SERIE DE APOCALIPSIS 1, PARTE 45, 18 Buenas noches, y - TopicsExpress



          

SERIE DE APOCALIPSIS 1, PARTE 45, 18 Buenas noches, y bienvenidos al Estudio Bíblico de Ebible Fellowship del libro de Apocalipsis. Esta noche tenemos el estudio #45 de Apocalipsis, capítulo 1, y vamos a estar viendo en Apocalipsis 1:18 Y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. Aquí, una vez más, es una descripción del Señor Jesucristo. Cristo está hablando, y Él es aquel que está en el versículo anterior que está asegurando al Apóstol Pablo, diciéndole, “No temas, yo soy el primero y el último”, y esta es la declaración que continúa, Yo soy el que vive, y estuve muerto, mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos”. Nosotros sabemos que Jesús es Dios Eterno, y también sabemos desde la Biblia que Dios es eterno en naturaleza. Él ha “sido siempre”. Él es el viviente”. La Biblia menciona esto frecuentemente. Dios nos recuerda de Su naturaleza eterna en muchos lugares, y vamos a ir justo a un par de ellos, uno en el Antiguo Testamento, y otro en el Nuevo Testamento. Dice en Jeremías 10:10 Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación. Y también en el Nuevo Testamento (Dios no ha cambiado), leemos en Hechos 14:15 Y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay. Hay muchas declaraciones como ésta en la Biblia que identifican a Dios como el “Dios viviente”, y estas declaraciones fueron hechas hace miles de años y miles de años de diferencia. Se hacen en diferentes períodos de la historia, y todos ellos están describiendo al Único y al mismo Dios de la Biblia, el Dios quien “es el mismo ayer, hoy y por los siglos”. Esta es la naturaleza de Dios, así que no nos sorprende que “uno semejante al Hijo del hombre”, el Señor Jesucristo, declara que, “Yo soy el que vive”. Esperamos eso de Dios. Él es el Gran YO SOY, el Único siempre existente. Él ha estado siempre y, por lo tanto, Él ha vivido siempre. Pero lo sorprendente es que este versículo continúa diciendo: “Yo soy el que vivo, y estuve muerto, y he aquí que vivo por los siglos de los siglos”. Aquí, sabemos que Dios está hablando, y que Cristo es Dios, y, sin embargo a pesar de que conocemos los relatos de los Evangelios, y estamos familiarizados con el hecho de que Jesús entro en la raza humana, y que Él murió cuando Él fue a la cruz, y Dio Su vida sobre la tierra (y somos conscientes de eso), sin embargo, aún es impactante leer en esta clase de entorno donde el lenguaje es tan glorioso cuando se refiere al Todopoderoso Dios y la declaración de que “Él vive”, pero la parte impactante es que Él “estuvo muerto”. Y esto fue así en el caso de Dios, porque es la verdad de Cristo, y Cristo es Dios. No hay diferencia; es decir, no podemos separar las personas de la Deidad. Sabemos que hay tres Personas y Un Dios, pero ellos son uno, y cuando Cristo murió, Dios murió, y no podemos decir esto en otra manera. Sabemos que Cristo murió en la historia, en el año 33 D.C., pero en realidad Él murió mucho antes por (nuestros) el pecado. Leemos en Apocalipsis 13:8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Es cuando el Señor Jesucristo murió, porque cuando Él fue muerto, Él fue muerto. Cuando te matan, te mueres, y esto es lo que le pasó al Señor antes de la fundación del mundo --- es una cosa increíble para nosotros pensar acerca de eso, pero Jesús, quien es el Creador, y antes de Él crear este mundo, Él tomó sobre Sí los pecados de Sus elegidos, y teniendo esos pecados Él sufrió la ira de Dios, y esa ira lo mató a Él. Dios el Padre hirió al Hijo, el Señor Jesucristo, y Él murió antes de que el mundo comenzara. Por eso dice en Romanos 1:4 El cual fué declarado Hijo de Dios con potencia, según el espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos… Este lenguaje puede ser solamente ajustado al tiempo antes de que el mundo fuera creado. Es cuando el Señor fue “declarado ser el Hijo de Dios”, y fue entonces cuando Él fue el “primogénito de entre los muertos”. Si usted recuerda, leímos eso más temprano en Apocalipsis 1:5 Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos… Es entonces cuando Él se convirtió en el “Hijo primogénito de Dios”, cuando Él resucitó de los muertos y el fue “declarado Hijo de Dios”, y siendo el Hijo, Él creó el mundo, así que nos enseña que Él ya había muerto, y Él ya había resucitado, para ser ese “Primogénito Hijo de Dios”; y entonces, como el Hijo, Él creó el mundo. Entonces, mucho más tardes, después de que el mundo fue creado, después de 11.000 años de historia, Él entro al mundo, nació de la virgen María, concebido por el Espíritu Santo, y Él entro en la raza humana y vivió