SEGUNDA PARTE SALVADOR ALLENDE: LA VIA CHILENA AL - TopicsExpress



          

SEGUNDA PARTE SALVADOR ALLENDE: LA VIA CHILENA AL SOCIALISMO Síntesis explicativa del conceoto “Vía Chilena al Socialismo” Ahora bien, al proceder al análisis de los documentos elaborados por el Partido Comunista y los discursos de Salvador Allende, se puede afirmar que la definición del concepto “Vía Chilena al Socialismo” se centra en la modalidad en que el socialismo alcanzaría el poder en Chile. Lo esencial es la socialización de los medios de producción, la gestión del Estado por parte de los trabajadores, y un sistema de valores culturales que permitan la convivencia solidaria. Su definición teórica contempla tres aspectos: una justificación negativa, una justificación de su posibilidad teórica y su viabilidad histórica y un conjunto de elementos que configuran la definición positiva. DEFINICIÓN NEGATIVA: Según esta perspectiva, la vía chilena es aquella que no sigue los caminos tradicionales de anteriores procesos socialistas: ella no utiliza la violencia física, no realiza una ruptura violenta con el orden social existente, es decir, no es una vía armada; no se basa en una forma dictatorial o autoritaria de Gobierno y no contempla la exigencia de un partido único de Gobierno[81]. LA JUSTIFICACIÓN TEÓRICA: Por un lado se encuentra la posibilidad teórica prevista por los clásicos de la teoría marxista (Marx y Lenin). Donde puede concebirse la evolución pacífica de la vieja sociedad hacia la nueva, en los países donde la representación popular concentra en ella todo el poder, donde, de acuerdo a la Constitución, se pude hacer lo que se desee, desde el momento que se tiene tras de sí a la mayoría de la nación[82]. Para lograr el socialismo sin el recurso de las armas, deben existir ciertas condiciones, las que en el caso chileno eran: - La existencia de un Estado de estructura primordialmente burguesa, con separación de poderes y régimen presidencial con Ejecutivo fuerte, con creciente intervención en la vida económica, dotado de un conjunto de mecanismos, legitimados, entre ellos el sistema electoral, para resolver los conflictos[83]. - Un desarrollo democrático relativamente amplio que haya configurado un conjunto de condiciones políticas, entre las que se cuentan la sólida organización política y sindical de las clases obreras y las masas populares con la consagración de su poder de presión, la existencia de partidos políticos organizados que representen la ideología de las diversas clases sociales, el ejercicio real de la libertad, un sistema de elecciones libres y periódicas con alta participación y un sistema jurídico abierto[84]. A lo anterior se agrega la experiencia de una prolongada crisis económica con el fracaso histórico de los modelos de desarrollo dentro del sistema capitalista. Sistema que excluía la intervención de potencias extranjeras y finalmente, el factor subjetivo constituido por la fuerte conciencia política y revolucionaria de los sectores más significativos del proletariado. Estos elementos se evidencian en el análisis expuesto en la introducción del Programa de la UP, donde se expone el lúgubre panorama de la economía nacional y las causas que la mantienen en un estado deplorable[85]. La confianza en el poder intrínseco que contenían los movimientos de masas se encuentran ampliamente expuestos en los documentos elaborados y publicados por el Partido Comunista entre 1958 y 1970[86]. LA DEFINICIÓN POSITIVA. Abarca principalmente los siguientes ámbitos: el Rol de la institucionalidad, el papel del movimiento popular, las tareas programáticas, la definición en torno a las libertades públicas y el sistema de expresión política y el rol de la violencia y las Fuerzas Armadas. En primer lugar la vía chilena al socialismo habría de iniciarse con la conquista de poder Ejecutivo, por parte del movimiento popular, conducido por los partidos de izquierda. El Gobierno aparece como elemento estratégico en la lucha por el poder político de los trabajadores y del pueblo en general. A partir de él se puede iniciar la transformación social que conduce al socialismo. Pero como la conquista el Gobierno no alteró el conjunto de la institucionalidad vigente y, por lo tanto, son dentro de sus marcos que deberían realizarse estas transformaciones. La meta es crear una nueva institucionalidad y una nueva legalidad a partir de la existente, culminando en una nueva constitución aprobada según las normas prescritas en la Constitución vigente. La propuesta de la Unidad Popular implicaba no destruir la institucionalidad, sino servirse de ella para transformarla. Según el análisis expuesto por Salvador Allende en sus discursos, históricamente esta institucionalidad había sido usada por los grupos sociales dominantes para la perpetuación del sistema y sus posiciones y dominio, mientras que la vía chilena al socialismo pretendería usarla al servicio de los intereses de las clases populares y de su proyecto de construcción de un nuevo tipo de sociedad, lo que implica un cambio del contenido de clase en el aparato normativo y organizacional del Estado. En esto radica la característica de gradualidad de la vía chilena al socialismo, por lo que el conjunto de la institucionalidad y del Estado sería transformada progresivamente por el movimiento popular a partir de su conquista del gobierno. Así pues, desde la óptica de los líderes de la UP, la conservación de la sociedad no está en la sociedad misma, sino en el poder económico y en las relaciones sociales establecidas por los grupos dominantes[87]. El primer aspecto que debía concretarse para alcanzar la vía chilena al socialismo era una consolidación de una amplia alianza de clases en torno a ellos, especialmente de las llamadas capas medias, que solo excluía a los denominados enemigos fundamentales de la revolución chilena, es decir, la gran burguesía monopólica y agraria, y sus representantes políticos[88]. Entre las tareas básicas que se proponía alcanzar la vía Chilena al Socialismo se encontraba la realización de tareas destinadas a satisfacer las necesidades materiales de las masas trabajadoras y a ampliar las bases económicas sociales y culturales de la democracia política, y las tareas destinadas a promover las reformas socioeconómicas que modificaran el sistema capitalista. En este ámbito, se subrayó que lo primordial era asegurar la distribución masiva del ingreso a favor de los sectores populares y asegurar a la propiedad social de los medios de producción fundamentales, los cuales, se encontraban hasta el momento en poder de los grupos monopólicos[89]. Siguiendo los discursos de Salvador Allende, uno de los principales objetivos propuestos considerados en la Vía Chilena al Socialismo se encontraba la socialización de los medios de producción. En este ámbito, el Estado se convertía en el objetivo político a conquistar y, al mismo tiempo, en un medio a partir del cual se podrían satisfacer intereses inmediatos de las masas populares. Estos