Pereira, noviembre 20 de 2013 Profesor Samuel Eduardo - TopicsExpress



          

Pereira, noviembre 20 de 2013 Profesor Samuel Eduardo Trujillo Henao Facultad de Ciencias de la Salud - Universidad Tecnológica de Pereira La Universidad. Apreciado Samuel. Después de conocer la carta que me envió tu señora esposa, la Dra. Bibiana Murillo Gómez, leí una vez más el artículo que escribí para el periódico LA PALABRA No. 3, “La marca UTP y el programa de especialización en Neurología Clínica: Cómo se desnaturaliza la universidad”. Ello en razón a que las observaciones hechas en su misiva me parecieron extrañas, pues en mi escrito no existe ninguna alusión personal a ti, ni adjetivo descalificador alguno o que indujera a pensar que tu participación en el episodio descrito estuviera guiado por una actitud “malévola”, como ella lo refiere en su comunicación. Me parece que incurre en una exageración al afirmar que se “siente en peligro por lo que usted ha escrito”. De igual manera procedí a releer el artículo al recibir tu comunicación dirigida a ASPU, en la cual controviertes lo escrito por mi. La única referencia hecha a ti, sin siquiera mencionar tu nombre, es cuando afirmo que: “Curiosamente quien presentó el proyecto no es especialista en el área”, pues el propósito del artículo nunca fue poner en tela de juicio tu actuación en el proceso sino ejemplificar, con ese caso, la forma como la alta dirección académica, los Vice Rectores de Investigaciones, Extensión e Innovación, Germán López Quintero y Académico, William Ardila Urueña, actuaron y presionaron para que, pasando por encima de la negativa aprobada en el Consejo de Facultad de Ciencias de la Salud, saliera adelante una decisión contraria a la lógica académica que debe tener la Universidad, según mi parecer: ofrecer programas de formación, investigación y extensión a la sociedad, en aquellas áreas del conocimiento en las cuales haya desarrollado fortalezas y disponga de competencias, recursos y experticia suficientes. Me parece desafortunado el giro que utilizas cuando señalas “Esto lo digo porque si la intención de nuestro presidente sindical y representante de los profesores al Consejo Académico, era poner de ejemplo un proyecto (Universidad–Empresa–Estado) para seguir atacando a su hermano como nos tiene acostumbrados en su igual permanencia reelecta”, puesto que entras en el juego simplista y distractor en el que se pretende encasillar el debate universitario actual de la UTP, de explicarlo todo como resultado de un enfrentamiento fratricida tipo Caín y Abel, desconociendo la argumentación que ha estado presente siempre, en todos los casos en que he controvertido las decisiones, estilos y ejecutorias de la dirección universitaria. No sólo de esta, sino de anteriores, cuando también los profesores, con sus votos, en procesos democráticos de elección me confiaron su representación. Pero que le vamos a hacer. Como ya lo afirmó Buffon desde el siglo XVIII, “el estilo es el hombre”. No se cuál es la razón que te motiva a presentarme como faltando a la verdad cuando refiero que al Dr. Aguirre no se le recibió en el Consejo Académico, a no ser que tengas una confusión sobre los escenarios de discusión. No es cierto lo que afirmas. Ello lo puedes corroborar en las actas y también en la documentación que existe referente a las peticiones que se hicieron, tanto por parte del profesor Aguirre como mía, para que fuera escuchada su argumentación o sus objeciones al proyecto, en el mencionado Consejo. Finalmente quiero reiterar mi extrañeza por la forma en que confundes las cosas cuando señalas: “Ahora les cuento que nunca tuve apoyo de mi representante profesoral por esta incómoda experiencia que conoció en la sesión del Consejo Académico y hoy veo con desilusión, como le sirvió más el tema para seguir atacando al Rector, que para defender a sus agremiados. Lo digo porque el hasta donde tengo conocimiento el Dr. Aguirre no pertenece a ASPU” (sic). Vuelve y juega el manido estribillo de “atacar al Rector” –al estilo del cuento de Caperucita Roja y el Lobo Feroz. He defendido unos métodos, unos procedimientos, unos principios, unos criterios, unas garantías para que se puedan expresar en igualdad de condiciones las diversas opiniones de los profesores, sean o no afiliados a ASPU. Lo que hay acá es un debate de posiciones en torno a política académica de la Universidad; a los procedimientos adelantados por una administración para imponer sus puntos de vista. Lo demás, amigo Samuel, no pasa de ser el viejo truco de buscar descalificar al contradictor, con cualquier procedimiento, para evadir la discusión de los asuntos en cuestionamiento. Es natural que en la academia se den este tipo de debates y confrontaciones de ideas. Es más, es de la esencia misma de la universidad que así sea. Lo extraño al ethos universitario es que se estigmatice el disenso y se caricaturice a los contradictores. En el próximo número de LA PALABRA publicaremos tu réplica. Bienvenida la discusión que planteas. Por fortuna lo haces de manera franca y no como otros defensores de la administración universitaria, que acuden al anonimato para denigrar de los críticos, con bajezas y calumnias. Cordialmente, Gonzalo