SOLILOQUIO BAJO EL SOL Este pasado sábado 27 de julio, hice el - TopicsExpress



          

SOLILOQUIO BAJO EL SOL Este pasado sábado 27 de julio, hice el ultimo entrenamiento antes de la Calcenada, mi intención era haber empezado a las 7 de la mañana, pero, siempre hay un pero, el día anterior por la tarde me acerque a San Pedro del Pinatar, a llevar a “La Crisis” a una primera clase de adiestramiento canino, clase que aprovechamos, y que al final los de la escuela invitaron a los asistentes a una suculenta barbacoa, cuando me vine a dar cuenta eran la 11 de la noche y mientras uno arrancaba, con el sabor de unos choricicos picantes, estaba circulando por la nacional cerca de Los Narejos, vi mucha gente y un gran mercadillo, pero lo que más me llamo la atención, es que había una feria, ya sabéis “los caballitos”, las luces de las atracciones me atraían como un imán, el tren de la bruja, los coches eléctricos, el látigo, el rodeo, las casetas de tiro, los puestos de golosinas, total que me dieron la una y las dos, y al día siguiente me levante tarde, tan tarde como las 10 de una soleada y calurosa mañana, prepare la mochila con dos botellas de litro y medio cada una , de isotónica y te verde congeladas, un bocata y fruta fresca, tras desayunar bien y meterme dos buenos vasos de agua, a las 10:30 salí por la calle de Irun de la ciudad minera. Tenia previsto hacer un recorrido ya programado, cuando de repente se me aparece un diablillo en mi hombro izquierdo, muy rojo y con su tenedor infernal pinchándome, “cambia de trazado, haz el siguiente, es más infernal, jajajaja”, se reía el muy puñetero, entonces en mi hombro derecho se me aparece un angelito, un querubín y me susurra al oído, “no hagas caso a ese diablillo, quiere tu mal, haz lo previsto, pasarás por sombras y fuentes de agua frescas”, no creyendo lo que me estaba pasando, miraba a derecha e izquierda y los dos diablo y ángel insistían en sus argumentos, desorientado ante tanta insistencia, les grite, “muy bien, será un duelo, leal, y el ganador me indicara el recorrido” Mis dos apariciones, diablo y ángel, se miraron y asintieron, y ante mi incrédula mirada, comenzó este singular duelo, revolcones, agarrones, puñetazos, cuando de repente el diablillo agarro con sus cuernecillos a sus contrincante inmovilizándolo, “Jajajajajaja, he ganado el duelo” rió con estrépito, “desaparece infeliz angelote y vuelve a tus aburridos quehaceres”, “en cuanto a ti, harás un recorrido infernal, asfalto, mucho sol, polvo, campos de labor, ¿qué hay mejor que un infierno? Jajajajajajaja” y desapareció, sentí un ligero mareo y entonces vi claro el recorrido que tendría que hacer. Programado mi GPS mental, salí en dirección al Garbanzal y tomando la carretera en dirección a Los Camachos, caminando por el arcen izquierdo de la carretera, el sol apretaba ya con ganas, el trafico era fluido, antes de llegar a Huerto Pío, en la derecha, están con las obras de la nueva residencia privada para ancianos que está en construcción, paso las dos rotondas debajo de la autovia y llego a Los Camachos, giro a la derecha pasando por la antigua venta, hace tiempo que no entro, como muchas de estas tabernas, se han subido a la parra, un poco más adelante, está la asociación de vecinos, con un estupendo menú a 8 € a elegir varios platos y otro de 5 € con un plato postre y bebida, y si os pasáis para tapear o tomaros una cerveza fresca, os lo recomiendo. Sigo atravesando la población, hay bonitas casas, con jardines bien cuidados, llego al monumento dedicado a quienes viven o han vivido en la diputación de los Camachos, un homenaje a todas los que han pasado y pasaran por esta pedanía. Sigo la carretera, el sol es de justicia, creo percibir una risa maliciosa de un siniestro personajillo, el asfalto reverbera, hierve, parece un mar mirando a la lejanía, de repente veo algo moverse unos metros mas adelante, es una enorme culebra, desplazándose haciendo eses, muy lentamente, hasta llegar a la zona de campos, donde desaparece. A pesar de ir por asfalto, a poco que uno se fije, encontrará vida en los lindes de la carretera, llego a la rotonda donde esta el cruce de Los Beatos y entro por la calle principal, no se ve a nadie, en la asociación de vecinos, el bar está abierto, dos parroquianos con sendos vasos en la mano me miran, suena una música “la muerte tenía un precio”, mis manos preparadas para coger las pistolas, nos miramos fijamente, los dos parroquianos hacen el mismo gesto, las miradas siguen, un viento cálido recorre la calle del pueblo, no se oye nada, más al fondo se ve el campanario de la iglesia del pueblo, cuando parece que va a pasar todo, no pasa nada, solo las miradas, hasta que me alejo y el pueblo desaparece. Continuo por el asfalto, a lo lejos se ve el Carmolí, antes tendré que atravesar campos y fincas, cruzo el puente que va por encima de la autovia, y llego a las tierras pertenecientes a la diputación de El Algar, campos inmensos de labor, y cada casa y cada finca tiene el topónimo de los apellidos que la habitaron, Los Conesas, Los Macocas, Los Bartolomes, Lo Luengo, Los Cobachos, paso un gran pantano de Mantillo al lado de uno de los típicos molinos de la zona, curiosamente no solo pone la prohibición de bañarse, también la de comer, el sol aprieta de lo lindo, me queda la mitad del