¡Publicidad, publicidad, publicidad! por Javier de la Casa. - TopicsExpress



          

¡Publicidad, publicidad, publicidad! por Javier de la Casa. (Junio.2013) Muchas emisoras de radio y televisión necesitan de la publicidad para poder subsistir, y ello es entendible y aceptable. Si no fuera así, la casi totalidad de medios de comunicación privados tendrían que cerrar su actividad, lo que nos retrotraería a volver a la subvención o a su desaparición, y con ello a una información más limitada, aunque no falta de intereses. Y todo y que sea entendible, se empiezan a notar reacciones por parte de los receptores de esa publicidad, consecuencia de su abuso en muchos programas. Todo y que hay una legislación destinada a que se respete un cierto porcentaje de publicidad por cada período de tiempo de emisión de un programa, el hecho es que los largos tiempos de anuncios publicitarios solo iniciar un programa, o bien a los pocos minutos de haberse iniciado, son una clara muestra de este tipo de programaciones que cortan continuamente el hilo de la emisión y el interés del oyente. La cantidad de anuncios que “te recuerdan” números de teléfono o direcciones de “webs”, “Facebook”, envíos de SMS, etc. se convierten en un verdadero agobio, en general de inutilidad manifiesta. Repetirlos mil veces, solo cansa, no que se memoricen. O anuncios que son “siempre los mismos, insistentes y repetitivos en contenido y en número” de unos productos que uno comienza a odiar. Tal insistencia publicitaria está generando una respuesta silenciosa por parte de muchos oyentes, como es el hecho de bajar el volumen del aparato y convertir los minutos publicitarios en un “sosegado silencio”. Pasado un tiempo prudencial, se eleva de nuevo el volumen, si uno no se ha olvidado de qué trataba el programa. Estos “oyentes” se sonríen cuando el locutor o presentador de la emisora de televisión les dice: “Volvemos en unos minutos. No nos dejen” o “Vamos a publicidad. Cuando volvamos pasaremos lista”. “Espera sentado” piensa el oyente, pasando de ser “oidor” a “odiador” y sintiéndose felizmente realizado cortando el sonido, o cambiando de canal. Y es que –como dicen los neurólogos,- el propio cerebro pone los límites de atención para seleccionar lo que intenta introducírsele abusivamente por los ojos y los oídos. Y como consecuencia de ello, el subconsciente comienza a actuar en defensa de sus propios intereses, y decide “desconectar el aparato” porque lo que le van a decir ni le interesa, ni le motiva, ni desea volver a oírlo. Algunas emisoras emiten los anuncios publicitarios de forma coordinada, de tal manera que aunque se cambie de una a otra del mismo grupo, todas hacen anuncios simultáneos. Y con ello se está consiguiendo otra reacción: apagar el televisor o la radio, y dedicarse a escuchar música sin anuncios, volver a la consciencia y a la vida, leer, salir al balcón, hacer el amor, tomar algo, hacer pis o simplemente dormir. También puede preguntarse: ¿Me interesa esto que hacen? Y ya sabe: (¡clic!).
Posted on: Thu, 20 Jun 2013 08:38:40 +0000

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