...Quieres crecer??? Persevera! Hubo una vez 4 semillas amigas - TopicsExpress



          

...Quieres crecer??? Persevera! Hubo una vez 4 semillas amigas que llevadas por el viento fueron a parar a un pequeño claro de la selva. Allí quedaron ocultas en el suelo, esperando la mejor ocasión para desarrollarse y convertirse en un precioso árbol. Pero cuando la primera de aquellas semillas comenzó a germinar, descubrieron que no sería tarea fácil. Precisamente en aquel pequeño claro vivía un grupo de changos, y los más pequeños se divertían arrojando frutas a cualquier planta que vieran crecer. De esa forma se divertían, aprendían a lanzar frutos, y mantenían el claro libre de vegetación. Aquella primera semilla se llevó un platanazo de tal calibre, que quedó casi partida por la mitad. Y cuando contó a las demás amigas su desgracia, todas estuvieron de acuerdo en que lo mejor sería esperar sin crecer a que aquel grupo de changos cambiara su residencia. Todas, menos una, que pensaba que al menos debía intentarlo. Y cuando lo intentó, recibió su trancazo, que la dejó doblada por la mitad. Las demás semillas su unieron para pedirle que dejara de intentarlo, pero aquella semillita estaba completamente decidida a convertirse en un árbol, y una y otra vez volvía a intentar crecer. Con cada nueva ocasión, los pequeños changos pudieron ajustar un poco más su puntería gracias a nuestra pequeña plantita, que volvía a quedar doblada. Pero la semillita no se rindió. Con cada nuevo trancazo lo intentaba con más fuerza, a pesar de que sus compañeras le suplicaban que dejase de hacerlo y esperase a que no hubiera peligro. Y así, durante días, semanas y meses, la plantita sufrió el ataque de los changos que trataban de parar su crecimiento, doblándola siempre por la mitad. Sólo algunos días conseguía evitar todos los trancazos de fruts, pero al día siguiente, algún otro chango acertaba, y todo volvía a empezar. Hasta que un día no se dobló. Recibió un platanazo, y luego otro, y luego otro más, y con ninguno de ellos llegó a doblarse la joven planta. Y es que había recibido tantos golpes, y se había doblado tantas veces, que estaba llena de duros nudos y cicatrices que la hacían crecer y desarrollarse más fuertemente que el resto de semillas. Así, su fino tronco se fue haciendo más grueso y resistente, hasta superar el impacto de las frutas. Y para entonces, era ya tan fuerte, que los pequeños changos no pudieron tampoco arrancar la plantita con las manos. Y allí continuó, creciendo, creciendo y creciendo. Y, gracias a la extraordinaria fuerza de su tronco, pudo seguir superando todas las dificultades, hasta convertirse en el más majestuoso árbol de la selva. Mientras, sus compañeras seguían ocultas en en el suelo. Y seguían como siempre, esperando que aquellos terroríficos changos abandonaran el lugar, sin saber que precisamente esos changos eran los únicos capaces de fortalecer sus troncos a base de trancazos con las frutas, para prepararlos para todos los problemas que encontrarían durante su crecimiento... Si hay changos roeando tu vida, tirandote frutas, sigue perseverando!!! Todas las cosas nos sirven a bien! Los changos te están fortaleciendo!!!!
Posted on: Thu, 20 Jun 2013 18:51:24 +0000

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