elementos fueron los que Allende enrostró a los líderes del Partido Socialista, que seguían insistiendo en la necesidad de destruir el Estado, sin aceptar que era este el medio a partir del cual se llevarían a cabo las reformas necesarias. Desde el punto de vista estratégico, la formulación teórica de la Vía Chilena al Socialismo implicaba alcanzar los objetivos socialistas manteniendo la democracia, el pluralismo y la libertad. Se puso énfasis en sostener que se mantendría el sistema democrático vigente, se mantendrían y ampliarían las libertades individuales y colectivas y su expresión política en el régimen de partidos. Garantiza la existencia y el pluralismo de los partidos de oposición. También acepta la existencia de la multiplicidad de partidos de gobierno, y en ningún caso se iría contra las libertades religiosas imperantes en Chile[90]. La principal singularidad de la vía Chilena al Socialismo, era la exclusión de la violencia física y abierta como medio de lucha política. Este tema se subrayó en todas las formulaciones teóricas desarrolladas con anterioridad al asenso de Salvador Allende al poder. El Partido Comunista elaboró una gran cantidad de documentos donde expuso el significado de la vía chilena, denominándola “Vía Pacífica o Vía no armada”, esto implicaba poner de relieve la diferencia de la experiencia socialista chilena con las demás experiencias socialistas del mundo, por ejemplo la soviética, la china y la cubana[91]. No obstante, como señaló Allende en su primer Mensaje a Congreso el 21 de mayo de 1971, “el desarrollo violento de la revolución que busca ser evitado, sólo es admitido como una posibilidad de respuesta a la violencia que ejerzan contra el gobierno sus enemigos políticos”[92]. Finalmente, respecto de la definición de la Vía Chilena al Socialismo debemos señalar que fue objeto de grandes controversias. Desde sectores de derecha se planteó la incompatibilidad fundamental entre democracia y socialismo. Sólo la consideran como la utilización por parte del movimiento comunista internacional del lenguaje propio del sistema político chileno, con el fin de encubrir el acceso al poder total del Partido Comunista y la instalación de la dictadura del proletariado. Esta situación, se desarrolló ampliamente en los análisis políticos de El Mercurio, donde se exponían las incompatibilidades entre el socialismo y la democracia[93]. Tampoco en la izquierda hubo consenso en el concepto. Para algunos, el concepto era inadecuado por apartarse de las leyes que rigen los procesos revolucionarios socialistas. Mientras que otros sectores de izquierda que no participaban del gobierno, cuestionaban la existencia de la vía chilena al socialismo que excluía, por definición, el enfrentamiento armado y la destrucción violenta del Estado y la institucionalidad. Para estos, el carácter burgués del estado generaba contradicciones insuperables con el movimiento revolucionario, lo que conduce necesariamente al conflicto violento. Estas visiones fueron expresadas, principalmente en la revista Punto Final que recogía la posición del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Perspectiva general de la crisis y colapso del proyecto socialista chileno Tras 3 intentos fallidos por alcanzar el poder presidencial, Salvador Allende logró triunfar en las urnas el 4 de septiembre de 1970, obteniendo 1.075.616 votos, lo cual significó un 36,3% del total[94]. Ello implicaba que comenzaría su gobierno con una evidente minoría de apoyo, que también se reflejaba en la composición del Congreso. No obstante, el carácter doblemente minoritario del gobierno no era anormal en Chile: González Videla, Ibáñez y Alessandri habían sido ratificados por el Congreso sin alcanzar mayoría absoluta. Incluso Alessandri obtuvo porcentaje más bajo que Allende. Así también, la mayor parte de los presidentes chilenos no tuvieron mayoría en ambas Cámaras y a veces ni siquiera en una de ellas[95]. Así pues, como señala Tomás Moulian, la falta de apoyo en el Congreso era recurrente en el sistema político chileno. Por ello en este aspecto no puede radicar la esencia de la explicación de la crisis y colapso de la institucionalidad política de Chile en 1973. Lo que sucede es que un presidente con minoría en ambas Cámaras no podía pretender realizar un amplio programa de reformas. Estaba obligado a una política de compromisos y negociaciones. Que en algún minuto se intentó llevar a cabo a partir de un acercamiento hacia la Democracia Cristiana, pero tal objetivo fracasó[96]. El problema fue que la UP llevó a cabo su amplio programas de reformas a través de una estrategia de cambios extraparlamentaria usando mecanismos que aumentaban las facultades presidenciales[97]. Se buscaron y utilizaron todos aquellos elementos o resquicios legales que pudieran servir a los fines propuestos en el Programa de Gobierno de la Unidad Popular. Por ejemplo, para eludir al Congreso, donde no tenia mayoría, el Gobierno recurrió a un viejo decreto-ley, dictado durante la República Socialista de 1932 (DL N° 520). Este autorizaba la requisición, intervención o expropiación de cualquier empresa privada que produjera o distribuyera artículos básicos o de primera necesidad y que no respetara las leyes que regulaban el control de precios o sancionaban la especulación; la acumulación de stocks previendo alzas en los precios oficiales de ciertas mercaderías; la interrupción de la producción; y la negativa de operar a plena capacidad[98]. Bajo esta circunstancia, en el sector agrícola e industrial, los trabajadores comenzaron a ocupar las fábricas y fundos, o a declararse en huelga para que estos fueran rápidamente nacionalizados o expropiados mediante la aplicación del decreto-ley 520. No obstante, la situación de poder de la UP no permitía planear la realización rápida del programa de reformas. Ya que si bien era frecuente la existencia de un gobierno minoritario, era imposible pretender reorganizar la economía y la sociedad sin buscar un apoyo mayoritario. Se evadía que una parte importante de la sociedad podía cuestionar la legalidad formal de los procedimientos usados. Si bien es cierto, hubo posibilidades de acuerdos con la DC, las negociaciones no fructificaron. Además en la UP no existía mucha sensibilidad a las limitaciones institucionales, puesto que se apostaba a la movilización como receta mágica para ampliar su margen de maniobra. Se creía ingenuamente en el poder de la combatividad de las masas. Esta situación se evidencia en la mayoría de los análisis teóricos elaborados por el Partido Comunista antes y durante el Gobierno de Salvador Allende. En estos documentos se sostenía que las manifestaciones populares, las marchas y las grandes concentraciones de obreros y campesinos serían la principal arma contra los intentos de sabotear el Gobierno popular[99]. No se asumió con realismo que no era posible realizar las reformas que la Unidad Popular proponía sin formar un amplio bloque político, que le diera no sólo legitimidad al