¿QUÉ ES LA TRINIDAD?Si vamos a entender las cosas de Dios, así - TopicsExpress



          

¿QUÉ ES LA TRINIDAD?Si vamos a entender las cosas de Dios, así como son reveladas en Su Palabra escrita, tendremos que primeramente entender quién es Dios. Nuestro entendimiento de todo relacionado con la doctrina cristiana depende de nuestro entendimiento de Dios Mismo. Si estamos en error con respecto de quién creemos que Dios es, estaremos en error en todas las cosas relacionadas con Dios. Por lo tanto, un estudio correcto de las doctrinas básicas de la fe no solo debe empezar con la Biblia como el fundamento de toda doctrina, sino también debe creer lo que la Biblia revela con respecto a la naturaleza y Ser de Dios. La doctrina de la Trinidad es una doctrina cristiana vital, y cualquier negación de ella resulta en una negación del cristianismo bíblico. Nuestra comprensión de la misma obra de la redención, y del camino a la salvación, de hecho está muy relacionado con nuestra forma de pensar acerca de quién es Dios. Un correcto entendimiento de la redención siempre está basado en un correcto entendimiento de la Divinidad. Cualquier desviación de la verdad de Dios siempre resultará en una desviación más grande de la verdad acerca del camino de la salvación. Esto se puede ver especialmente entre los muchos grupos que se desvían de la enseñanza bíblica de la Trinidad, ya que cada uno de ellos, en alguna forma u otra, niegan que la salvación sea por gracia solamente, por medio de la fe solamente, contrario a la clara enseñanza de las Escrituras. ¿QUÉ ES LA TRINIDAD? La palabra “trinidad” significa “tri-unidad” o “tres en uno”. Esto significa que hay un Dios que existe eternamente como tres Personas, que cada una de ellas poseen toda la plenitud de la Deidad, y que cada una de estas Personas posee todos los atributos de Dios. Las tres Personas de la Divinidad son perfectas en unidad, iguales en Deidad, y sin embargo son distintas en función. Estas tres Personas son Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo, y son el único Dios verdadero. No son tres “dioses”, sino que hay un Dios verdadero, y solamente un Dios. Esto puede parecer confuso a la mente finita del ser humano, ¿pero podríamos realmente esperar poder encajar un Dios infinito en nuestras mentes tan pequeñas? Como criaturas limitadas, no podemos esperar que sepamos todo lo que hay que saber acerca de la Trinidad. Dios es Dios, y Él está exaltado infinitamente sobre todos nuestros pensamientos y caminos (Isa. 55:9). “Inescrutables [son] Sus caminos” (Rom. 11:33). Debemos tener cuidado de no entrometernos en “las cosas secretas [que] pertenecen al Señor nuestro Dios” (Deu. 29:29a). En vez de esto, somos mandados a creer las cosas que están reveladas claramente, para que podamos conocer a Dios y ser obedientes a Su Palabra (Deu. 29:29b). Así que miremos a lo que la Biblia revela acerca del Ser de Dios como una Trinidad. La enseñanza bíblica de la Trinidad puede ser resumida en tres simples declaraciones que deben ser creídas colectivamente: Solo hay un Dios. Dios es tres Personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada una de estas Personas es plenamente Dios. Cada una de estas tres declaraciones deben ser creídas, y una negación de cualquiera de ellas resultará en la herejía. Ahora continuaremos el estudio al mirar a cada uno de estos puntos en detalle, tal como la Palabra de Dios nos los enseña. 