Por Gerardo Bleier LETRAS. El año 1984 marcó un antes y un - TopicsExpress



          

Por Gerardo Bleier LETRAS. El año 1984 marcó un antes y un después en la historia del Uruguay: se llevaron a cabo los primeros comicios electorales tras once años negros, once años de oscuridad, once años de noche oscura, once años de “de esto no se habla”, once años en los cuales sucedían cosas que tan siquiera se podían nombrar, puesto que eso significaba correr el riesgo de desaparecer en el fondo de un agujero negro. Once años de negra dictadura que transcurrieron desde 1973 hasta 1985. Años en los cuales se intentaron callar gritos desesperados, años en los cuales se desvió la atención hacia acontecimientos como por ejemplo el Mundial de Fútbol “Argentina ‘78”, país en el cual también se estaban cometiendo terribles atrocidades bajo la connivencia de uno de los genocidas de estado más grandes de todos los tiempos, Jorge Rafael Videla. Decir “Frente Amplio” en esos tiempos significaba muerte, tortura, “sedición”. Y no se decía. La gente estaba aterrada. Los mayores temblaban. Temblaban por los militantes que ponían su vida en riesgo en el afán de la lucha por un mundo mejor, que en el mejor de los casos pasaron esos años encerrados en el Penal de Libertad o en el Penal de Punta de Rieles, sufrieron torturas, y en el peor de los casos, fueron ejecutados sin miramientos, torturados como los reos de la inquisición, mientras los torturadores de deleitaban viendo a sus víctimas sufrir la picana, el submarino y tantas otras atrocidades. Pretendían instaurar que ser de izquierda era ser un sedicioso, un subversivo, y no escatimaban en asustar a la población civil, ¿quién puede olvidar aquellas horribles cadenas poco antes de la hora 20 en la cual el gobierno de facto anunciaba a quién estaba buscando? Bajo las cloacas, en los calabozos, seres que pretendían pelear por equidad, tolerancia, igualdad, diversidad, soportaban o morían. Tan soberbios resultaron los militares que daban por sentado que habían logrado su objetivo, que se animaron a lanzar una consulta popular en el año 1980, en la cual se le consultaba a la ciudadanía si quería que ellos permanecieran en el poder, o de lo contrario que se reinstaurara la democracia. Días antes de esos comicios, hubo una represión durísima por los manifestantes por el “No”. Hubieron torturas, palos, y caballos. Tan seguros estaban los criminales que triunfarían, que para celebrarlo organizaron el recordado “Mundialito”, como corolario para el festejo de su continuidad en el poder. Así como el tirano de Videla festejó con un Mundial, Uruguay no podía ser la excepción. Por eso, cuando aquel último domingo de noviembre de 1980, se fueron escrutando los circuitos, y la papeleta del “NO” gritaba desesperada, estos criminales de toga negra asumieron su derrota. El “Mundialito” se realizó de todos modos puesto que ya estaba todo planificado, y no podían decirle a los europeos “no vengan porque perdimos el referéndum”. El recordado tema “Uruguay, Uruguay, te queremos, te queremos ver campeón”, emblema de aquella copa, no fue el que habían pensado los dictadores, el tema original era una marcha militar que por suerte se logró cambiar. Y tiempos de cambio se estaban gestando. En 1983, nadie olvidará aquella marcha del Obelisco, a Candeau, al río de cabezas que se veía. En 1984 ya se sabía que en el mes de noviembre habría elecciones. Sin embargo, el Frente Amplio estuvo proscripto hasta último momento. ¿Cómo olvidar el día del primer acto público portando las banderas rojo-azul-blancas? Multitudes enardecidas, se respiraban vapores de libertad, aunque faltaba mucho aún. Decir “Frente Amplio” se transformó en el más hermoso fetiche para muchos de nosotros. En aquel noviembre de 1984, los resultados para el Frente Amplio fueron magros en las urnas. Triunfó el Partido Colorado, y el candidato fue Julio María Sanguinetti. Con el retorno de la democracia, muchos esperábamos se hiciera justicia. Que los crímenes de la dictadura no quedaran impunes. Pero eso se transformó en una utopía. Julio María Sanguinetti, en 1986, parió la “Ley de Caducidad”, bajo el lamentable argumento de que como los “sediciosos” habían asesinado, no los castigaría, y tampoco castigaría a los militares que habían asesinado. Sin embargo, el mentado Doctor sabía y con creces que esos “sediciosos” estaban todos muertos, otros habían sido brutalmente sometidos a torturas, otros enloquecieron, y la nefasta ley fue un pacto de connivencia entre Sanguinetti y Satanás. Como objetivo fundamental, el Frente Amplio, desde su rol de oposición se propuso pelear contra la impunidad, contra la privatización del estado (en 1992 se votó un referéndum puesto que se quería realizar lo mismo que en la República Argentina, donde Carlos Saúl Menem vendió el país entero, dejando al país sumergido en el hambre y el caos). Uruguay recibía los coletazos de sus vecinos argentinos, cuando la convertibilidad de Menem se fue al diablo, y el 19 de diciembre de 2001 un De La Rúa cobarde huía de la Casa Rosada en helicóptero, el 19 de junio de 2002, un Jorge Batlle dejaba a nuestro país en ruinas, dejando a la gente en la miseria, y con sus ahorros