régimen, sino que también le concediera poder político real en el Congreso. Entre mayo y junio del 72 se estuvo a punto de llegar a un acuerdo DC-UP, pero este fracasó y la DC terminó por entenderse con los sectores de derecha, entregando ahora base popular a una aposición que esperaba el derrumbe del régimen. Oposición que en octubre de 1972 se embarcó en un largo paro de camineros, comerciantes, empleados, médicos, cuyo objetivo era demostrar el carácter ingobernable de la sociedad y la ilegitimidad práctica del gobierno. La crisis económica con alta inflación, desabastecimiento y caída de la producción, que había sido el fantasma que rondaba al Gobierno de la UP desde marzo de 1971, se hizo evidente en 1972[100]. Lo concreto fue que para llegar a alcanzar una negociación fructífera con otros sectores políticos, la UP, debería haber estado dispuesta a transar, pero dentro de la UP había un sector insensible a la necesidad de negociar, que creía que había que agudizar las contradicciones y llegar hasta los puntos límites. Este era el sector que seguía creyendo en la fuerza mística de las masas. En estos grupos se encontraban personas como Carlos Altamirano y grupos radicalizados como el MIR y el Mapu[101]. En definitiva, el cuadro de crisis política, inestabilidad, polarización, crisis económica, con su característico desabastecimiento, las colas y las alzas, fue el resultado de intentar llevar a cabo un radical programa de reestructuración económica sin contar con el apoyo suficiente en el Congreso, lo que implicó aumentar los rasgos de ilegitimidad, que fue ampliamente explotado por la prensa adversaria de la UP. Al actuar por medios o resquicios legales, se creyó estar encausando la estructura económica hacia el socialismo, pero al mismo tiempo se perfiló una sensación de abuso de poder que pretendía obviar su condición de minoría política en el Congreso. El desenlace del proyecto político llevado a cabo por la Unidad Popular entre el 70 y el 73, escapa a los márgenes de nuestra investigación, no obstante, vale decir que la denominada “Vía Chilena al Socialismo” llegó a su fin el 11 de septiembre de 1973 con la abrupta intervención de las Fuerzas Armadas y Carabineros, en la cual se conjugaron los factores de polarización y crisis interna con los intereses e intervención de fuerzas foráneas, en forma directa la de EEUU a través de la CIA que se encargó de canalizar y asesorar las fuerzas anti-allendistas[102] y la URSS en forma menos nítida, pero también significativa, apoyando económicamente y asesorando al partido comunista[103]. Al respecto, podemos señalar que no se cumplió uno de los supuestos básicos para que la Vía Chilena al Socialismo pudiera consolidarse, es decir, la no beligerancia de las Fuerzas Armadas y de Orden, las cuales según los postulados de Allende habrían de haberse transformado en el valuarte de la defensa de la institucionalidad chilena. Así también, otro de los supuestos necesarios era la no intervención de fuerzas externas. Ninguno de los dos supuestos se cumplió y el proyecto socialista chileno sólo duro tres años. CONCLUSIÓN El proyecto socialista emprendido por la izquierda chilena tuvo como principal característica haber propuesto alcanzar los objetivos socialistas dentro de los márgenes de la legalidad vigente en Chile, lo cual implicaba, fundamentalmente, respetar los principios de la libertad, el pluralismo y la democracia. Como se pudo apreciar a través de la presente investigación, la teorización respecto del significado de la vía socialista chilena llevada a cabo durante el Gobierno de la Unidad Popular (noviembre de 1970 – septiembre de 1973), se remonta al año 1958, cuando el Partido Comunista de Chile comienza a elaborar una serie de documentos referidos a la “Vía Pacífica”. En este año, el Partido Comunista vuelve al escenario político, luego de haber permanecido una década en la ilegalidad producto de la aplicación de la ““Ley Para la Defensa Permanente de la Democracia”. A partir de este momento y hasta 1970, fue el Partido Comunista el que con mayor énfasis se encargó de esclarecer el significado de la vía adoptada por la izquierda chilena. Un segundo ámbito de análisis lo constituyó el Programa de Gobierno de la Unidad Popular, en el cual se exponen los objetivos que pretenden ser alcanzados por la coalición de partidos compuesta por el Partidos Comunista, Socialista, Radical y Social Demócrata, el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) y la Acción Popular Independiente. Finalmente, constatamos que fueron los discursos de Salvador Allende en los que con mayor precisión fue expuesto el significado concreto de la Vía Chilena al Socialismo desde el punto de vista estratégico. Teniendo en cuenta este panorama, en primer lugar, dirigimos nuestro análisis hacia la documentación elaborada por el Partido Comunista entre 1958 y 1970. De estos documentos se desprende que entre los principales objetivos que tuvo el Partido Comunista estaba la necesidad de precisar que la vía adoptada por la izquierda chilena no contradecía ni a Marx ni a Lenin, lo cuales habían previsto la posibilidad de que en ciertos lugares fuera viable avanzar hacia el socialismo sin la necesidad de recurrir a la Vía Armada. Así también, se señala que la vía chilena está en consonancia con los postulados del XX Congreso del Partido Comunista de la URSS, celebrado en 1956, donde también se teorizó respecto de las posibilidades de que el socialismo pudiera acceder al poder por la vía electoral. Por otra parte, también se señala, enfáticamente, que a pesar de que la vía chilena se defina, por ser no armada, ello no implicaba abandonar la revolución, pues el carácter revolucionario radicaba en los objetivos, no en sus tácticas. Y el objetivo seguía siendo transformar las estructuras socio-económicas de Chile. Finalmente, en cada uno de estos documentos es enfático en señalar que lo único que se descarta como estrategia es la guerra civil y no las otras formas de revolución tales como la huelga general, la toma de terrenos, las luchas callejeras e incluso la conquista de la tierra por los campesinos en algunas partes[104]. Otro de los aspectos que cabe destacar de estos documentos es que se encargaron de precisar la correcta denominación de la vía socialista chilena. Pues si bien, proliferaron muchas designaciones tales como: Vía no armada, vía no violenta, vía no insurreccional, vía política, vía electoral, vía institucional, vía democrática o vía constitucional, lo correcto, según Luis Corvalán (Secretario General del Partido Comunista), era denominar esta vía como Vía Pacífica, la cual descarta que los cambios revolucionarios se alcanzaran por medio de la insurrección o guerra civil[105]. Ahora bien, entre las elecciones de 1958 y 1964 se produjo un gran optimismo respecto de las posibilidades de triunfar en los próximos comicios, puesto que los resultados obtenidos en la contienda presidencial de 1958 fueron auspiciosos y prometedores para la izquierda