Quisiera agradecer a Jazztel los últimos tiempos vividos. Agradezco especialmente que esta experiencia me haya ayudado a fomentar los siguientes valores: - Conocimiento histórico: Al pedir un teléfono de última generación te mandan uno del siglo XX, que no hace lo que querías pero que tiene unos bonitos y grandes píxeles. No funciona correctamente y no te permiten devolverlo, pero la posesión de tamaña antigüedad merece sus sacrificios y los 150 € aprox. que tienes que pagar por él si quieres irte. La cantidad es aproximada ya que cada vez que lo consultas varía, incrementando la emoción de poseer tal joya. - Conocimiento geográfico: Después de intentar infructuosamente que te conecten el roaming tres veces y te dejen disfrutar del aislamiento en un país extranjero en tres ocasiones, la cuarta te ves obligado a consultar el atlas para descubrir que te han facturado llamadas de un país al que no te has acercado a menos de 4.000 Km. Al reclamar no te dan la razón alegando que ‘probablemente has captado el señal de alguna compañía de Gambia desde Polonia’ y que la tarificación 30 veces superior a la normal es comprensible dado tal fenómeno paranormal. - Comprensión lectora: cuando dicen ‘te quedarás por el servicio técnico’ supongo que se refieren a que probablemente morirás a causa de ellos. En cuatro ocasiones necesité el servicio técnico para el ADSL: en tres no solucionaron el problema y en la cuarta lo empeoraron y tuve que contratar asistencia externa para arreglarlo. Interpretar correctamente el eslogan habría evitado entre otros que mis vecinos disfrutaran gratis de mi conexión durante días. Comprobar también en las facturas si te han aplicado los descuentos prometidos y cómo son realmente implica cierto conocimiento en criptografía y enigmismo, cualidad a veces útil para entender las explicaciones surrealistas de los operadores. - Relaciones sociales presenciales: cuando tardan tres meses en instalarte el ADSL y en el proceso te dejan 36 días sin línea, en el fondo te obligan a retomar la sana costumbre de interaccionar cara a cara con tus amigos y clientes. Supongo que el error fue mío al interaccionar con el comercial que me coló el producto con información engañosa y malas prácticas. - Humildad: cuando pierdes tantos pedidos por culpa del mal funcionamiento del servicio de desvío, aviso y recepción de llamadas aprendes a vivir con menos ingresos. Aun cuando aumentan los gastos en telefonía. Además te llevas broncas de tu (ahora ex) novia por no devolverle las llamadas que cree que has ignorado pero de las que no has recibido ningún aviso. Eso es culpa mía por no salir con una operadora de Jazztel. Son tan majas … - Autoaprendizaje tecnológico: Después de tantas llamadas de media hora de duración para no resolver los problemas técnicos que las motivaban aprendes a buscar en Google como solucionar la mayoría de los problemas. No obstante, la solución suele ser ‘cambie de compañía’. Es fascinante descubrir cuántas respuestas diferentes (y usualmente erróneas) pueden facilitarte los operadores a la misma pregunta. Por todo eso y mucho más, gracias Jazztel. Has conseguido algo que no creía que haría jamás: volver con Orange.
Posted on: Thu, 04 Jul 2013 20:01:28 +0000
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