"Se está disimuladamente transformando las FFAA, en una policía - TopicsExpress



          

"Se está disimuladamente transformando las FFAA, en una policía militarizada"... La entrevista. Por: José Hernández, Director Adjunto Ex Jefe del Comando Conjunto y ex ministro de Defensa: Oswaldo Jarrín critica los cambios legales que el Gobierno quiere operar en FF.AA. Según él, habría desprofesionalización, caos entre instituciones y hasta peligro de violencia. El personaje: Fue Ministro de Defensa de julio de 2005 a agosto de 2006. Lideró el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas durante un año, en 2002. Fundó la Facultad de Ciencias Militares de la ESPE. Usted había expresado la inquietud de que el Gobierno pudiese politizar Fuerzas Armadas o utilizarlas por fuera de su rol específico. ¿Esa inquietud ha tomado cuerpo o se ha desvanecido? No solamente que ha tomado cuerpo sino que va a adquirir la legalidad para que las Fuerzas Armadas cumplan tareas policiales. Cuando se ha discutido ampliamente el artículo 158 de la Constitución, lo que se ha dicho es que todas las instituciones tienen responsabilidad con el Estado en materia de seguridad. Así es. Pero cada institución en el campo que le corresponde. Por consiguiente, si se manda una Ley reformatoria a la ley de seguridad pública y del Estado, tácitamente se reconoce que la Constitución no da esas atribuciones a las Fuerzas Armadas. Es preocupante cuando dice que los militares, mediante acuerdo interministerial, podrán disponer que las Fuerzas Armadas intervengan en acciones destinadas, uno, a la protección interna. Es tarea absolutamente policial en todas partes del mundo; a no ser que se opte, como en México, por formar una gendarmería. En segundo lugar y más grave: mantenimiento y control del orden público. Ya no están en el control del delito de seguridad ciudadana sino que se pasan a seguridad pública y ésta es privativa de la Policía para disturbios, alteración del orden público y lo que sea vigencia de la ley. Y como si no fuera suficiente, se dice que incluya control de armas e inteligencia anti delictiva. Ahí estamos hablando del famoso espionaje, aunque se garantice que los equipos son exclusivamente para persecución del delito. Quiere decir que toda la inteligencia militar se distorsiona a inteligencia interna. La Policía se queda corta con relación a las Fuerzas Armadas con tantas tareas que tendrán que cumplir. No solo se desnaturaliza el rol de Fuerzas Armadas sino que se entra en un campo anticonstitucional. ¿Su crítica se basa más en la ortodoxia –lo que los militares no han hecho– o en ejemplos que prueban que esas tareas, atribuidas a ellos, no producen los resultados esperados por los gobiernos que los usan? No quiero decir que Fuerzas Armadas no están en seguridad. Están en fronteras, guardacostas, control del espacio aéreo, protección de áreas estratégicas, protección inclusive de aspectos que tienen que ver con el patrimonio nacional. Eso es seguridad. Pero hay que establecer las responsabilidades de cómo participa cada institución porque si las Fuerzas Armadas contribuyen a la seguridad interna no quiere decir que les hagamos policías. Lo que se está haciendo disimuladamente es transformándolas en una policía militarizada. Si están controlando terrenos baldíos, dando apoyo a los centros comerciales, controlando los combustibles; si están revisando cachinerías, apoyando a los fedatarios… Eso ya no es Fuerzas Armadas; es gendarmería. Disimuladamente les quieren ir transformando supuestamente porque ya no tenemos enemigos ni conflictos internacionales. Por favor, las Fuerzas Armadas no existen porque existen enemigos: existen porque hay una Constitución que les asigna misiones de Fuerzas Armadas. ¿Cuál puede ser el resultado de esta mezcla de tareas a la cual usted hace alusión? Desprofesionaluzación. Pérdida de la naturaleza profesional de las Fuerzas Armadas que no pueden estar orgullosas de cumplir 22 misiones subsidiarias. ¿Dónde está el entrenamiento militar? ¿Dónde están los programas de instrucción? ¿Dónde están los ejercicios de campaña? ¿Dónde está la dedicación profesional para las misiones que les corresponde este momento en frontera? No es sencillo cumplir reemplazos, relevos y rotación de personal para patrullaje militar en frontera. Igual ocurre con las tripulaciones de guardacostas y la Fuerza Naval en protección del mar territorial. ¿Qué es lo que está ocurriendo? Que se están sacando cuotas de personal porque los pilotos o los tripulantes de los submarinos