chilena, ya que Allende en su segunda candidatura, sólo quedó atrás de la primara mayoría por 30.000 votos. No obstante, como señala Manuel Garretón y Tomás Moulián, la “Vía pacífica” entró en crisis luego del tercer fracaso consecutivo de Allende en las elecciones Presidenciales. Cundió el desánimo en la izquierda, sobre todo en el Partido Socialista y en ciertos grupos revolucionarios extremistas como el MIR. Estaba, además, la muestra concreta de triunfo por la vía armada en Cuba. Ante ello, proliferaron las dificultades para volver a formar una colación de partidos para la siguiente contienda electoral. No obstante, luego de difíciles acuerdos, el Programa Básico de Gobierno de la Unidad Popular fue aprobado por los Partidos Comunista, Socialista, Radical y Social Demócrata, el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) y la Acción Popular Independiente, el 17 de Diciembre de 1969, en Santiago. En este documento se expusieron los objetivos que implicaba llevar a cabo el proyecto socialista. En el programa se propone realizar una profunda reestructuración de la economía, de la sociedad y la institucionalidad chilena, todo ello dentro de los márgenes de la legalidad vigente que tenía como principios básicos mantener y fortalecer el respeto a las libertades, el pluralismo y la democracia. No obstante, en el programa lo que se evidencia son sólo objetivos, no hay métodos ni estrategias, estas deben ser buscadas en los discursos de Salvador Allende. Si bien, como explicamos en el segundo capítulo de nuestro trabajo, todos los discursos de Salvador Allende explicitan el significado de la Vía Chilena al Socialismo, podemos afirmar que cuatro de ellos, se constituyen como fundamentales a la hora de dilucidar el significado de la vía socialista seguida por chile: el discurso de la victoria (4 de septiembre de 1970), el discurso de toma de posesión (5 de noviembre de 1970), el Primer Mensaje al Congreso (21 de mayo 1971) y La vía Chilena al socialismo y el aparato del Estado actual (18 de marzo 1972). En todos estos discursos se expone que el objetivo último es cumplir cabalmente el Programa de Gobierno, y para ello, lo fundamental es respetar la legalidad vigente, para dentro de sus márgenes emprender el proceso de reestructuración social y económica, que requiere a su vez generar un nuevo tipo de institucionalidad, con una nueva constitución acorde con los principios socialistas. Se estipula la consagración del respeto a las libertades políticas y religiosas, así como también la aceptación del pluripartidismo. Ahora bien, para que estos objetivos puedan ser alanzados, lo esencial era evitar la violencia, pues ésta habría de poner en jaque el proyecto de la Vía Chilena al Socialismo, el cual era contrario a todo tipo de vía armada que pudiere derivar en una guerra intestina. En este ámbito el rol de las Fuerzas Armadas y de orden era fundamental, ya que en ellas descansaba la responsabilidad de velar por el mantenimiento de la estabilidad institucional. Todo este conjunto de elementos eran los imprescindibles para lograr llevar a cabo el gran objetivo de la reestructuración de la economía. La cual, según los lineamientos establecidos por Allende constituían el pilar fundamental de la vía chilena al socialismo, pues en concordancia con la teoría marxista, señalaba que eran las relaciones económicas las que determinaban el ordenamiento social. Así pues, lo primordial era llevar a cabo la socialización de los medios de producción, que comprometía emprender un profundo programa de nacionalización de las riquezas estratégicas, una ampliación radical de la Reforma Agraria, la nacionalización de los bancos, la creación de una amplia área de propiedad social, etc. En este ámbito, el Estado se convertía en el objetivo político a conquistar y, al mismo tiempo, en un medio a partir del cual se podrían satisfacer intereses inmediatos de las masas populares. Estos elementos fueron los que Allende enrostró a los líderes del Partido Socialista, que seguían insistiendo en la necesidad de destruir el Estado, sin aceptar que era éste el medio a partir del cual se llevarían a cabo las reformas necesarias para hacer de Chile una sociedad socialista. Se proponía pues, destruir la sociedad capitalista vigente, pero no por la violencia, sino por vías institucionales que mantuvieran las libertades, la democracia y el pluralismo. El proyecto socialista llevado a cabo en Chile conoció su abrupto fin, luego de tres años de existencia. Dos de los supuestos básicos para su concreción no se cumplieron: la no beligerancia de las Fuerzas Armadas y la no intervención de fuerzas externas. Así pues, el experimento socialista chileno, único en el mundo por sus métodos, sucumbió bajo las botas de los generales. Bibliografía específica: 1. Bitar, Sergio, Chile 1970-1973, Asumir la Historia para construir el futuro, Editorial Pehuen, Santiago de Chile 2001. 2. Corvalán, Luis, Camino de Victoria, Soc. Impresora Horizonte, Santiago de Chile 1971 3. Garcés, Joan, El estado y los problemas tácticos en el gobierno de Allende, Editorial Siglo XXI S.A., Madrid 1974 4. Garretón, Manuel – Moulian, Tomás, La Unidad Popular y el conflicto político en Chile, Ediciones Chile América CESOC y LOM Ediciones, Santiago De Chile 1993. 5. Poliéster, Patricia, Altamirano, Ediciones Melquíades, Santiago de Chile, 1989. 6. Salvador Allende, Obras escogidas (1970-1973), Editorial Crítica, Barcelona 1989 FUENTES: DISCURSOS DE SALVADOR ALLENDE 1. DISCURSO DE LA VICTORIA Balcones de la Federación de Estudiantes, 04 de septiembre de 1970. (En: Allende, Salvador, Obras escogidas (1970-19763), Editorial Crítica, Barcelona 1989) LA GRAN TAREA Discurso en el estadio nacional al tomar posesión del gobierno, 5 de noviembre de 1970. (En: bicentenariochile/ ) 3. PRIMER MENSAJE AL CONGRESO PLENO 21 de mayo de 1971 (En: Allende, Salvador, Obras escogidas (1970-19763), Editorial Crítica, Barcelona 1989. Páginas 77-102) LA VÍA CHILENA AL SOCIALISMO Y EL APARATO DEL ESTADO ACTUAL Informe leído el 18 de marzo en el Pleno Nacional del PS efectuado en la localidad de Algarrobo. (Publicado como folleto por el Departamento Nacional de educación Política del PS, abril de 1972) Bibliografía chile 1970-1973 1. Bitar, Sergio, Chile 1970-1973, Asumir la Historia para construir el futuro, Editorial Pehuen, Santiago de Chile 2001. 2. Corvalán, Luis, Camino de Victoria, Soc. Impresora Horizonte, Santiago de Chile 1971 3. Garcés, Joan, El estado y los problemas tácticos en el gobierno de Allende, Editorial Siglo XXI S.A., Madrid 1974 4. Garretón, Manuel – Moulian, Tomás, La Unidad Popular y el conflicto político en Chile, Ediciones Chile América CESOC y LOM Ediciones, Santiago De Chile 1993. 5. Poliéster, Patricia, Altamirano, Ediciones Melquíades, Santiago de Chile, 1989. 6. Allende, Salvador, Obras escogidas (1970-19763), Editorial Crítica, Barcelona 1989 7. Veneros, Diana, Allende, Editorial Sudamericana Señales, Santiago de Chile, 2003. 