Arango J. Presidente ASPU-Risaralda ------------------------------------------------------------ Pereira, noviembre 17 de 2013 Señores ASPU Universidad Tecnológica de Pereira ¡Moción de privilegio! Como miembro de ASPU y docente del grupo proponente del proyecto mencionado en el artículo publicado en el periódico LA PALABRA No 3 del presente mes y año, por el Ingeniero Gonzalo Arango Jiménez, titulado “La marca UTP y el programa de especialización en Neurología Clínica: Cómo se desnaturaliza la universidad”. Me siento en la obligación personal y gremial de comunicarles que se cometió un acto grave de irresponsabilidad al buen nombre y el prestigio académico y profesional de las personas que presentamos el proyecto, a la marca de la empresa NEUROCENTRO y de nuestra UTP. Rompiendo con el objetivo del órgano de difusión que se ha caracterizado por tratar los temas de actualidad de la problemática de la universidad. El más frecuente error al escribir es la falta de información y se agrava cuando se publica y distribuye sin verificación ni confirmación de los datos. Esto sin importar las graves consecuencias que conlleva. Nos toca ahora la tarea más difícil, desmentir en cada escenario la cantidad de imprecisiones dichas, Sobre todo las relacionas con los falsos documentos presentados, las artimañas y las intimidaciones. Esto lo digo porque si la intención de nuestro presidente sindical y representante de los profesores al Consejo Académico, era poner de ejemplo de un proyecto (Universidad - Empresa - Estado) para seguir atacando a su hermano como nos tienen acostumbrados en su igual permanencia reelecta. Mínimo debió escuchar a los que elaboramos la propuesta, como es que no habla con las fuentes, con migo que soy docente y miembro de ASPU, la asociación que preside y debe defender, tomarnos un café, como se hace civilizadamente y complementar la información para escribir LA PALABRA CIERTA. A esta irresponsabilidad se suma como agravante que es parte del Consejo Académico y recibió el documento en extenso con la información que dice desconocer y que más adelante entraré a esclarecer punto por punto. Ahora bien, no sé si lo hace a propósito para aumentar el daño o lo hace al estilo de los senadores que no lee los proyectos antes de votar. Escogió el peor ejemplo para argumentar que no comparte las alianzas estratégicas, pues todos los programas de salud de pre y posgrado son aprobados por los Ministerios de Educación y Salud. Todos requieren escenarios propios o por convenio. Todos reciben visitas dobles en el sentido docencia - servicio. Todas las universidades suscriben alianzas para unir fortalezas. La mayoría de las facultades de medicina, cuentan con hospitales o clínicas propias. La UTP es una de las excepciones. Por lo anterior, la única posibilidad de mantener y formular los programas de salud es con este tipo de convenios. Lo peor es que arremete el ingeniero contra NEUROCENTRO. Un aliado de la UTP desde hace 11 años. Merecedor de varios premios compartidos por proyectos serios, esto no es una artimaña para hacer un trámite. Pero no dice que el HOSPITAL UNIVERSITARIO SAN JORGE es el escenario central y que será el más beneficiado con el posgrado. Es evidente al esconder estos datos que la intensión es lesionar por lesionar. Atacar por atacar. Ahora con la esperanza, que mínimo se publique esta versión en los mismos medios, me permitiré desmentir lo publicado. El programa que según el ingeniero fue sacado del gorro de un mago. Corresponde a un pormenorizado cumplimiento de los 15 criterios del Decreto 1295 de 2010 para la solicitud del Registro Calificado. En la portada y en todas las presentaciones aclaré que mi colaboración se limita a los aportes por mi formación como médico, magister en educación y coautor en 14 propuestas de programas de educación superior, nunca como neurólogo. La presentación principal y dirección del Programa si está en cabeza de una neuróloga con estudios de doctorado que la ubican como una de las personas con la más alta formación en el área disponible en el eje cafetero y acompañada de 6 neurólogos más algunos con subespecialidad. Un trabajo de año y medio que se inició con un equipo interdisciplinario incluyendo egresados, del que se disponen las actas respectivas hasta completar la información requerida. El documento, del que los consejeros tienen el original, presenta toda la justificación por la pertinencia ante la falta de médicos con esta especialidad, como otras, que figuran en el observatorio laboral con muchas vacantes y pocos aspirantes. De los 8 programas de Neurología de Colombia 5 se ofrecen en Cundinamarca y ninguno en el Eje Cafetero y región del Sur Occidente. Un plan de estudios de 4 años acorde con las tendencias de la educación médica neurológica. Que específica las rotaciones que en su mayoría son en el Hospital Universitario en los servicios de urgencias, pisos, cuidados intensivos y consulta externa. Adicionalmente, las extramurales en Neurocentro y fuera de la ciudad y el país, como se programan estos estudios por sus complejas y diversas áreas que pocas veces concentra una sola institución. Un grupo de 11 docentes de Básicas y Comunitarias de la UTP (4 con doctorado, 9 con