Saludos amigos y colegas, les comparto este artículo de mi autoría que se publica hoy en Diario Extra de Costa Rica, el periodico de más venta en Costa Rica. PRINCIPALNACIONALESSUCESOSOPINIÓNDEPORTESINTERNACIONALESESPECTÁCULOSCLASIFICADOSOPINION Nuestra juventud: presa fácil del narcotráfico Vemos que el éxito del narcotráfico, está basado en las prospectivas económicas que depara este sucio negocio que pudre constantemente a todo un barrio, comunidad o sociedad en general, en donde el dinero no es la única causa que induce a esta juventud a servirle de esclavo, sino que se requiere demostrar cierto temple y violencia aunado a la etiqueta de que me gusta matar. Miercoles 10 de Julio del 2013Por: MSc. Verny Zúñiga Cabalceta / Criminólogo Forense y Catedrático Universitario.REGRESAR FOTOSShare on facebookShare on twitterShare on emailShare on printMore Sharing Services0Costa Rica no se escapa del flagelo del narcotráfico, es el cáncer que carcome a nuestra sociedad y principalmente a la juventud, si analizamos los estudios que se han hecho en países como México, en donde se dice que el narcotráfico es el quinto empleador más grande del país (Ríos and Sabet 2008), algo que nos debe llamar a la reflexión y a la rápida acción conjunta de los entes policiales represivos de nuestro país, principalmente cuando vemos en los diferentes medios de comunicación, que nuestra juventud es quien está siendo asesinada, agredida e involucrada en este fenómeno social que trasciende fronteras, por lo que es común leer, escuchar o ver, cómo aparecen jóvenes decapitados, vapuleados o lo que es peor, engrosan las estadísticas de las de por sí sobrepobladas cárceles. Vemos que el éxito del narcotráfico, está basado en las prospectivas económicas que depara este sucio negocio que pudre constantemente a todo un barrio, comunidad o sociedad en general, en donde el dinero no es la única causa que induce a esta juventud a servirle de esclavo, sino que se requiere demostrar cierto temple y violencia aunado a la etiqueta de que me gusta matar. De ahí que podemos ver que la mayoría de los narcotraficantes iniciaron sus andanzas siendo muy jóvenes, quienes se vieron involucrados con sujetos de conductas permisivas en quienes creyeron encontrar un modelo de identidad cuando fue todo lo contrario, son personas con escasa educación formal y provienen de esferas económicas no muy privilegiadas, con edades que pueden ir desde los catorce años hasta los veinte, según el lugar donde inicie su operación delictiva. Son jóvenes que dejaron sus estudios sin concluir, pues el vendedor de drogas prototípico tiene aspiraciones económicas muy altas y más allá de lo que la legalidad no puede satisfacer, es por esto que vemos hoy en día el traslado de jóvenes de un lugar a otro llevando lo ilícito sin medir el peligro o si está expuesto a ser ejecutado por un mal accionar ante el “patrón”, burlando todos los cercos de seguridad y vigilancia existentes. Ante estos hechos, debemos tomar acciones urgentes que coadyuven en la prevención de estas acciones en que se está involucrando mucha gente joven en edad productiva para el país, gente que quizás se le pueda brindar opciones verdaderas que los formen y les den oportunidades de surgir ante la adversidad y las tentaciones del mercado informal del narcotráfico, puesto que estos mercados son muy tentadores y son capaces de invertir recursos económicos con tal de mantener el domino y destrucción de la sociedad, marcar su territorio y demostrar quién tiene el poder, es así que analizamos su accionar, concluyendo que los narcos decidieron no ser comerciantes sino criminales, esto les permite empoderarse porque ser narcotraficante permite no solo tener acceso a cierto grupo o tipo de sociedad, sino vivir por encima de la ley gozando del poder que pueda darle el rompimiento de las reglas o normas que deben regir la conducta desviada de toda aquella persona que se involucra en este tipo de acciones, en donde cree que gozará de grandes privilegios, cuando lo único que hace es ser el blanco perfecto para quienes en un principio lo inducen al accionar criminal. Si bien es cierto la posición geográfica de Costa Rica es viable para el narcotráfico y en general el crimen organizado, esto no quiere decir que no existan alternativas que coadyuven a la reducción de este flagelo social que nos carcome, que nos enluta día a día, y aunque el problema es más complejo de lo que pensamos, estamos a tiempo de buscar alternativas para nuestra juventud, como lo son, programas de prevención pero que no trillen en lo mismo que venimos escuchando y viendo desde hace muchos años atrás, sino que sean alternativas dinámicas y educativas de capacitación productivas en donde preparemos a jóvenes con vocación de servicio, en donde tengan alternativas de emplearse y recrearse, aunado a la parte familiar que nos corresponde como padres y madres responsables de estos pequeños empresarios narcotraficantes que hoy inician un camino lleno de dolor y sufrimiento, muchas veces por no contar con un apoyo y modelo de identidad en donde pueda ver reflejado lo bueno para la sociedad que lo vio nacer y que de la noche a la mañana lo lanzó a un mundo conocido como Subcultura Criminal, a donde van a parar quienes vieron sus deseos frustrados por carencia de apoyo y liderazgo social, económico, político, educativo y familiar. Reflexionemos ante este problema, pues sabemos que detrás de todo este oscuro trabajo, hay mucho talento humano pero que desgraciadamente terminan en una cárcel o en un predio baldío, es el momento para poner en marcha programas y apoyo para el autoempleo y educación como mecanismos exitosos y relativamente fáciles de llevar a cabo con dedicación y compromiso en todo el ámbito de la palabra
Posted on: Wed, 10 Jul 2013 19:51:17 +0000
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