Para reflexionar... Cambiando El Viejo Por El Nuevo "... las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17). Carlito, un pequeño niño, le gustaba brincar con sus pequeños coches de colores bien vivos, aunque estuviesen ya viejos y, algunos, sin las ruedas. En su cumpleaños, su abuelo le dio varios pequeños coches nuevos. A partir de aquel día, Carlitos pasó a brincar apenas con los que había recibido del abuelo, olvidándose completamente de los viejos. Su madre, vendo que no brincaba más con sus pequeños coches antiguos, le preguntó: "¿Por qué usted no brinca más con sus viejos coches?" "Porque no me gustan más los viejos. Prefiero más eses nuevos", contestó el niño. Cuando aún no tenemos el Señor y Salvador Jesucristo en el corazón; cuando no conocemos la Palabra de Dios y sus maravillosas enseñanzas; cuando la vieja naturaleza continúa a domeñar nuestras vidas; podemos hasta engañarnos y pensar que qué el mundo nos ofrece es atrayente y satisfactorio. Sin embargo, a lo encontremos los caminos de Dios y toda la felicidad que Él nos da, ya no nos contentamos más con aquello que parece agradable en el mundo y preferimos alterar el camino de nuestras vidas, pasando a andar en la presencia gloriosa y bendita del Señor Jesus. Si el viejo no más nos agrada, cambiemos para el nuevo. Si las trampas mundanas no pueden más engañarnos, agarremos en las manos de Dios. Si lo que el Señor nos ofrece es mucho mejor de lo que teníamos antes, ¿por qué permanecer en la vieja ilusión? Como aconteció con el niño Carlitos, aquéllos que tienen un encuentro con el Señor Jesus y pasan a experimentar la alegría y las bendiciones que Él ofrece, dejan para detrás y se olvidan completamente del mundo y de sus placeres engañosos. El nuevo -- Jesucristo, es muy mejor para nosotros que el viejo -- el mundo y sus falsas luces.
Posted on: Sun, 21 Jul 2013 08:23:20 +0000
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