REFLEXION SEMANAL (2da. Parte) En Brasil, los progresos - TopicsExpress



          

REFLEXION SEMANAL (2da. Parte) En Brasil, los progresos económicos y sociales, y la elevación de los niveles de vida de altos porcentajes de la población que presumían Lula y la Sra. Rousseff, ahora son rechazados porque el costo de la vida y los servicios públicos fue elevado para poder organizar la Copa Confederaciones, el Mundial de Futbol de 2014 y la Olimpiada de 1916. En Argentina la Sra. Viuda de Kirchner ha querido modificar la constitución para manipular la elección de los jueces y atinadamente el Tribunal Constitucional, vetó los artificios legales con los que pretendía vulnerar la vida jurídica del país. Y no se diga de otras acciones que tratan de alentar la producción de los agricultores, para luego encajarles altísimos impuestos en la exportación de los productos que ni siquiera se pueden consumir en el país por ser excedentes de la altísima producción lograda. En México, la necesaria lucha contra la delincuencia organizada y la rapiña política, que es un azote social desde hace tiempo, se ve protegida desde la Suprema Corte de Justicia por Ministros o ex Ministros que manipulan a los jueces en favor de sus delitos personales, aún los más dolorosos como son los de casos familiares que afectan a la esposa o amantes y a los hijos. Y los casos de políticos que roban de las cuentas públicas y luego son “salvados” de las detenciones o penas legales correspondientes, con artimañas de “técnica” jurídica, retórica o de contradicciones en la maraña de las legislaciones secundarias que se contradicen. O, se anuncian solemnes privatizaciones que luego son sólo modernizaciones que cada quien entiende según le conviene. Todos estos síntomas, que están reflejando lo que ocurre en casi todos los países en este momento, no es más que la expresión de una especie de auto-demolición de una cultura, del sentido común o de la identidad histórica de algo que una vez se llamó Cristiandad, que sucumbe ante la gran crisis de principios, llamada modernidad, que estalló con la revolución protestante y cuyas secuelas llegan hasta nuestros días. Claro que esto tiene remedio y como en otras ocasiones no basta decirlo una vez, sino repetirlo hasta el cansancio, hace falta el retorno a los fundamentos culturales y religiosos, que hagan patente que Dios existe, y por ello, no todo está permitido y las cosas si tienen sentido. La degradación llegó incluso a que el famoso filósofo Friedrich Nietzsche sentenciara: “Dios ha muerto”. A lo que hay que responder, “Nietzsche es el que ha muerto”. Claro que después de esa lapidaria sentencia hay quienes han querido matizarla y tratar de suavizar su brutal consecuencia, pero queda como una muestra del nivel al que se llegó con la decadencia de la filosofía en un proceso conocido como la modernidad. En alguna otra ocasión abordamos con nombres y detalles a los demoledores de nuestra cultura, personificados en los que quieren destruir las estructuras, las instituciones y los sistemas, que han llegado al anarquismo y el nihilismo. Pero, afirmamos que, ¡no podrán y no pasarán!
Posted on: Mon, 08 Jul 2013 23:06:06 +0000

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