entre Su pueblo Israel, y Él vivió el cuadro vivo para demostrar lo que Él ya había hecho con respecto a su Plan de Salvación. Es por esto que dice en Hebreos 4:3 …No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. En última instancia, es a eso a lo que nuestro versículo en Apocalipsis 1:18 se refiere, que Jesús es aquel “que vive y estuvo muerto”. Se nos dice que Jesús murió por los pecados antes de la fundación del mundo, pero esto también tiene aplicación a Su muerte en el tiempo en el primer siglo A.C. Leemos en el evangelio de Lucas 24:1-5 El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? Y, aquí, está verdaderamente la declaración perfecta que encaja con nuestro versículo en Apocalipsis 1:18: “Yo soy el que vivo, y estuve muerto”, y, por lo tanto, esa pregunta puede ser hecha, ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?” Cristo no está muerto, Él no está en el sepulcro. Él no está en ningún lugar del suelo (tierra). Él ha resucitado de entre los muertos, y Él ha ascendido a los Cielos, y está sentado a la diestra de Dios. Él es el “Dios viviente” de la Biblia. Ésta es una verdad bíblica extremadamente importante. Dios pasa mucho tiempo testificando el hecho de que Cristo está vivo --- que Él no está muerto. Por ejemplo, dice en 1 Corintios 15:3-8 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Entonces, aquí, Dios está testificando, y Él se está asegurando de que este punto quede muy claro para todos: que Jesús estaba muerto, sí, Él murió y fue sepultado, y, sin embargo, Él resucitó, y hay testigos de la resurrección de Cristo --- muchos testigos --- y algunos de estos testigos Dios los movió a escribir de los eventos que tenemos en el Nuevo Testamento, cuando encontramos testigos que lo vieron a Él y lo tocaron a Él, y así sucesivamente. Ellos, por así decirlo, han puesto su mano a la verdad, y ellos han jurado que no están mintiendo. ¿Qué más puede hacer Dios? En un período de la historia Él demostró la resurrección de Cristo, y Él lo demostró, y Él tuvo muchos testigos que testificaron de eso, y Él registro esto, y envió estos hechos a todo el mundo. Y, por supuesto, el hombre es hombre, un siglo más tarde, o tal vez sólo unos pocos años más tarde, ellos comienzan a dudar. Comienza a creer, igual que Tomás, quien fue un verdadero creyente y, bien, puedes imaginar lo que los no creyentes piensan cuando ellos escuchan cosas acerca de la resurrección de Cristo. ¿Recuerda cuando el Apóstol Pablo estaba testificando en el Areópago de Atenas, Grecia? Se burlaron de la idea de la resurrección de los muertos. O cuando Pablo testificó (cuando él fue atado y estaba esperando ser enviado a Roma) algunas de las autoridades romanas que estaban gobernando en la tierra en ese tiempo, y él testifico de que Jesús estaba vivo, y otras personas testificaron que Él estaba muerto. Es un punto central del mensaje del Evangelio, que los verdaderos creyentes testifican de este hecho, e incluso los creyentes de hoy testifican de este hecho, esos hechos son verdaderos y fieles, y son registrados con precisión. Estos hechos son la historia verdadera, y esos hechos tomaron lugar. Dios nos da dado simplemente la fe para creer y confiar en él y en Su palabra, y sabemos que estas cosas son absolutas. Son garantía de Dios --- que Cristo murió y resucitó, y Él ahora vive. ¿Quieres ver por qué esto es tan importante? Vayamos a Juan 14, veamos por qué eso es importante para usted y yo que Jesús ya no está muerto, sino que Él vive. Dice en Juan 14:19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. Bueno, ¡allí está! Esto tiene que ver con nuestra salvación, con la promesa de Dios (para nosotros) de vida eterna. Cristo vive y, ya que Él vive, nosotros Su pueblo viviremos también. Recuerde lo que el Señor dice en Romanos 8:9-11 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Eso es lo que Dios hizo con el Señor Jesús --- lo que Dios hizo al haberle levantado de los muertos, donde Él fue resucitado y la muerte no pudo retenerlo. Él hizo el pago completo por Su pueblo. Lo que Dios al traer a Jesús a la vida otra vez (por lo que “Él vive”), Él lo está planeando hacer por su pueblo, todo el pueblo elegido cuyos nombres están registrados en el Libro de la vida del Cordero. Por lo tanto, es de suma importancia que comprendamos que Jesús vive --- que estaba muerto, pero ahora vive --- porque el mismo trabajo y operación de Dios será hecho sobre nosotros, y ese mismo Espíritu nos dará un cuerpo resucitado, y nos dará vida eterna, así que nosotros también viviremos con Él en los nuevos cielos y la nueva tierra. Vamos a regresar a nuestro versículo en Apocalipsis 1:18 