1. SOLO HAY UN DIOS Desde Génesis hasta Apocalipsis, la Biblia deja claro que solo hay un Dios. El mandamiento más grande declara que solo hay un Dios que es digno de nuestro amor y obediencia: Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. –Deuteronomio 6:4-5 El adorar a otros “dioses” es en realidad una horrible ofensa contra el Señor que le provoca a celos. Dios aborrece la idolatría y no compartirá Su gloria con nadie más. El primer y segundo mandamiento del Decálogo dejaron claro a Israel que solo podrían adorar al Señor. Dios dijo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen. –Éxodo 20:2-5 El Señor deja claro que Él es el único Dios, y que no hay otros dioses aparte de Él. Y se repite cuatro veces en los siguientes dos versículos, dejando aún más claro que no hay nadie más que Él: Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo. –Isaías 45:5-6 El mismo tema del único Dios verdadero corre por todo el Antiguo Testamento y hasta al Nuevo Testamento, que también declara repetidamente la misma verdad. Aquí hay algunos ejemplos: ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. –Romanos 3:29-30 Por tanto, en cuanto a comer de lo sacrificado a los ídolos, sabemos que un ídolo no es nada (no tiene verdadera existencia) en el mundo, y que no hay sino un solo Dios. –1 Corintios 8:4 Ahora bien, un mediador no representa a uno solo, pero Dios es uno solo. –Gálatas 3:20 Porque hay un solo Dios, y también un solo Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre. –1 Timoteo 2:5 Muchos más ejemplos pueden ser citados aquí, pero esto es suficiente para demostrar sin duda alguna que la Biblia enseña que solo hay un Dios que es digno de nuestra adoración, obediencia, amor, fe y servicio. 2. DIOS ES TRES PERSONAS El único Dios verdadero existe eternamente como tres Personas: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Aunque es verdad que Dios se reveló progresivamente al hombre a lo largo de la historia mientras que la Palabra de Dios estaba siendo escrita, hasta dar la revelación completa de Sí mismo en el Nuevo Testamento, igual encontramos evidencias de las tres Personas de la Trinidad incluso desde el principio del Antiguo Testamento. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. –Génesis 1:26 El “hagamos” y “nuestra” aquí no puede referirse a los ángeles, ya que los ángeles no ayudaron a Dios a crear nada, y el hombre no fue creado a imagen de los ángeles. El hombre fue creado a imagen de Dios (Gen. 1:27). Por lo tanto hay un fuerte argumento para la pluralidad de la naturaleza de Dios. Más de una persona estaba hablando aquí. Esto es la Trinidad tomando consejo consigo misma. Este punto de vista también está respaldado por la palabra para “Dios” en este versículo, que es “Elohym”, una palabra que es plural en el idioma hebreo. Todas las tres Personas de la Trinidad estaban involucradas en la obra de la creación (hablaremos más de eso después). Hay muchas más pistas en el Antiguo Testamento que señalan que hay más de una Persona en la Divinidad. La Deidad de Cristo y del Espíritu Santo también pueden ser demostradas usando el Antiguo Testamento, pero guardaremos esto para nuestro siguiente punto. Sin embargo, la revelación más plena de la Trinidad se encuentra dentro de las páginas del Nuevo Testamento. Pero esto no viene como una sorpresa porque Dios nos dio la más plena revelación de Sí mismo a través del Evangelio de Jesucristo. Leemos muchos versículos en el Nuevo Testamento que claramente describen la Trinidad. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. –Mateo 3:16-17 Aquí el Señor Jesús, el Hijo de Dios, fue bautizado en el Jordán. Después que subió del agua, el Espíritu de Dios descendió sobre Él, y el Padre habló desde el Cielo. Esta es una referencia clara a todas las tres Personas de la Trinidad, estando involucradas mientras que Jesús comenzaba su ministerio terrenal. También vemos a Jesús enseñar la doctrina de la Trinidad cuando dio la Gran Comisión: Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. –Mateo 28:18-20 Al decir que debemos ser bautizados “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”, Él nos está diciendo claramente que estas tres Personas son iguales en gloria y Deidad. Imagina si Él nos hubiera mandado a bautizar a las personas “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del apóstol Pedro”. ¡Haciendo tal cosa claramente elevaría a Pedro a una posición de Divinidad y gloria que pertenece solo a Dios! Es evidente que Jesús nos enseñó que las tres Personas de la