8. Verdugo, Patricia, Allende, cómo la Casa Blanca provocó su muerte, Editorial Catalonia, Santiago de Chile, 2003. 9. Verdugo, Patricia, Interferencia Secreta, 11 de septiembre de 1973, Editorial Sudamérica, Santiago de Chile, 1998. ------------------------------------------------------------------------------------ Ana Henríquez Orrego annyhen@hotmail [email protected] NOTAS [1] La Vía Chilena al socialismo, elementos de una definición. Artículo preparado por Manuel Garreton y Felipe Agüero para el diccionario de Ciencias sociales de la UNESCO, 1974. En: Garretón, Manuel – Moulian, Tomás, La Unidad Popular y el conflicto político en Chile, Ediciones Chile América CESOC y LOM Ediciones, Santiago De Chile 1993. Página 184 [2] El Partido Comunista desde 1960, comienza a conceptualizar y explicar en diversos artículos, discursos y declaraciones el significado de la Vía socialista que se esta emprendiendo en Chile, refiriéndose a ésta como Vía no armada. [3] Joan Garcés, Luis Corvalán, Sergio Bitar, Tomás Mulían, Manuel Garretón, entre otros. [4] Un compendio significativo de documentos del partido comunista referidos a la definición de la Vía Chilena al Socialismo se encuentran en: Corvalán, Luis, Camino de victoria, Impresora Horizonte, Santiago, 1972 [5] Bitar, Sergio, Chile 1970-1973, Asumir la Historia para construir el futuro, Editorial Pehuen, Santiago de Chile 2001, página 62 [6] Programa Básico de Gobierno de la Unidad Popular, aprobado por los Partidos Comunista, Socialista, Radical y Social Demócrata, el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) y la Acción Popular Independiente, el 17 de Diciembre de 1969, en Santiago de Chile. En: bicentenariochile/ [7] Cuestión que estuvo ligada directamente a la prescripción de la Ley de Defensa a la Democracia, que se produjo el último año de gobierno de Carlos Ibáñez del Campo (1958), y que implicó que el Partido Comunista podía volver a la legalidad. [8] Los discursos utilizados en el presente trabajo fueron extraídos de: Allende, Salvador, Obras escogidas (1970-1973), Editorial Crítica, Barcelona 1989; Allende, Salvador, Nuestro camino al socialismo: la vía chilena, Ediciones Papiro, Buenos Aires, 1971 y bicentenariochile/ [9] Garretón, Manuel – Moulian, Tomás, La Unidad Popular y el conflicto político en Chile, Ediciones Chile América CESOC y LOM Ediciones, Santiago de Chile 1993. Página 185 [10] Corvalán, Luis, El Gobierno de Salvador Allende, Editorial Lom, Santiago de Chile, 2003. Página 125 [11] Bitar, Sergio, Ob. Cit., Página 57 [12] Programa Básico de la Unidad Popular, probado por los Partidos Comunista, Socialista, Radical y Social Demócrata, el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) y la Acción Popular Independiente, el 17 de Diciembre de 1969, en Santiago de Chile. página 5. En: bicentenario.cl/ [13] Garretón, Manuel – Moulian, Tomás, Ob. Cit.,Página 196 [14] Alessandri, 387.000; Allende 354.00; Frei 255.0000, Bossay 191.000 y Zamorano 41.000 [15] Año en que se deroga la “Ley de defensa a la Democracia” y le es permitido al Partido Comunista volver a participar de las contiendas electorales. [16] Corvalán, Luis, El Gobierno de Salvador Allende…, Ob. Cit., Página 125 [17] Corvalán, Luis, Camino de…, Ob. Cit.: “Tanto la vía pacífica como la vía de la violencia son revolucionarias y exigen una tenaz lucha de clases, la movilización activa de las masas, la alianza obrera y campesina, la unión y la lucha de las más amplias fuerzas populares alrededor del proletariado, un gran partido comunista, la conquista de la hegemonía por la clase obrera… Cuando hablamos de la revolución por la vía pacífica sólo estamos señalando la posibilidad de cambios revolucionarios sin recurrir a la insurrección armada o a la guerra civil y no estamos descartando otras posibles formas de violencia en menor escala. La huelga general, la toma de terrenos, las luchas callejeras e incluso la conquista de la tierra por los campesinos en algunas partes”. Página 33- 34 [18] Ibidem, Página 25. [19] Idem [20] Ibidem: “En la práctica el movimiento popular chileno en virtud de las condiciones históricas concretas de nuestro país, ha venido desenvolviéndose por la vía pacífica desde hace varias décadas, desde los tiempos del frente Popular, es decir, desde hace casi 25 años, desde mucho antes que se planteara con fuerza la tesis sobre la posibilidad del desarrollo pacífico de la revolución en XX Congreso del PCUS”. Página 31 [21] Ibidem: “El capitalismo se hace cada día más odiado, los monopolios se apoderan del Estado, utilizan el poder para colocar toda la economía a su servicio, hieren a la burguesía no monopolista y se crean con ello condiciones objetivas para que la clase obrera, bajo la dirección de los partidos revolucionarios, promuevan y lleven a cabo una política de alianzas muy amplia con todos los sectores que están en contra de los monopolios, por el progreso la paz y la independencia de las naciones”. Página 29 [22] Ibidem, Página 30 [23] Garretón Manuel – Moulian, Tomás, Ob. Cit., Página 201. [24] Corvalán, Luis, Camino de…, Ob. Cit.: “Están equivocados los que equiparan la vía pacífica con la vía democrática, por que la vía de la violencia también es democrática, puesto que ambas se conciben en base a la voluntad, la lucha y la movilización de las masas”. Página 31 [25] Ibidem: “Tampoco vía pacífica es coexistencia pacífica. La política de coexistencia pacífica se refiere a las relaciones entre Estados de diferentes sistemas sociales y no a las relaciones entre las clases al interior de un país dado… Nosotros estamos por la vía pacífica en lo nacional y por la coexistencia pacífica en los internacional. La vía pacífica presupone lucha de clases y no colaboración de clases, no una existencia amigable entre explotadores y explotados, ni la renuncia al derecho a tomar las armas si ello fuera necesario. La coexistencia pacífica es también una forma de la lucha de clases en el plano internacional, limitada al terreno económico, político e ideológico y envuelve el compromiso entre las partes de no dirimir el pleito entre capitalismo y socialismo por el medio de la guerra y de dejar que cada pueblo determine por él mismo el régimen que prefiere”. Páginas 32-33 [26] Ibidem, Página 36 [27] Idem [28] Idem [29] Corvalán, Luis, El Gobierno de Salvador Allende…, Ob. Cit., Página 124 [30] Corvalán, Luis, Camino de Victoria… Ob. Cit., Página 39 [31] Ibidem: “En Chile, si el poder político se ha de conquistar a través de un proceso electoral es más probable que ello ocurra entorno a una elección presidencial que a una elección de parlamentarios o de municipales. En Chile el poder ejecutivo tiene más atribuciones que el legislativo, está más identificado con el poder político y se pude conquistar con sólo obtener la primera mayoría relativa en las urnas. Una vez conquistado el poder ejecutivo se crearían mejores condiciones para obtener mayoría absoluta en el parlamento y por tanto de transformar a este de instrumento al servicio de las clases