Para quienes estuvimos cerca, y miran el face, hoy es aniversario del fallecimiento de Micael David AcuñaASTA HOY No tenía la exacta idea de lo que quería decir en mi interior cuando mirándolos en la distancia y en la proximidad en este estar en un lado y al mismo tiempo compartir otro, que algunos torpemente llamaron bilocación. En todo este tiempo que he mirado una carta que se ha añejado en mi carpeta sin saber que hacer con ella porque es estúpida y al mismo tiempo mía. Hasta hoy, cuando este correo me comunicó con cada uno de los días con que estuvimos cerca, muchas veces sin descifrarlo, me decía… ¡Por fin llego! No puedo ofrecerles consuelo. No sabía ¡qué era! pero eso no. Podía decirles, estoy cerca, los escucho, rabio con ustedes, pero no podía decirles les ofrezco consuelo. Porque no puedo consolar porque eso es como acostumbrarse solamente. Aunque Micael por boca de cada uno de ustedes nos diga que no lloremos es porque ya lloramos en ese momento en ese instante en la infinitésima medición de las tristezas. Desde entonces no puedo consolarlos. No nos vamos a acostumbrar a que no esté. Porque siempre estará en ese nuevo espacio, en esa cuarta dimensión kantiana que se comunica tantas veces con cuantos signos. A una persona muy querida hace ya un tiempo atrás le expresaba: No se muere para irse a ninguna parte. Porque esta es la parte donde estará siempre. Micael, querido ¡te amo! aunque me cuesta cumplir con tu encargo. Dionel 14,12 del 22 de Septiembre 2006 .
Posted on: Thu, 04 Jul 2013 06:29:15 +0000
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