Por: Ximena Orosco El 28 de agosto por la tarde la familia Calderón Orozco recibimos una de las noticias más difíciles de aceptar, el fallecimiento de Juan Francisco Calderón Torres, amoroso padre, dedicado esposo, hermano amigo y compañero. Juan Francisco Calderón Torres nació el 23 de junio del 1938 hijo de José Antonio Calderón y Rosa Torres, hermano de Tomas, Pedro, José, Manuel, Abdón, Empera, Angelito; en su juventud conoció una hermosa mujer que sería la compañera de toda su vida Rosa Leonor Orozco Dávila, pues ayer cumplirían 52 años de casados. Fruto de este amor nacieron 8 hijos Carlos Julio, Guido, Lizardo, Mónica, Rosa, Gregorio, Luis, Teresa, era abuelito de 18 nietos y 3 bisnietos. Juan Francisco era una de esas personas imprescindibles en la comunidad. Quien no conocía a Juan Francisco su día empezaba muy temprano con solo o con lluvia, en soledad o con algún amigo salía a visitar sus sembríos, su maíz, su café… cuantas veces mirando la luna vigilaba el día preciso para recoger el fruto de la tierra. Quien no conocía a Juan Francisco, los amigos y vecinos hablan de las construcciones que realizó… más de 200 casas para sus amigos, muchas veces no cobraba, él ponía la magia para que la fría construcción se convierta en un cálido hogar, si era el primero en ofrecer su genial mano para construir capillas y escuelas, quizá las más importantes fueron construidas por mi tío, a fin de que sus hijos y los niños de este sector recibieran la mejor educación, formación… ya que era convencido que la herencia más grande que podía dejar a sus hijos era la educación y así lo vimos en Loja, en Machala encargando a sus hijos, sus grandes amores, arrancándolos de su lado para que edificaran sus vida como buenos hombres y buenas mujeres, orgullosos de llevar los apellidos Calderón Orozco. Quien no conocía a Juan Francisco, mi polifacético tío el carpintero, el ebanista hacia guitarras para regalar a los niños que lo visitaban, muebles, puertas, sillas, si entre sus últimos trabajos están sus 8 silla de madera que tenía guardadas como quien guarda un tesoro pues no quería que nadie las tocara. Quien no conocía a Juan Francisco cuantos cofres mortuorios elaboró y también cuantos pendientes quedaron los hornos de leña. Hoy te despedimos tío Juan pero estamos seguros que los pobres y humildes de este mundo que vienen sin fortuna material, vienen cargados de un gran corazón y de prodigiosas manos para conseguir la mas grande fortuna. Tío Juan los grandes nunca mueren, los humildes nunca mueren, los generosos nunca mueren, las buenas personas que trabajan honestamente hasta el último día de su vida nunca mueren, dejan el mejor legado de amor a sus hijos, nietos, bisnietos y a su entrañable compañera de vida mi Tía Rosita Orozco. Gratitud eterna a los amigos y familiares que han venido de todas partes del país a solidarizarse con nosotros en tan aciago momento.
Posted on: Wed, 04 Sep 2013 03:03:17 +0000
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