reaccionarias instrumento al servicio de la liberación de nuestro pueblo”. Página 41 [32] Ibidem, Página 39 [33] Ibidem, Página 50 [34] La importancia de este documento la señala Tomás Mulian y Manuel Garreton en: Garretón, Manuel – Moulian, Tomas, Ob. Cit., Página 9; también el Secretario del Partido Comunista de Chile en: Corvalán, Luis, El Gobierno de Salvador Allende…, Ob. Cit., Página 125 [35] La vía pacífica es una forma de la revolución, artículo publicado en Nuestra Época, diciembre 1963. En: Corvalán, Luis, Camino de Victoria…, Ob. Cit., Página 51 [36] Ibidem, Página 52 [37] Ibidem: “La vía pacífica no está obligatoriamente vinculada a las elecciones. Desde la Revolución de febrero Lenin concibió posibilidad pacífica mediante la consigna “Todo el poder a los Sioviet” y la conquista de la mayoría dentro de ellos. Allí no consistía en elecciones, sino en la designación de delegados por las masas de obreros, campesinos, soldados y marineros en medio de una situación revolucionaria. Como se ve es posible el desarrollo de una revolución por el desarrollo de la vía pacífica sin elecciones, en condiciones de profunda crisis política, utilizando otras formas y medios de lucha”. Páginas 54 y 55 [38] Ibidem: “Los dirigentes chinos están muy equivocados cuando asocian la tesis o la práctica de la vía pacífica a la desmovilización de las masas y a la conciliación con el imperialismo y los reaccionarios internos… La vía pacífica es una vía revolucionaria de masas. Lo único que la vía pacífica descarta es la guerra civil o insurrección armada. La lucha es revolucionaria si se desenvuelve a través de la acción de las masas, si los objetivos que se plantean tienden a la conquista del poder político por el pueblo y a producir transformaciones revolucionarias en todos los órdenes, es decir si conduce a la revolución y no al reformismo”. Página 59 [39] “Aunque no somos hinchas de la actual constitución, estamos dentro de ella, de la ley y de la tradición... Queremos los cambios revolucionarios que Chile necesita sin sangre ni violencia. Pero también la reacción debe saber que no tiene el camino libre”. Página 84 y 85 [40] Ibidem, Página 86 [41] De este hecho da cuenta la amplia recopilación de documentos referidos a la vía pacífica contenida en el libro “Camino de Victoria” de Luis Corvalan. [42] Garretón, Manuel – Moulian, Tomas, Ob. Cit., Página 206 [43] Ibidem, Página 203 [44] Ibidem, Pagina 204 [45] Idem [46] El programa fue aprobado por los partidos: comunista, socialista, radical y social-demócrata, el movimiento de acción popular unificado (MAPU), y la acción popular independiente (API), el 17 de diciembre de 1969 en Santiago de Chile. [47] Programa Básico de la Unidad Popular, página 2. En: bicentenario.cl/ [48] Programa Básico de la Unidad Popular, 17 de diciembre 1969. En: bicentenario.cl/: “El Gobierno Popular garantizará el ejercicio de los derechos democráticos y respetará las garantías individuales y sociales de todo el pueblo. La libertad de conciencia, de palabra, de prensa y de reunión, la inviolabilidad del domicilio y los derechos de sindicalización y de organización regirán efectivamente sin las cortapisas con que los limitan actualmente las clases dominantes …El Gobierno Popular será pluripartidista. Estará integrado por todos los partidos, movimientos y corrientes revolucionarias. Será así un ejecutivo verdaderamente democrático, representativo y cohesionado. El Gobierno Popular respetará los derechos de la oposición que se ejerza dentro de los marcos legales”. Páginas 4 y 5. [49] Manuel Garretón y Tomás Moulian consideran que la radicalización de las propuestas de la Unidad Popular se explican directamente por la necesidad de diferenciarse de las propuestas establecidas en el Programa Democratacristiano, en el cual, también, se evidenciaba claramente el interés por profundizar las reformas llevadas a cabo durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva. En: Carretón, Manuel – Moulian, Tomás, Ob. Cit., p. 206 [50] Corvalán, Luis, La Vía Pacífica, alternativa de la Vía Violenta, Revista Principios, 1961. En. Corvalán, Luis, Camino de Victoria…, Ob. Cit., Página 39 [51] Programa Básico de la Unidad Popular, 17 de diciembre 1969. En: bicentenario.cl/: “A través de un proceso de democratización en todos los niveles y de una movilización organizada de las masas se construirá desde la base la nueva estructura del poder. Una nueva Constitución Política institucionalizará la incorporación masiva pueblo al poder estatal. Se creará una organización única del Estado estructurada a nivel nacional, regional y local que tendrá a la Asamblea del Pueblo como órgano superior de poder. La Asamblea del Pueblo será la Cámara Única que expresará nacionalmente la soberanía popular. En ella confluirán y se manifestarán las diversas corrientes de opinión. Este sistema permitirá suprimir de raíz los vicios de que han adolecido en Chile tanto el presidencialismo dictatorial, como el parlamentarismo corrompido. Normas específicas determinarán y coordinarán las atribuciones y responsabilidades del Presidente de la República, ministros, Asamblea del Pueblo, organismos regionales y locales de poder y partidos políticos con el fin, de asegurar la operatividad legislativa, la eficiencia del gobierno y, sobre todo, el respeto a la voluntad mayoritaria”. Página 5. [52] Ibidem: “Chile vive una crisis profunda que se manifiesta en el estancamiento económico y social, en la pobreza generalizada y en las postergaciones de todo orden que sufren los obreros, campesinos y demás capas explotadas, así como en las crecientes dificultades que enfrentan empleados, profesionales, empresarios pequeños y medianos y en las mínimas oportunidades de que disponen la mujer y la juventud. Los problemas en Chile se pueden resolver. Nuestro país cuenta con grandes riquezas como el cobre y otros minerales, un gran potencial hidroeléctrico, vastas extensiones de bosques, un largo litoral rico en especies marinas, una superficie agrícola más que suficiente, etc.; cuenta, además, con la voluntad de trabajo y progreso de los chilenos, junto con su capacidad técnica y profesional. ¿Qué es entonces lo qué ha fallado?. Lo que ha fracasado en Chile es un sistema que no corresponde a las necesidades de nuestro tiempo. Chile es un país capitalista, dependiente del imperialismo, dominado por sectores de la burguesía estructuralmente ligados al capital extranjero, que no pueden resolver los problemas fundamentales del país, los que se derivan precisamente de sus privilegios de clase a los que jamás renunciarán voluntariamente”. Página 1 [53] Ibidem: “La única alternativa verdaderamente popular y, por lo tanto, la tarea fundamental que el Gobierno del Pueblo tiene ante sí, es terminar con el dominio de los imperialistas, de los monopolios, de la oligarquía terrateniente e iniciar la construcción del socialismo en Chile”. Página 3 [54] Bitar, Sergio, Ob. Cit., Página 58 [55] Programa Básico de la Unidad Popular, 17 de diciembre 1969. Página 3. En: bicentenario.cl/ [56] Programa Básico de la Unidad Popular, 17 de diciembre 1969. En: bicentenario.cl/: “Las aspiraciones sociales del pueblo chileno son legítimas y posibles de satisfacer. Quiere, por ejemplo, viviendas dignas sin reajustes que esquilmen sus ingresos; escuelas y universidades para sus hijos; salarios suficientes; que terminen de una vez las alzas de precio; trabajo estable; atención médica oportuna; alumbrado público, alcantarillado, agua potable, calles y aceras pavimentadas; una previsión social sin privilegios, justa y operante, sin pensiones de hambre; teléfonos, policías, jardines infantiles, canchas deportivas; turismo y balnearios populares, etc.”