Trinidad son dignas de nuestra adoración. Las epístolas mencionan la Trinidad muchas veces, haciendo una distinción entre las Personas. Aquí hay algunos ejemplos: La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén. –2 Corintios 13:14 Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas. –1 Pedro 1:2 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. –Judas 1:20-21 Hay muchos otros pasajes de la Escritura que demuestran una clara distinción entre los miembros de la Divinidad. Por ejemplo, hay muchos que enseñan que el Padre es una Persona distinta al Hijo (Sal. 40:7-8; Isa. 53:10; Mat. 26:39-42; Juan 4:34, 5:30, 6:38, 8:28, 8:42, 14:10, 17:4, 20:17; Hechos 13:33, etc.). Hay muchas otras Escrituras que enseñan que el Padre y el Hijo son Personas distintas del Espíritu Santo (Isa. 42:1, 61:1; Eze. 36:27, 37:14; Joel 2:28; Mat. 12:18, 12:31-32; Juan 7:39, 14:16-17, 15:26, 16:7, etc.). Muchas más Escrituras podrían ser citadas y expuestas aquí pero estas son suficientes para demostrar que ciertamente hay una distinción entre las Personas de la Divinidad. Hay una herejía antigua que se originó en el Siglo III A.D. llamada el modalismo que niega la Trinidad al decir que Dios es en realidad una Persona que solamente se aparece a las personas en diferentes “modos” o “formas” en diferentes tiempos. Es decir, ellos dicen que en el Antiguo Testamento Dios se manifestó como el Padre, en los Evangelios como el Hijo, y a la iglesia como el Espíritu Santo. El respaldo bíblico para este punto de vista son unos cuantos versículos de la Escritura que ellos sacan fuera de contexto para tratar de probar su caso. Sin embargo, la biblia claramente refuta esta falsa doctrina, como las Escrituras de arriba demuestran (sería bueno para el lector mirar esos versículos y notar la distinción entre las Personas de la Divinidad). Hay una denominación grande hoy en día que mantiene el modalismo en su doctrina; se conocen como la Iglesia Pentecostal Unida. Otros nombres que llevan los modalistas incluyen los “Pentecostales Unicitarios” (especialmente en los EEUU) y los “apostólicos” (especialmente en México). Sus serias desviaciones de la verdad bíblica en este tema los colocan fuera de la esfera del cristianismo bíblico, y no deben ser reconocidos como cristianos. Esto es porque su negación de la Trinidad resulta en una negación de otras verdades bíblicas esenciales (más sobre eso después). 3. CADA PERSONA DE LA TRINIDAD ES PLENAMENTE DIOS. No solo hay un Dios que consiste de tres distintas Personas; cada una de estas Personas es plenamente Dios, es decir, el Padre es plenamente Dios, así como también lo son el Hijo y el Espíritu Santo. El Hijo no es mitad Dios, ni el Espíritu Santo solo un pedazo de Dios, cada Persona es enteramente Dios en Sí misma. Entonces, individualmente, cada miembro de la Trinidad es Dios, y colectivamente, todos son Dios. Por su puesto, nunca podría haber una división en su naturaleza y esencia. En otras palabras, el Padre no es un Dios, y el Hijo otro Dios, y el Espíritu Santo un tercer Dios. Solo hay un Dios. Cada Persona es Dios, y Dios está en armonía perfecta consigo mismo. Dios es Tres en Uno, y como tal, Él es incomprensible a la mente humana. Esto es difícil de entender para criaturas limitadas como nosotros, pero las tres Personas de la Divinidad son Una en naturaleza divina, esencia, atributos y gloria. No hay un ser creado al cual podemos comparar con el gran Creador, y todas las analogías que intentemos de usar para ilustrar quién es Dios fallaran miserablemente. Tenemos que admitir que aunque no podamos encajar este Dios glorioso en nuestras mentes pequeñas, debemos aceptar lo que enseña Su Palabra por fe. Para nosotros que lo amamos y creemos verdaderamente, pasaremos toda una eternidad recibiendo una revelación más y más grande de quién es Él. No es nuestro deber tratar de analizar a Dios y descifrarlo lógicamente. ¡Ten mucho cuidado con eso! Así es como muchos se han desviado de la fe a las