Saludos a todas y todos los que hoy acompañamos en la Mega Marcha para conmemorar la masacre del 68. Comparto con ustedes una breve reflexión acerca de esta fecha grabada en la memoria de México, lamentablemente, con letras de sangre. ¡2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA! Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”: Salvador Allende. Hay una pregunta que nos hacíamos en la oscuridad de los tiempos, en el México de los años sesenta, corrían como hoy tiempos canallas, de muerte, autoritarismo y represión. La libertad no era una palabra que se pronunciara fuerte y claro hasta que en 1968 se levantó como un incontenible grito que sacudió los cimientos de la Nación, cimbrando el pedestal de los poderosos. En aquellos años los jóvenes conmovieron y convencieron al mundo con la idea, consigna y sueño: “OTRO MUNDO ES POSIBLE”, algunos de aquellos jóvenes, si hoy miraran atrás se avergonzarían de lo que ahora son, ya que la idea, consigna y sueño, se les volvió con el paso de los años una interrogante: ¿OTRO MUNDO ES POSIBLE? Salvador Allende, con ese timbre de metal de su voz, nos habló en Guadalajara que “hay jóvenes viejos y viejos jóvenes”, la idea de cambiar el destino de la humanidad no ha envejecido, es y seguirá siendo obra de los pueblos, hoy como ayer, esta imagen de un mundo en que exista igualdad, libertad y fraternidad entre los pueblos no sólo es una consigna, sino se ha vuelto una necesidad imperiosa. De lo contrario el odio, el egoísmo, el hambre y la miseria, terminarán enfermando al hombre, al ser humano, despojando de lo humano y sobreviviendo sólo con la soledad de su ser. A 45 años de distancia del movimiento estudiantil que sacudió al régimen fascista y priista, basta mirar las demandas contenidas en el Pliego petitorio del Consejo Nacional de Huelga, para darse cuenta que no han sido cumplidas y siguen siendo vigentes, aunque sean otros personajes y otras las autoridades. El régimen político y autoritario se ha perpetuado, no es casualidad, fascista y priista son palabras que describen al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, fascista y priista son palabras que explican y definen el actuar del gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto. La mentira, la represión, el clasismo, la sangre y muerte es la savia del viejo régimen, del viejo y del nuevo PRI. En el 68 los estudiantes buscaron un diálogo abierto con Díaz Ordaz para dar solución al conflicto, pero el gobierno monologa con el Estado y el Estado con el gobierno, y cuando la fuerza de la palabra y la razón no es atendida, la fuerza de las armas son las que golpean, aprisionan, encarcelan y privan de la vida a quienes luchan por la vida, como aquéllos jóvenes en 1968 quienes luchaban por el reino de la justicia y la libertad aquí en la tierra. Dice el pliego petitorio: libertad a los presos políticos, y hoy nosotros decimos: ¡Libertad a Alberto Patishtán!, justicia a los compañeros que han perdido la vida por defender sus ideales y los derechos de sus comunidades, de su pueblo, de su gente. Dice el pliego petitorio: derogación del delito de disolución social, y hoy nosotros decimos: ¡No a la represión de la protesta social!, protestar es un derecho, exigimos respeto irrestricto al libre pensamiento, a la libertad de palabra, a la libertad de imprenta, respeto a los derechos laborales de las y los trabajadores y derogación de la reforma mal llamada educativa. Dice el pliego petitorio: desaparición de los cuerpos granaderos, y nosotros decimos: ¡Basta de que la Policía Federal siga siendo empleada para reprimir los movimientos sociales!, las luchas de los obreros o para romper las huelgas, basta de que siga empleando la violencia para combatir la violencia, hoy como en el 68 la ignorancia, el hambre y la miseria no se le enfrenta a bayoneta calada sino con educación gratuita, salud, trabajo y mejores salarios. Dice el pliego petitorio: destitución de los jefes policiacos, nosotros hacemos eco destitución a los jefes policiacos que ordenan reprimir a los movimientos sociales, suspensión a quienes no salvaguardan los derechos y libertades del pueblo, policías corruptos y a quien se jactan de acabar con el movimiento magisterial. Dice el pliego petitorio: indemnizaciones a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto. Y nosotros exigimos indemnización y justicia para los mineros de Cananea y Pasta de Conchos, para los trabajadores electricista de Luz y Fuerza del Centro y para todos aquellos que sufren hambre miseria y explotación. En su última demanda piden el deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos, quienes no han sido llamados a responder por sus crímenes, en el 2013 la impunidad sigue siendo una regla y no una excepción en nuestra País. Por ello, el anhelo de otro mundo es posible, sigue en los labios y en el alma de generaciones que lo han vislumbrado, cantado, pintado en los muros, gritado a los cuatro vientos, acariciado cada 2 de octubre desde 1968 hasta la fecha en que los contingentes de estudiantes, maestros, padres de familia, ferrocarrileros, mineros, electricistas, el pueblo; todos marchan de la Plaza de las Tres Culturas al corazón dónde late la Patria, al Zócalo de la ciudad de México. Este día nos vuelve al pasado, 2 de Octubre de 1968, es un mirar hacia atrás para caminar hacia adelante, y preguntarnos si seguimos pensando y luchando por lo que creímos, o si en algún lugar del camino dejamos los sueños, entonces no hemos comprendido nada. Como dijera Ernesto Guevara “los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos” así que ellos, la generación del 68, está con nosotros en cada lucha que se libre por defender la libertad, la democracia y la justicia. Este 2 de octubre decimos fuerte y claro: ¡ni perdón ni olvido! hasta que la justicia se siente entre nosotros.
Posted on: Thu, 03 Oct 2013 05:01:56 +0000
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