maestrías y de ellos 2 candidatos a doctorado), 10 docentes del HUSJ del convenio docencia servicio y 7 neurólogos externos incluidos los de Neurocentro para máximo 4 cupos. El componente de investigación, además de los grupos de la UTP que han trabajado con Neurocentro desde hace años, con publicaciones y premios verificables que no son actos de magia, cuenta con grupos específicos incluidos los 19 de la Facultad y el Grupo APPLIED NEUROSCIENCE de Neurocentro debidamente registrado en Colciencias que tienen proyectos aprobados y varias publicaciones. Como aspecto diferenciador Neurocentro es una de las pocas instituciones de salud de la región y el país que cuenta con funcionarios de otras disciplinas con doctorado debidamente vinculados en planta para desarrollar la investigación. La extensión a diferencia de la mayoría de los posgrados de salud del país, además de la educación continua y del impacto para solucionar la alta demanda de pacientes sin atención, pues solo en el tema de urgencias, para poner un ejemplo, la ciudad de Pereira dispone actualmente de un neurólogo para esta modalidad de atención, sumado al problema de la falta de camas (el déficit es cercano a las 200 para esta capital). Otro punto diferenciador es que Neurocentro cuenta con la fundación Neurointervenir, que acoge 170 niños para la Promoción, Prevención y Mejoramiento de la Calidad de Vida Mediante Prácticas de Intervención Médica Avanzada y valga la claridad no es exclusivamente neurocirugía como mal usted los dice. Es cierto que El Dr. Claudio Aguirre nunca participó en el proyecto, pero ese aspecto no es requisito en ninguna universidad del mundo (contar con la participación y el apoyo de 100% de los docentes de una facultad para formular una propuesta). El informe evaluativo que usted menciona está fundamentado en Decretos del 2002 que fueron derogados y comentarios como que “no se necesitan neurólogos en Risaralda, pues los pacientes cuando no encuentran cita la piden en otras ciudades como Bogotá”. En ningún momento se presentó una revisión de los 15 puntos planteados. La afirmación que usted publica donde dice que el Dr. Aguirre argumentó que “la UTP no está para darle soporte académico a al programa”, es otra razón más que justifica la alianza. NO menciona el artículo que fue por silencio administrativo que se acudió, según el conducto regular, a las instancias superiores para que revisaran, analizaran y aprobaran o no la propuesta. Ahí no hay artimañas ni episodios extraños. El señor Decano se declaró impedido para votar por un conflicto de intereses. No porque el proyecto no cumpliera requisitos. La participación del Dr. Aguirre fue muy desafortunada en esa reunión, en vez de presentar con seriedad y respeto sus puntos de vista, arremetió con descalificaciones contra los proponentes e incluso, contra el Gerente del Hospital quien estaba ausente. Esos fueron los actos de indisciplina que lo llevaron a una indagación preliminar, NO su postura en contra que es muy respetable. Vale la pena mencionarlo, diligencia que se archivó, porque una de las ofendidas no amplio la queja y para los otros testigos como el Decano “con esas actitudes y frases se discute en la UTP, ahí no hubo indisciplina” en otras palabras aquí es normal que un docente ante un Consejo de Facultad pueda tratar a sus compañeros y colegas de deshonestos y vendidos. En mi caso me fue negada una moción de privilegio al solicitar más respeto hacia los visitantes…..Ahora les cuento que nunca tuve apoyo de mi representante profesoral por esta incómoda experiencia que conoció en la sesión del Consejo Académico y hoy veo con desilusión, como le sirvió más el tema para seguir atacando al Rector, que para defender a sus agremiados. Lo digo porque el hasta donde tengo conocimiento el Dr. Aguirre no pertenece a ASPU. Otra frase que me sorprende es cuando escribe el ingeniero que al Dr. Aguirre no se le recibió en el Académico. Claro que fue atendido como consta en el acta y con tiempo suficiente presentó sus opiniones en contra. Y allí también, el Decano se abstuvo por razones personales y el conflicto mencionado creo que por pertenecer en su práctica privada al grupo de profesionales empeñados en embestir el proyecto. En realidad lo que hicieron fue traer los problemas de la calle a la UTP, atacando a la competencia que es Neurocentro. Nunca presentaron un argumento de fondo para que no se pudiera ofrecer el programa. Claro está que esa decisión de no votar se la admiro al Dr. Monsalve y aprovecho estas líneas para reconocerle la seriedad como manejó su incómoda situación. Soy del sindicato y seguiré mientras pueda, porque respeto y confió en sus principios. Hago esta moción para en algo aclarar tantas inconsistencias que pisotean las instituciones y nos dejan muy mal como académicos y profesionales al no intentar por lo menos esclarecerlas. El que calla otorga. Que viva la universidad pública, la universidad respetuosa, la universidad tolerante, pluralista, del pueblo para el pueblo, la universidad que no se desnaturaliza. Samuel Eduardo Trujillo Henao Docente Facultad Ciencias de la Salud.
Posted on: Wed, 20 Nov 2013 21:24:18 +0000

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