liquido que traje de casa, atravieso campos, algunos con melones secándose, no los han recogido, veo una gran nube de polvo, son trabajadores, muchos, un autobús los sigue, van quitando metros y metros de plástico y quitando goteros, son africanos, de raza negra y magrebíes, ni un español, hace tiempo que en el campo no trabaja ninguno, en los años de bonanza nadie quería este duro trabajo, seria injusto dejar a estas personas sin ello después de estar apechugando con la tierra y los invernaderos. Esta planicie tiene muchos molinos de agua, algunos bien conservados, la mayoría sin la arboladura y techados que los caracteriza. Voy sorteando campos y vallas que delimitan las fincas, bajo a una pequeña rambla colindante a una valla, con muchas cañas, me introduzco en la vegetación, hay un sendero, a lo lejos se ve un gran molino, cuando llego miro asombrado el increíble tamaño del mismo, y lo mas singular es como esta construido y situado, está tal cual sin restauración, con toda la arcaduceria, y todo su entramado, pero lo más singular es todo el entorno, situado como si fuera una gran torre del homenaje, rodeado de una muralla que son los cauces o acueductos por donde circulaba el agua, un molino enorme, me fui a su base y al mirar arriba, me vino a la imaginación las aventuras de ese extraordinario loco llamado Don Quijote con los molinos de viento: “Bien parece, respondió Don Quijote, que no estás cursado en esto de las aventuras; ellos son gigantes, y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla”. En este momento, apareció un perro, grande, ladrando amenazante, le grite fuerte y seco, mantuvimos la mirada, y me agache a coger una piedra, cosa que siempre me dio resultado, entonces sucedió una cosa extraordinaria el temido can se transformo en un gigante, armado de un gran sable y tocado de armadura, “Quien eres” me gritó, soy un caminante que pasaba por aquí y seguiré mi camino. “Antes tendrás que adivinar el acertijo de las tierras del Algar, si no lo adivinas te daré muerte” “Nadie ha adivinado el acertijo, estas tierras seguirán teniendo su magia y protección por los siglos de los siglos”, gritaba amenazante, mientras blandía la enorme espada sobre su cabeza, a pesar del calor, un sudor frío recorrió mi cuerpo. “¿Estas preparado para morir, pequeño humano?” “este es el acertijo” “¿Como liberaras este circulo de hierro amarrado con tres cuerdas con una sola flecha?” Ante mi y en el muro del molino aparecieron tres cuerdas una al norte y otra al este y oeste, y amarrando un circulo con los extremos. “Miserable mortal prepárate a morir”; Espera, le grite, dame la flecha, y agarrando la flecha, con la punta, corte las tres ataduras que amarraban el circulo de metal, quedando liberado. “Nooooooo…….” Gritó el enorme gigante mientras desaparecía evaporándose como si fuese humo. Bebí líquido y proseguí mi camino, continúe dirección al Carmoli llegando a unas vallas, las cuales seguí hasta llegar a la entrada de la finca El Pino, saliendo a la nacional que va a Los Urrutias. Proseguí por el paseo y playa, estaba limpia tras las ultimas quejas de los vecinos, al llegar al Club Náutico Mar Menor, la zona de playa estaba muy mal y degradada, no había nadie y ese inconfundible olor a podrido, pase por la urbanización estrella de Mar, y el gr-92 hasta Los Nietos, me encontré con una amiga del Roller Master y estuvimos hablando, en esta zona paro a comerme el bocata y reponer liquido, comprando agua en un comercio. De nuevo en ruta hasta Islas Menores y hacia Los Belones, llegando a la fuente, donde volví a tomar bocado y rellene las botellas con el agua de la fuente. Me dirigí a la zona de Huncos y a tomar la desviación del gr-92 que va por encima de las calas, a pesar del sol, un agradable viento venia del sur y creo que sin equivocarme puedo asegurar que era un lebeche, el mar estaba con marejadilla con los borreguitos que forman los rompientes de las olas, la cala de las mulas estaba anegada, al llegar a la desviación de la Cala de la Golera, tome la subida a la pista de tierra que va al campo de golf, en la subida me pare unas cuantas veces, más por ver las vistas y el mar que por el cansancio que ya empezaba a notar. Atravesé las urbanizaciones del campo de golf llegando a Atamaria, donde hice una visita relámpago a la casa de mi amigo Rogelio, que como buen samaritano me dio agua fresca para beber. Siempre es una alegría ver a Rogelio. Refrescado proseguí hasta el barranco del muro y Portman, es agradable darse un paseo por el antiguo Portus Magnus de los romanos, me vuelvo a refrescar entrando en un comercio aprovisionándome de más liquido y subo por el camino del 33, La Crisoleja y bajando por el primitivo camino minero de la cuesta de las Lajas, y llegando al mercado de la Unión. He recorrido tierras en un triangulo mágico comprendido entre El Carmoli, El Cabezo de la Fuente y el Sancti Spiritu. Ha sido un infierno de calor y de sol, unos 45 km. Salí a las 10:30 y llegue a las 20:00 si le quitamos unos 45 minutos de parada, sale un buen promedio para un caminante como yo, eso si, si queréis hacer esta ruta os daré un consejo, no le hagáis caso al diablo si se os aparece para aconsejaros. es.wikiloc/wikiloc/view.do?id=4929041
Posted on: Tue, 30 Jul 2013 19:17:14 +0000

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