. Pagina 7 [57] Ibidem: “El nuevo Estado procurará la incorporación de las masas a la actividad intelectual y artística, tanto a través de un sistema educacional radicalmente transformado, como a través del establecimiento de un sistema nacional de cultura popular. Una extensa red de Centros Locales de Cultura Popular impulsará la organización de las masas para ejercer su derecho a la cultura…”. Página 9 [58] Ibidem: “La política internacional del Gobierno Popular estará dirigida a: Afirmar la plena autonomía política y economía de Chile. Existirán relaciones con todos los países del mundo, independiente de su posición ideológica y política, sobre la base del respeto a la autodeterminación y a los intereses del pueblo Chile (…)”. Página 11 [59] Salvador Allende obtuvo una ventaja del 1,4 por ciento de la votación, es decir de 39.338 votos sobre el candidato independiente don Jorge Alessandri, que obtuvo un millón 36 mil 278 sufragios, o sea el 34,9 por ciento de la votación. En un tercer lugar, muy distanciado de los dos primeros, quedó el candidato de la Democracia Cristiana, don Radomiro Tomic con 824.849 votos. [60]Salvador Allende, Obras escogidas (1970-1973), Editorial Crítica, Barcelona 1989: “Desde aquí declaro, solemnemente, que respetaré los derechos de todos los chilenos. Pero también declaro, y quiero que lo sepan definitivamente, que al llegar a La Moneda, y siendo el pueblo gobierno, cumpliremos el compromiso histórico que hemos contraído, de convertir en realidad el programa de Unidad Popular”. Página 56 [61] Ibidem: “Pero yo sé que ustedes, que hicieron que el pueblo sea mañana gobierno, tendrán la responsabilidad histórica de realizar lo que Chile anhela para convertir a nuestra patria en un país señero en el progreso, en la justicia social, en los derechos de cada hombre, de cada mujer, de cada joven de nuestra tierra… Hemos triunfado para derrotar definitivamente la explotación imperialista, para terminar con los monopolios, para hacer una seria y profunda reforma agraria, para controlar el comercio de importación y exportación, para nacionalizar, en fin, el crédito, pilares todos que harán factible el progreso de Chile, creando el capital social que impulsará nuestro desarrollo”. Página 57 [62]Ibidem. Página 58 [63] Salvador Allende, Discurso de la Victoria, Página 1. En: bicentenariochile/ [64] Ibidem: “Vivimos un momento histórico: la gran transformación de las instituciones políticas de Chile. El instante en que suben al poder, por la voluntad mayoritaria, los partidos y movimientos portavoces de los sectores sociales más negados… Si nos detenemos a meditar un momento y miramos hacia atrás en nuestra historia, los chilenos estamos orgullosos de haber logrado imponernos por vía política, triunfado sobre la violencia”. Página 2 [65] Ibidem: “Esta tradición republicana y democrática llega así a formar parte de nuestra personalidad, impregnando la conciencia colectiva de los chilenos. El respeto a los demás, la tolerancia hacia el otro, es uno de los bienes culturales más significativos con que contamos… Y, cuando dentro de esta continuidad institucional y en las normas políticas fundamentales surgen los antagonismos y contradicciones entre las clases, esto ocurre en forma esencialmente política. Nunca nuestro pueblo ha roto esta línea histórica… Las pocas quiebras institucionales fueron siempre determinadas por las clases dominantes… Fueron siempre poderosos quienes desencadenaron la violencia, los que vertieron la sangre de chilenos interrumpiendo la normal evolución del país. Así ocurrió cuando Balmaceda, consciente de sus deberes y defensor de los intereses nacionales, actuó con la dignidad y el patriotismo que la posteridad ha reconocido”. Página 3 [66] Idem [67] Ibidem, Página 5 [68] Ibidem, Página 8 [69] Salvador Allende, Obras escogidas, Ob. Cit.: “Como Rusia, entonces, Chile se encuentra ante la necesidad de iniciar una manera nueva de construir la sociedad socialista: la vía revolucionaria nuestra, la vía pluralista, anticipada por los clásicos del marxismo, pero jamás antes concretada. Chile es hoy la primera nación de la Tierra llamada a conformar el segundo modelo de transición a la sociedad socialista... modelando la primera sociedad socialista edificada según un modelo democrático, pluralista y libertario”. Página 78 [70] Ibidem: “El principio de legalidad rige hoy en Chile. Ha sido impuesto tras una lucha de muchas generaciones contra el absolutismo y la arbitrariedad en el ejercicio del poder del Estado. Es una conquista irreversible mientras exista diferencia entre gobernantes y gobernados… No es el principio de legalidad lo que denuncian los movimientos populares… Protestamos contra una ordenación legal cuyos postulados reflejan un régimen social opresor… Nuestra normativa jurídica, las técnicas ordenadoras de las relaciones sociales entre chilenos responden hoy a las exigencias del sistema capitalista. En el régimen de transición al socialismo, las normas jurídicas responderán a las necesidades de un pueblo esforzado en edificar una nueva sociedad. Pero legalidad habrá… Nuestro sistema legal debe ser modificado. De ahí la gran responsabilidad de las Cámaras en la hora presente: contribuir a que no se bloquee la transformación de nuestro sistema jurídico. Del realismo del Congreso depende, en gran medida, que a la legalidad capitalista suceda la legalidad socialista conforme a las transformaciones socioeconómicas que estamos implantando, sin que una fractura violenta de la juridicidad abra las puertas a arbitrariedades y excesos que, responsablemente, queremos evitar”. Página s 84 y 85 [71] Ibidem: “Es importante recordar que, para nosotros, representantes de las fuerzas populares, las libertades políticas son una conquista del pueblo en el penoso camino por su emancipación. Son parte de lo que hay de positivo en el período histórico que dejamos atrás. Y, por lo tanto, deben permanecer. De ahí también nuestro respeto por la libertad de conciencia y de todos los credos... Las libertades políticas son una conquista de toda la sociedad chilena en cuanto Estado… Todos estos principios de acción, que se apoyan en nuestra teoría política revolucionaria, que responden a la realidad del país en el momento presente, que están contenidas en el Programa de