profundidades de la herejía teológica. En vez de esto, debe ser nuestra obligación estar asombrados y maravillados de Él y glorificarle por quién es. Él es mucho más glorioso, poderoso e incomprensible de lo que jamás podamos imaginar. Seguiremos ahora y demostraremos la Deidad de cada miembro de la Divinidad. La Deidad del Padre. El mero principio de la Biblia comienza por mencionar el Padre: “En el principio Dios…” (Gén. 1:1). A través de toda la Biblia, el Padre es visto como un Dios soberano sobre todas las cosas. Esto también se puede ver en todas las declaraciones de Jesús acerca de estar sometido a la voluntad de Su Padre, especialmente después de la Resurrección, cuando Jesús llamo el Padre “Dios”: Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. –Juan 20:17 Las epístolas continúan con la misma verdad. Por ejemplo, Pablo escribe: Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. –Efesios 4:6 También se puede ver la Deidad del Padre a través del Nuevo Testamento, cuando al decir “Dios” se refiere al Padre. Hay innumerables Escrituras que enseñan la Deidad del Padre. La Deidad del Hijo. Jesucristo también es plenamente Dios. Esto es demostrado muy claramente, incluso en el Antiguo Testamento. Aproximadamente 700 años antes de que Jesús caminara sobre la tierra, Isaías profetizó: Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. –Isaías 9:6 Nota que dice “un niño es nacido” que es “Dios Fuerte”. Está es una clara descripción de la encarnación de Cristo, cuando Dios Mismo se hizo hombre. Él era plenamente Dios y plenamente hombre. Aunque se hizo hombre, Él no dejó su Deidad. Él es igual en Deidad al Padre y es uno con el Padre (Juan 10:30). También leemos en el comienzo del Evangelio de Juan: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. –Juan 1:1-2 El Evangelio de Juan empieza con un paralelo a la oración de inicio de Génesis: “El el principio…” Es decir, Juan está hablando de antes que comience el tiempo, antes de que hubiera ninguna creación, cuando Dios moraba solo en la perfecta armonía de Su propia gloria. Nota aquí que “El Verbo” (un título de Cristo usado por Juan, ver Juan 1:14, 1 Juan 1:1. Apoc. 19:13) ya existía en el principio. Él no fue creado durante le creación que está registrada más adelante en Génesis, sino que ya estaba ahí antes de que algo fuera creado. También, Cristo estaba “con” Dios. Esto enseña que Él es una Persona distinta del Padre. Y Sin embargo, Cristo “era Dios”. Es decir, Él era igual en Deidad con el Padre. Esto es demostrado claramente por otras declaraciones de Cristo donde dice que Él es igual al Padre (por ejemplo, leer Juan 5:17-18, 14:9). Jesús también se pronunció como el gran “YO SOY”: Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. –Juan 8:58 En decir esto, se estaba identificando con el mismo “YO SOY” que habló a Moisés de la zarza ardiente, que no era nadie menos que Dios (Exo. 3:14). Él también declaró que existía antes de Abraham, quien existía antes de Moisés, por consiguiente demostrando que el Cristo es eterno. Es una declaración audaz de Jesús el decir que Él sea Dios. ¡Los judíos incrédulos no tenían problema entendiendo lo que quería decir, porque el siguiente versículo (v. 59) registra que tomaron piedras para apedrearlo por blasfemar! Hay muchas otras Escrituras que poderosamente demuestran la Deidad de Cristo, donde es llamado ‘Dios” o “YHVH” (leer Sal. 45:6-7; Isa. 7:14; Jer. 23:5-6, 33:15-16; Juan 20:28-29; Hechos 20:28; Rom. 9:5; 1 Tim. 3:16; Tít. 2:13; Heb 1:8, 3:3-4; 1 Juan 5:20). Como el Hijo de Dios, Jesucristo existía eternamente. Nunca fue creado. Hay una herejía antigua que se llama el arrianismo que fue condenada por el Concilio de Nicea en el año 325 A.D. que enseña que el Hijo de Dios fue creado por el Padre en un cierto punto de historia, y que el Hijo de Dios fue la primera creación de Dios. Esta herejía enseña que en algún tiempo el Hijo de Dios no existía, y ni tampoco existía el Espíritu Santo. Por lo tanto esto enseña