SI PUDIERA…. PARTE I Dos gruesas lágrimas resbalaron por sus mejillas, la tristeza lo invadía…su caminar se notaba cansado, su mirada distante, llego a la banca que da frente a la entrada principal de la Iglesia del Sagrado Corazón, en el 15 Hidalgo y Juárez, se sienta, las palomas comienzan a revolotear en torno a él, no las toma en cuenta, entrelaza sus manos, las coloca entre sus piernas, recuesta la cabeza hacia atrás, pensando que con ello podría olvidar el pasado…pero no es así…ya lo ha alcanzado… Una y otra vez los recuerdos revolotean en su mente…y a la vez se pregunta, ¿Qué fue lo que hice mal?, ¿Por qué a mi Dios?, ¿Qué hice para merecer esto?, son repetitivas y a la vez lastimosas las mismas preguntas…ya no puede con ellas…no encuentra solución…su corazón late de manera desenfrenada…desesperada, le sudan las manos…aspira profundamente y poco a poco suelta el aire por el estomago..ya se lo habían recomendado..parece tranquilizarse…aspira profundo y parecer resignarse… Las lágrimas, con el torso se sus mano, pretende desprenderlas de su piel, no lo consigue, solo nublan su vista…no puede contener el llanto, en esta ocasión se agacha llevandose las dos manos al rostro y gime, su llanto se desborda…inconsolable… La gente que sale de misa, a las siete de la tarde, voltean a verlo con cierto dejo de compasión y lastima, pero nadie se acerca a preguntarle que es lo que le pasa, siguen de largo su camino… Cuando más entrado estaba en su llanto no se dio cuenta que a su lado se acerco una persona entrada en años, con una bolsa en la mano comenzó a alimentar a las palomas, arrojándoles semillas de girasol, veía como eran diestras para despepitarlas, arrojaban el gabazo y se comían su suave interior… Volteo de reojo con cierta molestia, aun con el llanto en su rostro, ¿quien era él?...lo que quería era estar solo para desahogar su pena, no quería intrusos, pero que podía hacer la banca es pública, ni hablar…aminoró su gemido, pero los ojos continuaban llorosos… Con cierta parsimonia aquel ‘intruso’ metía una y otra vez la mano a aquella bolsa, tomaba un puño de semillas y se las arrojaba a las palomas, veía con cierta gracia como revoloteaban en sus pies, después se quedaba mirando como las engullían… Un poco más tranquilo, miraba con cierto desconcierto a aquel individuo, había retirado sus manos del rostro, volteo a mirarlo, y la misma pregunta ¿quién será?... Estuvo un rato contemplando a aquel viejo como alimentaba a las palomas… sentía cierta curiosidad…pero se la guardaba.. Los minutos pasaron y cuando estuvo más tranquilo aquel viejo le ofreció la bolsa con semillas…’ten intentalo’, le dijo…con desconfianza tomó aquella bolsa, introdujo su mano hacia el fondo saco un puño de semillas y las arrojó… Las palomas pronto estuvieron de su lado… ¿Que tienes?, le pregunto el desconocido… Pensó, ‘que le puedo decir que me pueda solucionar’….guardo silencio…solo se concreto a mover la cabeza de un lado hacia otro.. Respeto su silencio… CONTINUARA...EN FEBRERO
Posted on: Sat, 23 Nov 2013 02:50:07 +0000
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