atrapados por la maniobra de los Peirano. Fueron muchos quienes abandonaron el Uruguay en el año 2002. Cuando se realizaron los comicios del año 2004, la gente quería un cambio. La gente estaba harta de políticas neoliberales de blancos y colorados. Y fue entonces, que aquel sueño, aquella utopía que muchos no creíamos ver en vida se hizo realidad. El Frente Amplio, la izquierda, se hizo gobierno. Esa noche nadie durmió. Votando Frente Amplio desde siempre, con escasas esperanzas, nuestro sueño se había hecho realidad. Se acabarían las injusticias. Se acabaría la corrupción. Todos los sectores de la izquierda estarían unidos desde la política de las izquierdas, las acciones colectivas, siendo parte de un grupo. Lamentablemente no fue así. Hubo algo que fue imposible de retomar. Y eso fue precisamente el espíritu colectivo, el espíritu de ser-parte-de-un-grupo, cada sector quiso ser protagonista, generando hoy, casi una situación de CAOS en la izquierda. Resulta increíble que compañeros que otrora peleaban por lo mismo, hoy peleen entre ellos. Las cosas se están yendo de las manos. Hoy el Frente Amplio es gobierno, pero es preciso un CAMBIO URGENTE en la izquierda. Es preciso, entonces, una NUEVA IZQUIERDA. Como a muchos, este tema, ocupa y preocupa, Gerardo Bleier no es la excepción. Es preciso refundar la izquierda. Es preciso fundar una nueva izquierda. Gerardo Bleier viene analizando estos temas desde hace unos años. Es entonces, que nos ocuparemos de entender la concepción de la Nueva Izquierda de Bleier. Él aspira a que esa Nueva Izquierda se lleve a cabo en Uruguay, que Uruguay, entonces sea el Modelo de la nueva izquierda. Según Gerardo, el siglo XX creyó poder fundar una sociedad sin pasado, mientras que los sabios de todos los tiempos han sostenido con persistente tenacidad que el mundo por venir será el mismo mundo, el mundo mismo apenas diferente: “Ahora sabemos que lo nuevo nunca lo es del todo cuando referimos a los asuntos humanos. Toda pretensión revolucionaria hay que diseñarla por ello tomando en consideración que se desenvolverá en muy extensos períodos históricos. La democracia como realización plena, su potencia integral como idea y como praxis, no se ha implementado nunca en país alguno de la tierra en ningún tiempo histórico. La democracia plena, esto es, la organización de la sociedad según un modelo que hace posible la política, que distribuye el poder en la comunidad, no se ha realizado nunca en ninguna sociedad. En todas las épocas la resolución de los conflictos de intereses siempre se ha resuelto según la capacidad de poder, de fuerza, que las partes intervinientes en el conflicto de intereses están en condiciones de aplicar para lo consecución de sus objetivos. Donde actúa la fuerza como violencia, no necesariamente siempre militar, no hay política. El estado de derecho democrático republicano fue el primer esfuerzo por resolver ese conflicto en el contexto de los nacientes estados nación post revolucionarios. El estado nación, esto es, la comunidad organizada democráticamente en torno a un pacto de derechos fundamentales no es lo mismo que el estado nacional “(GB) Según algunas escuelas de la ciencia política, un estado-nación se caracteriza por tener un territorio claramente delimitado, una población constante, si bien no fija, y un gobierno. El Estado nación se crea, históricamente, mediante el tratado de Westfalia, al final de la guerra de los 30 años (1648). Mediante este tratado se acaba con el antiguo orden feudal, y se da paso a organizaciones territoriales y poblacionales definidas en torno a un gobierno que reconoce sus límites espaciales, y por lo tanto, de poder. (Wiki) “La izquierda y la derecha como tradiciones ideológicas universales que expresan a grandes rasgos en el terreno de las ideas y de la praxis política la lucha de clases contienen en su seno como parte del espíritu revolucionario en la una y una natural vocación preservadora de privilegios en la otra, el germen del autoritarismo contra el que a riesgo de deslegitimarse como opciones políticas se ven obligadas a estar todo el tiempo precavidas. Esto es, para participar de la política democrática todas las tradiciones político – culturales no pueden imponer sus criterios subjetivos, ideológicos, morales, que en general por otra parte, no hacen sino reproducir intereses según qué posición se ocupa en la sociedad. No pueden porque en caso contrario abandonan la política, se autoexcluyen de la civilización. Y en el actual tiempo histórico, cavan su fosa. El orden político democrático en el actual período histórico de la civilización es el único que garantiza estabilidad.