¿PUDIERAS SENTARTE A SUS PIES?. “He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones. No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia. No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley” (Is. 42:1-4). Los enemigos lo dijeron bien: “nadie ha hablado como este hombre” (Juan 7:46).Jesús, único, sin igual. Lo dijeron los hombres, pero, ¿qué es la opinión de los hombres? Así que testificó también Dios Padre y esto es muy significativo: “mi Siervo, mi Escogido”. De todos los siervos de Dios de todos los tiempos, ninguno como Él. Sólo Cristo es el Siervo de Dios por excelencia, el Escogido entre todos. Jesús no cumple la medida del servicio a Dios, Él es la medida; Jesús no fue el mejor de todos, Él es clase aparte. El canon y la meta; la altura y la profundidad. Incomparable. Es el contentamiento del Padre, su gozo y su delicia. No existe nadie más fácil de amar ni de producir tanto bien. Cristo trajo la justicia a las naciones con Él, Él es la justicia; antes de su venida la justicia era ética de humanos y a lo más, leyes expresadas en un monte; pero después de Él la justicia tiene nombre, forma y carne. La miramos en la cruz y la vimos salir de la tumba.…y su ministerio, ¡ah! ¿Qué puedo decir de su ministerio? ¡Lleno del Espíritu! Total y absolutamente lleno del Espíritu. Más no te confundas, no estaba ebrio en una reunión de oración ni tampoco articulando lenguas espirituales (lo cual es bueno); fue más que manifestaciones espirituales y temblar bajo el polvo de oro. Él siempre estuvo lleno del Espíritu, anduvo en Él, comió en Él, durmió en él. Podía arreglar mesas por el Espíritu en la carpintería de José o andar sobre el agua en el mismo poder. Así que se dio el lujo de no gritar ni alzar la voz y las multitudes se derretían ante sus palabras. No fue un vocero que gritara por las calles, era una sinfonía de palabras, la modulación de su voz fue perfecta, hipnotizante. Gustaba de contar historias y de embelezar a sus oyentes; convertía lo cotidiano en maravilloso y podía ilustrar su mensaje con un niño. Querías verlo sonreír y después de escucharlo eras impelido a dejar tu aldea para seguirlo. Simplemente encantador. …un flautista mágico en su voz.Pero quizá una de sus virtudes más altas se hallaba en su compasión: “no quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare” –dijo el profeta. Se encontró con el deshecho de la humanidad una y otra vez y siempre lo recogió amorosamente. Jamás quebró al indeseable. Reparador por naturaleza no procuró la muerte digna del leproso, sino la vida limpia y abundante. No apagó al publicano sin remedio, pues siempre supo encontrar la forma de salvarlo. Cuando el pábilo sólo tuvo humo lo levantó de la tumba después de cuatro días, Lázaro puede contártelo. Las prostitutas y los asesinos hallaron en Él esperanza. Florecía el camino por donde pasaba, por decirlo así.¿Ahora entiendes por qué soy cristiano?¿Comprendes la razón por la que deseo pasar mi tiempo con Él?De todo lo bueno y deseable, nada se le compara. Me emociono de sólo pensar que estaremos juntos por la eternidad; y por eso, siendo pastor, abrimos las instalaciones del santuario a manera del tabernáculo de David: 24 horas en su Presencia. Día y noche, a la hora que quieras para estar con Él. Te abro mi corazón: ¿cómo puedo convencerte que tengas a diario citas con Él? Devocional Diario Dr. Roberto Tinoco.
Posted on: Fri, 02 Aug 2013 13:16:27 +0000
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