Y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. Ésta es justo una declaración gloriosa. Es una gloriosa verdad que Jesús nos está diciendo, y Él está realmente revelando una cosa muy importante para nosotros. Él está diciendo que “Él vive”, Y Él es el Todopoderoso que siempre vive, a pesar de que Él estuvo muerto cuando pagó por los pecados de su pueblo, y que ha resucitado de entre los muertos, y vive, y vivirá para siempre: “Yo estoy vivo para siempre”. Es decir, Él está vivo en los confines de la eternidad futura. Como hombres estamos muy limitados en nuestra capacidad de entender la eternidad futura, así como nosotros estamos limitados en la comprensión de la eternidad pasada. Todo lo que podemos pensar es “tiempo”; porque somos criaturas de tiempo; pensamos en “días que son sin fin” como el himno “Sublime Gracia”, donde, “cuando hemos estado allí, diez mil años atrás, nosotros hemos solamente comenzado” y es así como nuestras mentes trabajan; podemos pensar de diez mil años pasando, y luego pensamos: “Bueno, diez mil años, pero ese no es el fin, y la eternidad es aún más larga”. Así que tenemos la tendencia de pensar en la eternidad futura de esa manera, a pesar de que el tiempo ya no será más cuando este mundo sea destruido, y Dios nos introducirá en esta nueva creación, en una eternidad donde Él mora (Él habita en la eternidad), y Él morará con nosotros, y vamos a vivir para siempre. Y si eso ayuda, podemos pensar de ese futuro eterno siendo de diez mil años, diez mil años, diez mil años; y cuando se llega a ese número, sólo seguir adelante. Es para siempre, y en la medida en que nuestras pequeñas mentes finitas nos puedan llevar en la eternidad futura, Cristo vive. Él está siempre presente, el siempre viviente Dios. Lo que esto nos revela es que Jesús no morirá nunca más, y eso nos enseña que Dios nunca tomará sobre sí los pecados de cualquier criatura en la eternidad futura, ni pagar la pena por ellos. Pero podemos saber esto, porque Cristo está vivo para siempre y nunca más morirá, nunca llegará el momento en que Dios vaya a desarrollar otro plan de salvación, nuevamente, tomar los pecados de criaturas hechas a Su imagen, y Él nunca morirá otra vez por los pecados. Sabemos por otros versículos que nunca habrá más pecado en todo lo que haría que fuera necesario, pero, aquí, se nos da la seguridad de lo que el Señor Jesucristo ha hecho esta vez --- Él ha muerto una vez por los pecados desde la fundación del mundo --- y nunca más, de nuevo, Dios va a ir a través del proceso que Él ha permitido llevar a cabo en este mundo, como la historia humana lo ha desarrollado, donde Él ha permitido que criaturas pecadoras habiten en un mundo corrupto, para desarrollar Su plan de Salvación para salvar las personas por Él mismo. Eso nunca pasará de nuevo, una vez que Dios completó Su plan para este mundo. Él ha finalizado el juicio sobre los hombres no salvos, y finalmente prueba a todos los elegidos en la medida que Él desea que sean probados, entonces Él destruirá este mundo y el universo y juntamente a todos los no salvos. Entonces nos dirigimos al asunto de “vivir” y allí no habrá más muerte. No sólo será una vida hermosa --- vida para siempre, vida eterna, y vivir sin la muerte, y no habrá más pecado que traiga muerte, y no más lágrimas que acompañen la muerte, no más dolor que va de la mano del pecado y de la muerte. Todo lo feo, horrible y negativo que ha seguido a la caída del hombre al pecado el resultado de la muerte, se eliminará y desaparecerá para siempre, y sólo habrá vida con bondad y rectitud, y pureza y santidad, y todas las cosas que Dios nos dice que pensamos en Filipenses 4:8 --- cosas buenas y apacibles, y buenas cosas --- todas las cosas que Dios es, que Su palabra es, y esto será lo que encontremos en el futuro eterno para cada uno de nosotros. Todas estas cosas malas a las que nosotros estamos tan acostumbrados --- estas cosas oscuras, tristes --- que están arraigadas en nuestras mentes y cuerpo en este mundo se irán para siempre. Nosotros junto tenemos el más grande futuro imaginable, cuando pensamos en lo que nos espera a todos y cada uno de los hijos de Dios, cuando vamos a estar con Aquél de quien se dice, en Apocalipsis 1:18 Y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. Ésta es una muy interesante declaración que el Señor está haciendo, que Él posee “las llaves de la muerte y del Hades”. Vamos a echar un vistazo más de cerca a la idea de que Jesús tiene “las llaves del infierno y de la muerte”, cuando nos reunamos para nuestro próximo estudio de la Biblia.
Posted on: Fri, 29 Nov 2013 15:27:17 +0000

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