“ (GB) El Rol de la Izquierda. “La más desafiante de las acciones que la izquierda puede por primera vez en la historia acometer es la revolución democrática contra las lógicas autoritarias implícitas en el estado nacional. Poner a disposición de cada individuo particular los instrumentos para que acceda a la forma de vida que él mismo elija, y en tanto que ser dependiente de los otros individuos, en tanto que ser social, generarle las condiciones de su realización siempre que la misma no impida la realización de otros sujetos o comunidades. Es decir, hay que reinventar el Estado de derecho sustituyendo la ingeniería jurídico político – militar diseñada para el estado nacional por una que se fundamente en la comunidad. Ir de las lógicas del estado nacional al estado al servicio de la comunidad. Lo radicalmente nuevo en la caracterización del mundo que habitamos (con toda su compleja pluralidad) es que puede ya pensarse en una forma de organización de la sociedad que comience a superar al modelo Estado – Nación tal y como este ha funcionado en los últimos trescientos años. ¿Cómo desarticular los espacios de arbitrariedad del poder al mismo tiempo que se crea un modelo de organización político - jurídica que tienda a superar la lucha de clases? Ese es uno de los desafíos intelectuales al que hay que dar respuesta. El proceso histórico insumirá varias décadas y podrá plantearse como desafío realizable siempre que se trabaje al mismo tiempo por un modelo de gobernanza internacional que revalorice y establezca garantías a la tradición que confiere el derecho a la autodeterminación en la elección de sus formas de organización del poder a las comunidades humanas. “ (GB) “En el caso de América del Sur resulta por ello relevante alcanzar, quizá por primera vez en la historia, modelos de integración que establezcan autonomía política y económica a la región. El debate sobre los acuerdos de libre comercio no es irrelevante, pero no es sustancial a la consecución de ese objetivo. Cuando un grupo político, cualquiera este sea, accede al control del aparato del estado, suele ocurrir que deja de pensar en proyecto y comienza a actuar según una lógica de poder auto afirmativa: ¿cómo las sociedades se defienden de esa peligrosa tendencia que se reproduce en todas las épocas y en todas las ideologías?” (GB) “Transferir el poder a la comunidad mediante ingenierías político – jurídicas que neutralicen toda forma de subjetividad moral y erradiquen las lógicas egoístas que ha producido (con la conformación de islas territoriales para ricos y guetos para pobres, islas tecno - burocráticas contra ciudadanos casi desamparados) el desarrollo capitalista en la abrumadora mayoría de los países del mundo, ese es uno de los desafíos de corto plazo.” (GB) “Como cualquiera comprende, este enunciado sustancial del modelo de sociedad al que la izquierda aspira entraña desafíos intelectuales y tácticos, una ética política y modalidades de gestión del Estado.” (GB) Gerardo Bleier analizará entonces, el proceso histórico que condujo al Frente Amplio al gobierno de la República Oriental del Uruguay. Y desde ese punto de partida, elaborará su postura de lo que él entiende que debe ser el modelo de la política del Frente Amplio. ¿Tal modelo podrá servir de referencia para la nueva conformación político-cultural de la Izquierda en el siglo XXI? “La izquierda uruguaya, en su sustancia esencial, acaso como consecuencia del ser intelectual desde el punto de vista político - cultural de sus tres más importantes líderes: Líber Seregni, Tabaré Vázquez y José Mujica es posiblemente la única en el mundo para la cual libertad e igualdad constituyen una dialéctica indisoluble.” (GB) “Aunque hay en su seno pequeñas corrientes o conglomerados de individuos que todavía no asimilan en sus prácticas esa matriz político – cultural el “frenteamplismo” como fenómeno ideológico es esencialmente una dialéctica entre marxismo y republicanismo y en ello radica su empuje y su originalidad.” (GB) “Precisamente por ello, el marco conceptual sustantivo con el que acomete la acción de gobernar se plantea en el horizonte histórico el de diseñar un modelo de organización de la sociedad que promueva la igualdad en el sentido esencial del hacer realidad el “todos los hombres nacen libres e iguales” al mismo tiempo que desarticula progresivamente los instrumentos con los cuales se han puesto en práctica durante los últimos tres mil años todas las formas de autoritarismo estatal o privado.” (GB) “Se trata evidentemente de un proyecto civilizatorio extremadamente ambicioso para cuya implementación es necesario antes crear las condiciones de autonomía económica (no en un sentido aislacionista sino de optimización del uso de los recursos naturales y de creación de capacidades tecnológicas al servicio de las comunidades que habitan América del Sur) y de autonomía política en cuanto voluntad regional de orientar colectivamente el proceso según una hegemonía de lo político con base en un nuevo pacto de derechos fundamentales.” (GB) Lamentablemente no es así. Hay algo que parece ser imposible de retomar. Y eso es precisamente el espíritu colectivo, el espíritu de ser-parte-de-un-grupo, cada sector quiere ser protagonista, generando hoy, casi una situación de CAOS en la izquierda. Resulta increíble que compañeros que otrora peleaban por lo mismo, hoy peleen entre ellos. Las cosas se están yendo de las manos. Hoy el Frente Amplio es gobierno, pero es preciso un CAMBIO URGENTE en la izquierda. Una Nueva Izquierda. Gerardo Bleier Letras © 2013 gerardobleierapuntespoliticos.blogspot/2013/07/izquierda-posmoderna.html
Posted on: Fri, 26 Jul 2013 21:02:36 +0000

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