Por más difícil que sea, agradécele a Dios por los momentos oscuros. Sí, porque Dios los usa para Su Gloria. Son esos momentos que nos maduran, nos hace resistentes, fortalecen nuestra fe y confianza en Dios, y sirven de testimonio. Fuimos llamados a ser luz en medio de la oscuridad, pero antes de ser luz, Él nos prueba en la oscuridad. La clave es tener FE. Imagínate en un barquito, sin destino, en el medio del mar, y en plena oscuridad... No sabes hacia dónde llegara el barquito, pues la oscuridad es tal como tener los ojos cerrados, y dudas que sobrevivirás; la corriente del mar puede tornar violenta y virar el barquito, y en el mar habitan tiburones que sin duda alguna nos pueden atacar y convertirnos en cena... No sabes que sucederá, pero tienes una de dos opciones: ponerte en posición de feto y llorar, o quedarte sentadito, pendiente por una señal de luz o vista de un puerto seguro. Cuál opción elegirías? Duda o fe? Sí eliges fe, cuándo llegue la próxima prueba, estarás confiado en que Dios guiará tú barquito a puerto seguro... Pero si eliges duda, sobrevivirás pero con terror a la oscuridad, fobia de agua y alto nivel de estrés en medio de lo desafiante... Lo peor es que corres el riesgo de que te de un infarto durante la próxima prueba... Pero aún así, si decides tener fe, el temor no te puede vencer, y menos virar tú barquito. Dios jamás nos abandona pero sí nos prueba. Por eso, lo amo aunque lo sienta distante, le alabo en medio de la prueba, y le doy las gracias en medio del dolor. Gracias Señor por los momentos de oscuridad, porque a través de ellos vi Tú luz, y esa luz ahora brilla en mi. Amén!
Posted on: Fri, 16 Aug 2013 23:19:15 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015