y las fragatas no están haciendo seguridad ciudadana y controlando estas situaciones. ¿Quiénes lo están haciendo? Las infanterías de esas fuerzas. Y comienza, poco a poco, a fraccionarse a las instituciones entre los que hacen esa seguridad y los esencialmente profesionales que no pueden ser distraídos del mantenimiento de sus equipos, del sistema bélico, del sistema de operaciones militares que es complejo. ¿Este cambio en Fuerzas Armadas pudiera corresponder a una renovación por parte del Gobierno de lo que es la doctrina militar? La doctrina que rige las Fuerzas Armadas es una doctrina profesional obtenida de la experiencia de combate y de su historia como Fuerzas Armadas profesionales. No quiere decir que antes no se hayan cumplido tareas policiales. La Fuerza Tarea Conjunta en Guayaquil recibió la condecoración del Congreso Nacional por apoyar a la seguridad ciudadana, pero por un período determinado y bajo situaciones de excepción. No quiere decir que otros países del mundo no hagan lo mismo. En Brasil, Fuerzas Armadas cumplió una misión dentro de las favelas, recuperó el control del territorio porque eso ya no era solamente delincuencia sino pasaba a ser una guerrilla urbana. Pero cuando los militares retomaron el control, entregaron a la Policía y salieron de allí. ¿Cuál es, entonces, la doctrina militar que se está expresando en este caso? Simplemente la doctrina de gendarmería. Se infiere porque si no hay Ley todavía, lo que está tratando es que se produzca como hecho consumado. Mire, México tiene asesoramiento de Francia para organizar una gendarmería después de la dura experiencia del presidente Calderón de tener 70 mil muertos producidos por la guerra entre carteles. Ellos emplearon las Fuerzas Armadas pero se dieron cuenta de la naturaleza de cada institución. Y ahora están formando una gendarmería que cumpla dos tipos de misión: operaciones militares, de policía y de investigación. Ahí está la doctrina que se quiere implementar acá en una forma progresiva y sin transparencias. Se quiere que, por hechos consumados, caigan en el desarrollo de una doctrina de gendarmería, de guardia nacional o de guardia civil española. ¿Si esa fuera la doctrina, debiera decirse? Díganlo, pero no vamos progresivamente cambiando a las Fuerzas Armadas, dándoles misiones hasta que caigan y se transformen por inercia en una policía militarizada. ¿Su apreciación surge de informaciones que tiene sobre lo que se está realmente pasando en Fuerzas Armadas? ¿Sabe usted de las maquinarias que están incautadas? ¿Sabe usted de la voladura de la maquinaria de la minería ilegal? No estoy refiriéndome a especulaciones, a supuestos, no me refiero a la doctrina que se esté elaborando. Me voy a hechos concretos de los cuales hay que inferir. Si se aplica esta Ley, estoy determinando las consecuencias futuras de lo que puede pasar. Tomo como referencia la Ley, lo que existe en convenios internacionales y la experiencia dolorosa de otros países. En el Código Orgánico de Instituciones de Seguridad se prevé crear una unidad que, de requerirlo, puede pedir el apoyo de Fuerzas Armadas para su tarea. ¿Cómo interpreta usted esa posibilidad? Lo que se trata es de crear una entidad pública especializada, jerarquizada, civil, armada… En la Constitución, esas son las características de la Policía Nacional. La única que puede tener el monopolio del uso de la fuerza es ella, nadie más puede utilizarla. Lo que es más espeluznante es que en situaciones de riesgo pueden pedir apoyo a la Policía y a las Fuerzas Armadas. En ese caso, ese servicio de protección liderará las actuaciones. El presidente de la República es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, nadie más puede comandarlas. Él puede delegar la conducción de Fuerzas Armadas al jefe del Comando Conjunto. Eso dice la Constitución del Ecuador. Aquí se quiere crear una entidad con facultad, con autoridad sobre los órganos y las instituciones de defensa y de seguridad. ¿Cómo calificaría usted a esa entidad? La he calificado como paramilitar y no me van a decir que no es paramilitar porque como está en ley, ya es legal. Por favor puede ser paramilitar aún estando con Ley dentro del Estado. ¿Por qué razón? Porque el concepto de una fuerza paramilitar se refiere a cualquier tipo de entidad que se organice y que tenga características de las fuerzas militares sin pertenecer a ellas. No porque hay una ley, deja de ser paramilitar y pasa a ser legal. ¿Qué significaría para las Fuerzas Armadas que, ocasionalmente, su mando quedase