrias, etc.), la producción y el mercado (impulso al pequeño comercio y el seccionamiento en unidades de las grandes cadenas comerciales para su entrega a los trabajadores en régimen de sociedades cooperativas o a un propietario único mediante pública subasta). Todo lo anterior basado en la Democracia Humanista: la entrega del poder político y económico a los mejores seres humanos -calificados con el Certificado de Desarrollo Humano Integral- para impedir que esos poderes sean utilizados otra vez de manera inconveniente en contra de la mayoría. Este es el fundamento de la verdadera Revolución humana y social del nuevo milenio. Llegó la hora de que el pueblo mexicano lo haga realidad y sea el ejemplo a seguir por las demás naciones del mundo. ¡Adelante, pueblo de México!
Posted on: Sat, 14 Sep 2013 13:41:06 +0000
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