Resistance Roses. Capítulo 25. Te veo de nuevo. -No tardaran en - TopicsExpress



          

Resistance Roses. Capítulo 25. Te veo de nuevo. -No tardaran en darse cuanta.-Dijo Victor apesadumbrado. La habitación estaba a oscuras. Robert tenia al pequeño Jack en sus brazos. El niño estaba dormido, su rostro, el de un ángel. -Se parece tanto a Maggi...-Suspiró Robert. -Pienso que se parece más a Jack.-Le contradijo Percy. Se escucharon pasos desde el gran corredor. Virgo, Aquario, Cáncer, Seether y Evangelos cruzaron la puerta. Los ojos de Virgo buscaron en la habitación algo, pero no lo encontraron. -¿Dónde esta Aries?-Preguntó, su voz era como el susurro cansado del viento. Ninguno de los muchachos contestó. -¿Y William...?-Preguntó Seether. Cáncer se adelantó y cogió a Víctor por el cuello, el chico no pudo resistirse. No podía respirar. -¿¡Dónde están!?-Gritó Cáncer. -Alto.-Gritó Robert, el pequeño Jack se despertó y sus pequeñas lágrimas cayeron por su mejilla. -Hijo...-Cáncer no daba crédito a lo que veía.-Suéltalo, no es tu hijo, es un...un monstruo... -No te consiento que hables de mi sobrino de ese modo, es el hijo de mi hermana y de un hombre, posible mente la persona más valiente que he conocido nunca, que con diecisiete primaveras consiguió rescatar de la tierra a tres hijos, de tres dioses...¿Acaso lo habéis olvidado?-Todos callaron, y Víctor fue soltado por Cáncer. -Entrégamelo hijo.-Dijo Cáncer pacientemente. -No. Aquario miró a Percy y este intentó esquivar su mirada. -Piscis... -No padre, yo...estoy con Géminis... Los dioses no daban crédito a lo que escuchaban, Virgo estaba confusa, pero en lo más profundo de su corazón añoraba no haber podido estar en el lugar de su hija, la que no fue dirigida por su destino. -No es tu hijo...esa persona a la que tanto protegéis mancilló a vuestra hermana, y recibió su castigo con la muerte... -¿A qué llamas mancillar papá?-Preguntó Percy con cierta amargura.-Amar no es mancillar, mancillar yo le llamo a lo que tu te atreviste a hacer con Virgo, pero no por esto te estoy defendiendo mamá.-Aclaró Percy, Virgo comenzó a llorar. -No consiento que hables así.-Aquario levantó la mano, para abofetear a Percy, pero notó presión en esta, lo que le impidió pegar al muchacho.-¿Virgo, qué...? -Se acabó Aquario, esto a llegado demasiado lejos.-Virgo, estaba delante de Aquario sujetando su mano.-No le pegarás, no pegarás a mí hijo, no volverás a arruinarme la vida, y tu tampoco Cáncer, estoy cansada de que siempre me huseis para vuestros placeres personales, de que nunca pueda dar mi opinión, de ser únicamente diosa de la belleza, porque hay muchas más cosas que me caracterizan, bondad, amor y ahora fuerza.-Virgo retorció la mano de Aquario, haciendo que el hombre se convulsionara.-Este niño, queda ahora bajo mi tutela. Percy sonrió a su madre y ella le devolvió la sonrisa, Robert le dio al bebé. -¿Y vuestra hermana?-Preguntó Virgo. Pero no dieron tiempo a que respondieran, Cáncer arrojó del cabello a Virgo al suelo, con un fuerte golpe, Aquario cogió al niño y Evangelos con una magia invisible impidió que los muchachos e movieran, mientras Seether les producía dolor. -Al amanecer este niño será ejecutado, desde todas criaturas de Cístal puedan verlo, y vosotros, tenéis suerte, porque os educaremos, y veremos si dentro de un tiempo tenéis las mismas expectativas que ahora. Y más vale que Aries vuelva pronto y que William la mantenga a salvo, porque sino...-La guardia apareció.-Encuéntrala.-Le dijo Cáncer al jefe de guardia, se refería a Maggi, el hombre asintió. -Esto por mi hijo.