que Jesús no es igual al Padre, sino que solo es la más grande de las criaturas de Dios. Enseña que Jesús era “como el Padre” pero que no era de la misma naturaleza que el Padre. Aunque esta herejía fue condenada hace mucho tiempo atrás por la iglesia, todavía existe hoy en día. Entre los defensores actuales de esta herejía están los “Testigos de Jehová” que enseñan que Jesús fue creado y su nombre es el Arcángel Miguel. Sin embargo, todas las Escrituras de arriba que dicen que Jesús es Dios claramente refutan este punto de vista (Dios no puede ser creado porque Él es el Creador, y como tal es eterno). Adicionalmente, una lectura honesta de Hebreos capítulos 1 y 2 rápidamente demostrará que Jesús no puede ser un ángel, ni siquiera un arcángel, porque dice que Él es más grande que los ángeles. Hebreos también dice que el Hijo de Dios no tuvo principio de días, por lo tanto enseñando que existió por toda la eternidad como el Hijo de Dios (Heb.7:3). La Deidad del Espíritu Santo. El Espíritu Santo también es plenamente Dios. Leemos en el libro de Hechos que el apóstol Pedro llama al Espíritu Santo “Dios”: Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. –Hechos 5:1-5 Nota como Pedro primero dice que Ananías mintió al Espíritu Santo. Pero luego dice: “no has mentido a los hombres, sino a Dios”. Pedro claramente está asociando al Espíritu Santo con Dios mismo. El Señor Jesús también exaltó al Espíritu Santo al lugar de la Deidad en su reprimenda a los fariseos por blasfemar contra el Espíritu: Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. –Mateo 12:31-32 Aquí Jesús esta asociando el Espíritu Santo con Dios al decir que es posible blasfemar contra el Espíritu, un pecado que no tiene perdón. Jesús también asoció al Espíritu con Dios en Lucas 11:20 al decir que Él echaba fuera demonios por el “dedo de Dios”. Sin embargo, en un texto paralelo en Mateo 12:28, Jesús dice que Él echaba fuera demonios por el “Espíritu de Dios”. Él enseño que el Espíritu era Dios mismo. El apóstol Pablo también llama el Espíritu Santo “Señor”: Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. –2 Corintios 3:15-17 La verdad de que el Espíritu Santo es Dios también está demostrada en lo que la Biblia dice acerca de la regeneración (el nuevo nacimiento). En Juan 3:6 dice que los son nacidos de nuevo son nacidos del “Espíritu”. Sin embargo en Juan 1:113 dice que los que son nacidos de nuevo son nacidos “de Dios”. De esta manera, Juan está diciendo que el Espíritu Santo no es nadie menos que Él mismo. La Biblia también enseña que el Espíritu Santo es una Persona y no una fuerza invisible de poder. Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. –Zacarías 4:6 Si el Espíritu Santo no era una persona viva sino una fuerza o poder entonces este versículo sería superfluo y autocontradictorio. Sería una tontería traducirlo de este modo: “No con ejercito, ni con fuerza, sino con mi fuerza, ha dicho Jehová de los ejércitos.” Aquí vemos que el Espíritu es distinto al poder de Dios (aunque, por supuesto, el Espíritu Santo es todopoderoso). Esto también se prueba en 2 Corintios 3:17 donde el Espíritu es llamado “Señor”. ¡Obviamente una fuerza impersonal no puede ser el Señor! La Biblia también usa el pronombre masculino “Él” (Gr., ekeinos) para referirse al Espíritu Santo (Juan 14:26, 15:26, 16:13-14). El Espíritu es claramente una Persona distinta. Él tiene todos los atributos de una Persona distinta, incluyendo el hablar con Su propia voz (Hechos 8:29), prohibiendo ciertas acciones (Hechos 16:6-7), dando testimonio a los hijos de Dios (Rom. 8:16), intercediendo para otros (Rom. 8:26-27), buscando y conociendo los pensamientos profundos de Dios (1 Cor. 2:10-11), distribuyendo diferentes dones a diferentes personas según Su propia voluntad (1 Cor. 12:11), y aun entristeciéndose por el pecado (Efe. 4:30). Él incluso puede ser insultado (Heb. 10:29).
Posted on: Wed, 19 Jun 2013 06:49:22 +0000

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