Gobierno de la Unidad Popular, los he ratificado plenamente como Presidente de la República”. Página 86 [72] Ibidem: “Si la violencia, interna o externa, la violencia en cualquiera de sus formas, física, económica, social o política llegara a amenazar nuestro normal desarrollo, y las conquistas de los trabajadores, correrían el más serio peligro la continuidad institucional, el Estado de derecho, las libertades políticas y el pluralismo… con legítimo orgullo y realismo histórico denominamos la vía chilena hacia el socialismo. La resuelta actitud del Gobierno, la energía revolucionaria del pueblo, la firmeza democrática de las Fuerzas Armadas y de Carabineros, velarán porque Chile avance con seguridad por el camino de su liberación… Si la violencia no se desata contra el pueblo, podremos transformar las estructuras básicas donde se asienta el sistema capitalista en democracia, pluralismo y libertad”. Página 88 [73] Ibidem: “Hemos acelerado la reforma agraria, hemos llevado a cabo la expropiación de 1000 latifundios. Y el proceso se conduce de acuerdo a la legislación vigente y cautelando los interés del pequeño y mediano agricultor… La estatización bancaria ha sido un paso decisivo con respeto absoluto de los pequeños accionistas, hemos estatizado 9 bancos... Estas han sido nuestras primeras actuaciones para iniciar el cambio esencial de nuestra economía… aumentó poder adquisitivo de los trabajadores, la tasa de inflación es la más baja de los últimos años, etc.… Enviamos ley al Congreso que establece aumento de remuneraciones para el sector público equivalente al 100 por 100 del alza del coste de la vida, y subimos en mayor escala los salarios mínimos del sector privado… Habemos de profundizar la reforma agraria, modificando la ley si es menester, porque si el cobre es el sueldo de Chile, la tierra es el pan”. Página 91- 94 [74] Ibidem, Página 95 [75] En: Allende, Salvador, Obras escogidas…, Ob. Cit., Páginas 157 a 168 [76] Ibidem, Página 161 [77] Ibidem, Página 158 [78] Ibidem: “No es en la institucionalidad chilena donde descansa el poder de la burguesía, sino en su poder económico y en la compleja trama de relaciones sociales establecidas en el régimen de propiedad capitalista… No está en la destrucción, en la quiebra violenta del aparato estatal el camino que la revolución chilena tiene por delante. El camino que el pueblo chileno ha abierto le lleva a aprovechar las condiciones creadas por nuestra historia para reemplazar el vigente régimen institucional, de fundamento capitalista, por otro distinto que se adecue a la nueva realidad social de Chile. Se trata de transformar el aparato burocrático, el aparato del Estado como totalidad, la propia carta fundamental, en su sentido de clase y, también, manifestaciones institucionales, individualmente consideradas. Lo hemos afirmado desde hace años, esta en el programa de gobierno y lo estamos llevando a cabo… El partido socialista debe tener plena conciencia de que si el pueblo llegó al Gobierno el 4 de noviembre de 1970, en la forma regular que lo hizo, fue precisamente a causa de nuestro régimen institucional. Si éste hubiera estado corrompido o carcomido la quiebra de la institucionalidad se hubiera producido en ese momento y Chile hubiese entrado en estado de violencia desatada… Las instituciones no son un ente abstracto. La institucionalidad responde a la fuerza social que le da vida…”. Páginas 159 -163 [79] Ibidem: “Los militantes del Partido Socialista deben ser concientes que contrariamente a lo que el Informe Político sostiene, el camino más corto a las transformaciones cualitativas del sistema político actual no pasa por a quiebra y la destrucción de la institucionalidad vigente... la manifestación de voluntad del pueblo permitió hace seis meses que los trabajadores organizados conquistaran el Gobierno... nada impide que en un año los trabajadores conquisten también el Congreso. Ese es el camino más corto hacia el cambio cualitativo del aparato del Estado. El nuestro, es un régimen institucional que reposa en el principio de la legalidad. Transformar la legalidad implica transformar el régimen institucional. Es, por consiguiente una perspectiva desviada señalar hoy el régimen institucional del Estado actual como el obstáculo estratégico del que depende el futuro de la revolución”. Página 166-167 [80] Ibidem, Página 168 [81] Estas ideas son desarrolladas por Salvador Allende en su discursos del 5 de noviembre de 1970, y en Primer y segundo Mensaje al Congreso, 21 de mayo de 1971 y 1972 [82] Engels, citado por Allende en Discurso del 5 de noviembre de 1970 [83] Garcés, Joan, El estado y los problemas tácticos en el gobierno de Allende, Editorial Siglo XXI S.A., Madrid 1974. Página 104 [84] Garretón, Manuel – Moulian, Tomás, Ob. Cit., Página 87 [85] Ver: Programa Básico de Gobierno de la Unidad Popular, aprobado por los Partidos Comunista, Socialista, Radical y Social Demócrata, el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) y la Acción Popular Independiente, el 17 de Diciembre de 1969, en Santiago de Chile. En: bicentenariochile/ [86] La vía pacífica y la alternativa de la vía violenta (Artículo publicado en Principios, octubre de 1961). En: Corvalan, Luis, Ob. Cit., Páginas 39 y siguientes. [87] Garretón, Manuel – Moulian, Tomás, Ob. Cit., Página 189 [88] Ideas expuestas en el Programa de Gobierno de la UP. [89] Garretón, Manuel – Moulian, Tomás, Ob. Cit., Página 190 [90] Ver: Discurso de Salvador Allende, 5 de noviembre 1971. [91] Corvalán, Luis, Camino de Victoria, Soc. Impresora Horizonte, Santiago de Chile 1971. Página 30-34 [92] Allende, mensaje al Congreso 21 de mayo de 1971. Véase también Garcés, Joan, Ob. Cit., Página 108 [93] Garretón, Manuel – Moulian, Tomás, Ob. Cit., Página 199 [94] El Mercurio, Santiago de Chile, 6 de septiembre 1970. En: Gonzáles, Miguel – Fontaine, Arturo, Los mil días de Allende, CEP, Santiago de Chile, 1997. Página 11 [95]Garretón, Manuel – Moulian, Tomás, Ob. Cit , Página 206 [96] Ibidem, Página 207 [97] Idem [98] Veneros, Diana, Allende, Editorial Sudamericana, Santiago de Chile, Página 326. [99] Corvalán, Luis, Camino de Victoria…, Ob. Cit., Página 34 [100] Bitar, Sergio, Ob. Cit., Página 183 y SS. [101] Garretón, Manuel – Moulian, Tomás, Ob. Cit., Página 210 [102] Para profundizar estos ámbitos de análisis ver: Kornbluh, Peter, Los EEUU y el derrocamiento de Allende, una historia desclasificada, Ediciones B, Chile S.A., Santiago de Chile, 2003. [103]Ver: Uliánova, Olga; Fediakova, Eugenia. Algunos aspectos de la ayuda financiera del PC de la URSS al comunismo chileno durante la Guerra Fría. Estudios Públicos, 72 (1998). [104] Nuestra vía revolucionaria: Acerca de a vía pacífica. En: Corvalán, Luis, Camino de…, Ob. Cit., Página 33 [105] Corvalán, Luis, El Gobierno de Salvador Allende…, Ob. Cit., Página 125 historia1imagen.blogspot/2007/05/salvador-allende-la-via-chilena-al.html
Posted on: Wed, 02 Oct 2013 18:52:43 +0000

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