Política rastrera Por: SALUD HERNáNDEZ-MORA | 9:25 a.m. | 19 - TopicsExpress



          

Política rastrera Por: SALUD HERNáNDEZ-MORA | 9:25 a.m. | 19 de Octubre del 2013 Salud Hernández-Mora A estas alturas de las negociaciones, Santos debería reconocer que el problema no somos las personas que él insulta tildándonos de enemigos de la paz solo porque contamos verdades, sino los nunca de las Farc. Comparte este artículo Twitter246 13 Read LaterInstapaper Hallé este párrafo en medio de uno de esos documentos cargados de insufrible verborrea grecoquimbaya que los jefes de las Farc envían a los periodistas: “Es indispensable acorazar jurídicamente el eventual Acuerdo para que ningún gobierno caiga en la tentación de desconocerlo y, sobre todo, hay que guarecerlo de las injerencias de la juridicidad internacional con el despliegue de la bandera de la soberanía jurídica, y con el hecho cierto –que todos los colombianos debemos reivindicar–, que ningún entramado jurídico internacional puede estar por encima de la decisión del constituyente primario”. Pues una vez más siento anunciar al combo Márquez del ron y la hamaca, que si no pagan unos años de cárcel y si el acuerdo final no cuenta con el consenso de todos los colombianos, tarde o temprano vendrá otro gobierno a meterlos presos y si no, lo hará algún tribunal extranjero. Creer que se irán a sus casas venezolanas a seguir viviendo rico de la plata que roban a sus compatriotas a sangre y fuego, solo porque un Santos debilitado y ansioso por reelegirse está dispuesto a darles lo que pidan, que ni lo sueñen. Mínimo ocho años tras las rejas, igual que sus aliados paramilitares, que ya es demasiado regalo por los infinitos males causados. Solo con el riguroso informe de la Fiscalía sobre cómo el ‘Mono Jojoy’ y su Bloque Oriental reclutaron 1.364 niños, algunos desde los 5 años, hay materia suficiente para llevarlos a juicio fuera de estas fronteras. Ese inamovible de atar la Justicia internacional y gobiernos venideros es otro obstáculo para culminar pronto el proceso, como necesita Santos. En realidad, el Presidente y su gente ya saben que los engañaron, que no habrá firma ni este ni el otro año, y están viendo la forma de disfrazarlo para que no le afecte la campaña electoral. Una estrategia es repetir que Santos se está sacrificando por Colombia, jugándose su caudal político en aras de lograr la paz, un cuento que no se creen ni los noruegos. Es todo lo contrario: la única opción que le permite jugar fuerte en las elecciones y en el exterior es seguir atornillado a la mesa de La Habana. De ahí que cada día sean más frecuentes sus lastimeras súplicas a las Farc para que firmen cualquier papel que pueda exhibir en la campaña. Pocas veces se ve una negociación tan dispar, donde los terroristas llevan las riendas y marcan el ritmo lento que les conviene, mientras los contrarios les imploran, sin dignidad alguna, que por caridad se apuren. A estas alturas de las negociaciones, Santos debería reconocer que el problema no somos las personas que él insulta tildándonos de “enemigos de la paz” solo porque contamos verdades, sino los “nunca” de las Farc. Y un “nunca” es la entrega de armas. No las darán jamás, las conservarán porque sin ellas no son nadie y porque la violencia forma parte irrenunciable de su estrategia de conquista del poder. No olvidemos que la Unión Patriótica fue una combinación de política y armas, aunque eso no justifica que la masacraran. Otro “nunca” es aceptar un referendo en lugar de un cambio constitucional que los blinde de las cárceles para siempre. Y hay más “nuncas”. Así que si Santos se atreve, que declare que son las Farc las que quieren seguir la guerra. NOTA: Gran navajazo trapero de Zuluaga y Uribe a Pacho Santos. En la convención amañada, esperan darle la puntilla final. ¿Ganará la política rastrera? Veremos. Salud Hernández-Mora
Posted on: Mon, 21 Oct 2013 02:42:26 +0000

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