-Escuchó decir a Elisabeth. Las puertas de la sala se abrieron y se escuchó el relinchar de un caballo. Maggi abrió los ojos, Elisabeth estaba en el suelo, William había sido liberado y estaba con ella. Un ejército de caballos negros acorraló a los Angores, algunos fueron heridos con las flechas que disparaban con sus preciosos arcos de madera blanca. Maggi estaba asustada, y sus ojos fijos en el que debía de ser el líder. -Déjate ver.-Ordenó Elisabeth, los rostros del ejército estaban cubiertos por capuchas, el líder del grupo retiró su capucha, mostrando así su rostro. Junto con el de dos de las personas que estaban junto a él. -No puede ser...-La voz de Assier era de incredulidad.-Es...imposible. A su lado, había una mujer, su rostro fino, su pelo lacio y rubio, pero lo que definía su raza eran sus orejas puntiagudas, elfos. Y el otro hombre con su piel clara y pelo y ojos grisáceos. En medio de ellos un niño, no debía de tener más de dieciocho años de edad. -No...-La voz de Elisabeth temblaba.-¿Jack? El muchacho bajó del caballo y clavó sus ojos dorados en la mujer. -Hola mamá...-Jack estaba de pié, en medio de la sala, nadie de los ahí presente daba crédito a lo que veían sus ojos. William se levantó y avanzó asta ponerse en frente de el que fue su amigo. -¿Jack?-William no sabía que decir.-¿Eres....eres tú? -¿A quién eperabas?-Su voz dulde se volvía a escuchar, era incluso más hermoso que antes. William lo abrazó, su amigo perdido, estaba de vuelta.-Me alegro de verte...-William sonrió. -¡Jack, todo se desmorona, Aquario y Cáncer...-Jack no lo esuchó, Maggi seguía sentada en el suelo, no podía dar crédito a lo que veía, no quería creerlo, no podría soportar perderlo de nuevo, era un sueño...estaba muerta, pero todo era tan real...William dejó de hablar, vio que Jack no lo escuchaba.-No sabes lo que a sufrido.-Le susurró William.-No la dejes de nuevo... Jack corrió asta Maggi, se arodilló junto a ella y de nuevo la pudo tener entre sus brazos, notando el contacto de su piel junto la sulla, había pasado tanto tiempo...y todo ese tiempo ella le había llorado, sus labios rozaron los de la muchacha, ella no abrazó con fuerza, nadie podría arrebatárselo, no otra vez...no otra vez, de nuevo sintieron el aliento del otro, entre sus bocas entrelazadas, las lágrimas corrían por las mejillas de Maggi, pero esta vez no de pena, de alegría, lo tenia, de nuevo era suya, Jack estaba con ella. Le secó las lágrimas. -Te dije que no te dejaría, te lo prometí.-Le susurró él. -No te vallas.-Le lloró ella.-Por favor... -No voy a irme.-Le aseguró.-Estaré contigo, asta el final, te lo juro.-Besó su frente.-Te amo.-Esas palabras hicieron que su corazón latiera más fuerte, había esperado demasiado para poder escucharlas de nuevo. Maggi lo apretó contra ella. -Señor...-El elfo de ojos grises lo llamó tímido.-Sabn que ella está aquí. Jack sabía que se refería a los dioses. Se levantó, agarrando con fuerza la mano de Maggi, nadie se la quitaría, no esta vez. -Debemos irnos.-Jack miró a su madre.-Mamá... -Perdóname hijo...-Elisabeth estaba avergonzada.-Yo... -No te preocupes.-Sonrió su hijo, Elisabeth secó sus lágrimas.-Podremos refugiarnos en las montañas... -Jamás nos encontrarán allí.-Dijo Assier. -No.-Replicó Maggi, Jack la miró confuso. -¿Qué ocurre?-Acarició su mejilla.-Jamás nos encontrarán...y... -Jack.-Dijo ella, pasó su mano por el rostro del muchacho.-Si vine aquí no fue con la esperanza de encontrarte, todo fue tan real que deveras pensé que estabas muerto...si vine aquí fue...Jack, van a matarlo.-La lágrimas brotaron de nuevo por su mejilla. -¿A quién?-Preguntó él. -A nuestro hijo...
Posted on: Fri, 04 Oct 2013 20:08:08 +0000

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