supeditado a una fuerza policial? No, paramilitar. Pero ese caso, ¿pudiera ocasionar algún caos entre instituciones? Caos no quiere decir violencia, pero el caos puede generar violencia. La pregunta está referida a un caos administrativo o de mando. De estructuración, de mando, a eso se refiere. Pero eso también puede generar violencia, conflictividad entre las instituciones. Nadie desdice de que haya un órgano de seguridad como existe en Estados Unidos o en otros países. Pero debe estar bajo un mando institucional. Un servicio secreto civil, armado y que dependa del Ministerio del Exterior a través del Comando General de la Policía. No pasaría nada. ¿Sin la participación de las Fuerzas Armadas en absoluto? Inclusive puede estar con coparticipación de Fuerzas Armadas. Pero estamos hablando de instituciones que son legalmente facultadas para el uso de la fuerza. ¿Y sin subordinar el mando militar a esta fuerza? Peor aún, repito: el único que puede mandar en las operaciones militares es el Presidente de la República y, por delegación, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Cuando se elaboró el Libro Blanco de la Defensa Nacional hubo debates con cierta participación de la sociedad. Ahora parece haber vuelto el secretismo en Fuerzas Armadas. ¿No recuerda esto el amplio divorcio que se criticó entonces con la sociedad civil? Se debatió para que sea un proceso político democrático. Me cabe la satisfacción de decir que Ecuador es uno de los primeros países en haber hecho ese debate democrático. El primer libro en América lo hizo Argentina. El segundo fue Chile y sus tres Libros Blancos se han hecho en idéntica forma. Luego Brasil y hace pocos días Paraguay presentó al Congreso su Libro Blanco para la aprobación. Pero si compara esa experiencia con lo que está sucediendo, ¿cuál es su balance? Esa política es, en primer lugar, una medida para transparentar, para determinar los objetivos estratégicos de la defensa, los componentes de la defensa, el involucramiento de los sectores sociales y de las instituciones. De tal manera que sea un norte, por lo menos a medio plazo, en nuestros escenarios que son cambiantes, para que se sepa cuál es la orientación que se va a tener en defensa y, sobre todo, se pueda rendir cuentas. El proceso de gestión en cualquier país del mundo parte, primero, de la Constitución, después viene la Ley y luego el Presidente de la República determina la política nacional. El Libro Blanco se encarga de difundir esa política nacional. Esa secuencia fue interrumpida, está trunca. ¿Qué tenemos ahora? Un plan integral de seguridad pública y del Estado. ¿De dónde partió? De la Ley. Vuelvo a la política: es el vacío que hay. ¿Usted cómo lo interpreta? Si no hay una política, da libertad de acción para que se vaya cambiando conforme se presenten las circunstancias. El resultado es una conducción errática y no se puede rendir cuentas. Y un plan, ¿cómo sale directamente de la Ley? ¿Por qué se le omite al presidente de la República para que dé sus directrices? Y no me van a decir que las directrices están en una agenda de un ministerio. La agenda es un libro de trabajo, es un conjunto de actividades y la personalidad del Ministro para conducir la gestión administrativa. La política tiene que ser absolutamente clara: todos los países del mundo tienen. O se llama Libro Blanco o White Paper. Abra usted la página web universal: todos los países del mundo tienen su White Paper o su Libro Blanco. ¿El Ecuador se transformó directamente a un plan o tiene una agenda del Ministerio de Defensa que no es una política de Defensa? Porque esa política de Defensa debe ser emitida por el Presidente de la República, según el artículo 141 de la Constitución. Si su balance lo amplía al campo internacional y de los acuerdos regionales, ¿hay pleno cumplimiento? Hay un incumplimiento sobre todo porque hay una directa y dura ideologización de todos los aspectos del Estado y Defensa no escapa. Tanto es así que, como los acuerdos internacionales están en la OEA y detrás de la OEA está el imperio, no se cumplen. Se ha desvinculado el país y no se tiene la armonía que debería existir con los países del hemisferio en los aspectos más esenciales. Estamos hablando de droga, antinarcóticos… Pero esos acuerdos al parecer se están cumpliendo. No se están cumpliendo porque sencillamente se está yendo en contra del compromiso de Seguridad Pública de las Américas que se firmó en la OEA.
Posted on: Wed, 24 Jul 2013 16:42:25 +0000

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