SALUD LAS PUPILAS DE LA SRA. IRLEN o EL SÍNDROME DE - TopicsExpress



          

SALUD LAS PUPILAS DE LA SRA. IRLEN o EL SÍNDROME DE IRLEN. “Muy pocas soluciones baratas y fulminantes para los problemas de aprendizaje”’ “¿Cuántos diagnósticos de disléxicos errados habrá habido?” El primer y colosal desafío de la escuela es enseñar a leer y escribir. De hecho, para preocupación de todos, no son ajenos los problemas y desastres que impiden que eso suceda. Las explicaciones burbujean. ¿No será el método de enseñanza? Los profesores no se atreven a decir eso, piensan que son “burritos” los que no aprenden. Cerca de la mitad de los alumnos brasileños llegan al cuarto año funcionalmente analfabetos. • ¿Serán disléxicos? Por ese lado no avanzamos, pues la palabra meramente identifica dificultades de lectura, sin explicar causas. • ¿Tendrán problemas de visión obviamente críticas para el aprendizaje? Pero, los oftalmólogos identifican que solamente un 2 % o 3% de los estudiantes tienen problemas de agudeza visual. Muy pocos para la cantidad que tiene problemas de aprendizaje. • En Belo Horizonte los doctores Marcia y Ricardo Guimarães, persiguen una nueva pista. A pesar de que casi todos identificaron las letras, puede haber un disturbio en el circuito que liga los ojos al córtex visual. Al leer un texto, la pupila precisa moverse (óculo motricidad). Y lo tiene que hacer sin sacudones. Hay casos peores en que una pupila no sincroniza con la otra. Se mueve y se para desligada de la otra. Entonces se produce falta de concentración, dolores de cabeza, náuseas y aversión a la luz. Y obviamente los resultados en la escuela son pésimos. Hoy hay aparatos que acompañan el movimiento de las pupilas, - a través de sensores infrarrojos que captan los movimientos de empuje hacia afuera -, mostrando en la pantalla de un computador si hay una trayectoria errada, parada o desconcentrada entre un ojo y el otro. Esa desorganización en el movimiento de las pupilas (sistema magno celular) es llamada SÍNDROME DE IRLEN, en referencia a la psicóloga que la identificó y lo trató. Tal movimiento confuso explica las dificultades de lectura de aquellos que sufren ese mal. Según investigaciones, cerca de la mitad de quienes tienen dificultades de lectura, también tienen procesamiento magno celular deficiente. Pero como los test convencionales son estáticos, el problema pasa desapercibido. La falla no es un problema de inteligencia, pues se sabe que hay personas bien exitosas que compensaron ese síndrome con otras estrategias… Hasta recientemente la enfermedad permaneció fuera del radar de los oftalmólogos, pues estudiaban solo los ojos. Y hasta hoy algunas ramas de la oftalmología y de la educación responden a ese camino, por estar en un territorio interdisciplinario. El equipo del doctor Ricardo esta desarrollando equipos más baratos. Mapeando su epidemiología y ya preparó 2000 agentes de salud para diagnosticar el síndrome de Irlen. Los datos sobre una incidencia todavía dejan mucho que desear. Pero por lo que ya se descubrió, puede variar entre un 6% y un 17% afectando en mayor o en menor grado la fluencia de la lectura… Esos números sugieren una proporción sorprendente de “falsos disléxicos”. O sea que el problema de ellos no es identificar letras individualmente, ni una disfunción intelectual para la lectura. Es la pupila que dificulta seguir la línea de texto y eso es penoso. ¿Cuántos disléxicos tuvieron diagnósticos errados? Creíamos que no leían por problemas cognitivos. Ahora vemos que no son “burritos” aparece una explicación: es un problema de la ligación eléctrica entre los ojos y el córtex. Pero hay buenas noticias. Es posible filtrar algunas frecuencias del espectro visual, culpables, por los desequilibrios de la pupila. Después de algunos test simples se encontraron los buenos filtros. Costando menos de 30 reales, una lámina coloreada, colocada sobre el libro, corrige las pupilas recalcitrantes. Pero más convenientes son los lentes que hacen el mismo servicio. Del doctor Ricardo oí descripciones de alumnos y madres que aprobaron al percibir una cura instantánea. A pesar de que el programa es financiado por una pequeña fundación privada, cerca de 1500 estudiantes ya fueron tratados. Pocas soluciones baratas y fulminantes hay para los problemas del aprendizaje. Pero todavía se necesita una proporción mayor de alumnos, para precisar si esa cura existe. Eso puede no ser usado para justificar negligencia o incompetencia en el proceso de alfabetización. El síndrome de Irlen no puede cambiar el chivo expiatorio para los recuerdos de la escuela. Claudio de Moura Castro Traducido de la revista “VEJA” - 26 JUN 2013 - Edición 2327 - Año 46 - No 26.-
Posted on: Tue, 02 Jul 2013 11:07:10 +0000

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