Rosa Chávez Cárdenas y la historia del birote GUADALAJARA, - TopicsExpress



          

Rosa Chávez Cárdenas y la historia del birote GUADALAJARA, JALISCO (16/AGO/2013).-La historia del pan “birote” me la compartió el ingeniero Nestor Pirotte, mi amigo, un filántropo que ha vivido en Guadalajara hace 34 años, de origen belga, nacionalizado norteamericano, muy culto, habla siete idiomas. Rosa Chávez Cárdenas, terapeuta y también amiga de ambos (mía y de Néstor Pirotte), ha compartido el espacio para narrar esta historia que define una parte de la identidad de los tapatíos, los que han nacido aquí e incluso los que han sido adoptados por la ciudad de Guadalajara. Camille Pirotte, de origen belga, era el panadero de uno de los batallones franceses que arribaron a Guadalajara (el 6 de enero 1864), en el Estado de Jalisco, en México. Se incorporó como voluntario al Ejército de ocupación de los franceses, cuando las tropas imperiales ocuparon la ciudad de Guadalajara. No se puede decir que la ciudadanía recibió a los franceses con alegría, pero sí con tranquilidad, porque en los meses anteriores la ciudad había cambiado de mando varias veces y cuando la ocupaban los liberales mataban a muchos tapatíos conservadores y posteriormente, cuando la ocupaban los conservadores, hacían lo mismo con los liberales. El general francés Camille aprovechó la tranquilidad de la población para ganarse su confianza, siguiendo instrucciones del emperador que le pidió enseñarles a los tapatíos los oficios que ellos sabían, de acuerdo con los conocimientos de la tropa, como la fabricación de muebles, clases de música y la elaboración de pan. El sargento cocinero, de apellido Pirotte, fue el encargado de enseñarles la manera de elaborar el pan. Sin embargo, como las clases se llevaban a cabo en los cuarteles del invasor, no acudían muchos alumnos con el temor de que sus conocidos los consideraran traidores. Para atraer más alumnado rentaron un local en la Avenida Vallarta, cerca del Parque Revolución que en aquella época quedaba en la periferia de la ciudad. En este lugar se incrementó el alumnado, pero el inconveniente era que no encontraban la “levadura” para elaborar el pan; entonces Pirotte hizo varias pruebas con la misma masa con la que elaboraba el pan, la dejaba podrir, sin saber que al echarse a perder se fermentaba, de esta manera encontró la fórmula de la levadura que se utiliza para leudar el pan. Aparte de las clases, tenían a la venta el pan. Pirotte se hizo muy popular, ya que —por órdenes del comandante— el pan que no se vendía después de 48 horas lo regalaban a la población. En esa época había tanta pobreza que al enterarse que regalaban el pan las filas eran enormes. No se tiene la fecha de cuándo al pan se le llamó “birote”; sin embargo, se menciona que entre ellos (la gente) se preguntaban: “¿A donde vas?”. Respondían: “Al pan con Pirote” (se pronuncia Pirot); al no poder pronunciarlo terminó en “Birote”. Cuando terminó la guerra, después del fusilamiento de Maximiliano, por la labor que había realizado el sargento Pirotte —al igual que otros prisioneros a los que dejaron libres—, le ofrecieron quedarse en México o irse a Veracruz para regresar a su patria, una especie de indulto. Pirotte optó por otra posibilidad, irse al puerto de San Gerónimo en el Pacífico, ya que tenía información de que un barco belga hacía el recorrido Amberes San Francisco y pasaría por el puerto (lo que hoy es Lázaro Cárdenas), para que abordaran los ex soldados imperiales. Sin embargo, el barco nunca llegó y Pirotte desalentado regresó a Guadalajara para casarse con su antigua novia, una tapatía de apellido García. El Pirotte desapareció por el temor de que lo fueran a detener y optó por el apellido de su esposa. El ingeniero Néstor Pirotte menciona que encontró a un descendiente de Pirotte de 95 años que tiene un negocio cerca de la Minerva; sin embargo, él no tenía idea de que Pirotte fuera su pariente por el cambio de apellido. Ya instalado, Pirotte continuó con el negocio de la panadería cerca de una cárcel por la Avenida Vallarta. Néstor Pirotte investigó en Bruselas, en el museo de armas, que efectivamente Pirotte había estado en Guadalajara. Tanto el ingeniero Néstor como el panadero Pirotte son de la misma ciudad, Verviers, en Bélgica, sin ser parientes. Menciona finalmente que Pirotte el cocinero no pertenecía a la corte de Maximiliano, como se ha informado en la historia del “birote”.
Posted on: Sat, 17 Aug 2013 00:10:43 +0000

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