Seguiremos con los fanfic ayer pusimos para que eligieran cual quisieran leer y gano la primera asi que la publicaremos un capitulo por dia son 6 capitulos :D Un pequeño problema by princesaninja789 on fanfiction.net Capitulo 1: Fatal cumpleaños Donatello encontró a Abril sentada en la sala de estar, la televisión estaba apaga. Podía ver la expresión en su cara, estaba llorando. Sus piernas estaban enterradas en su mentón y apenas podía mantenerse estable. ¿Qué es lo que andaba mal? "Abril, ¿qué sucede" le preguntó sentándose a su lado. La pelirroja lo miró y no dijo nada, solo soltó más lágrimas y se apoyó en el brazo de su mejor amigo. Aunque no pudiera expresar palabra alguna su estado lo decía todo. "Mañana es mi cumpleaños, y… y… papá y yo siempre lo festejábamos" sollozaba sin parar. Donatello la miró y sintió como el mundo se derrumbaba frente a sus ojos. Odiaba ver a Abril llorar. "Abril yo…" trataba de buscar las palabras adecuadas pero no lo logró "Lo siento…" la rodeó con su brazo. Ella siguió sollozando. "Quisiera… quisiera que estuviera aquí conmigo" apenas podía pronunciar las palabras. "Abril" se apartó de ella y la miró de frente con la intención de consolarla "Sé que ha pasado un año y eso es mucho tiempo para ti, pero te prometo que lo rescataremos. Además, no estás sola… nos tienes a nosotros, somos tu familia. Te juro que mañana será un gran día, no estés triste. Por favor… no llores más, ¿sí?" y le secó una lágrima que estaba deslizándose por la mejilla. Ella paró el llanto y lo miró fijamente, entonces su rostro se iluminó con una leve sonrisa. "¿En-enserio?" preguntó restregándose la cara. "Si, créeme. Será un día especial dedicado solo para ti" le acarició una de sus mejillas. Ella no dudó más y se abalanzó sobre él, enrollándolo en una fuerte abrazo. "El mejor" susurró Donatello. Y así fue. Al día siguiente ella se levantó tranquilamente. Lo primero que se dio cuenta fue que la alarma no había sonado. ¿Por qué no había sonado? ¿Quién la apagó? Eran casi las 11 de la mañana y supuestamente tenía entrenamiento a las 7. Oh, que tonta. Hoy es mi cumpleaños, tal vez no quisieron despertarme temprano pensó quitándose las sábanas de encima. Se dirigió al baño a lavarse la cara. "Qué raro, no he visto a ninguno de los chicos" se dijo a sí misma. Salió de ahí y los pasillos seguían vacíos. De seguro deben seguir entrenando. Se vistió y se fue a la sala: estaba vacía, solo la televisión encendida dando Héroes Espaciales. Esto es extraño, usualmente encuentro a Leo mirando Héroes Espaciales a esta hora. Así, fue a buscar a Donnie a su laboratorio. "Donnie, ¿estás aquí?". Nadie respondió. Timothy estaba durmiendo. Entonces fue al dojo. Correcto, no había nadie. Llamó a la habitación del maestro Splinter. "Maestro Splinter" golpeó varias veces, luego deslizó la puerta pero no había nadie. ¿Dónde están todos? "Deben haber salido…" y caminó directo a la cocina. "Chicos, ¿están aquí?" preguntó entrando como si nada. "¡SORPRESA!" gritaron todos. Ella se quedó inmóvil sin saber qué decir "¡Feliz cumpleaños Abril!". La cocina estaba adornada con guirnaldas y globos de muchos colores. Sobre la mesa había un enorme pastel de tres pisos cocinado especialmente por Mikey (oh noooo), tenía una cobertura de merengue blanco con pequeños detalles en rosa y una frase que decía Feliz cumpleaños Abril, aunque si se lo observaba mejor la letra A parecía el número 4. "Chicos… N-no sé qué decir" sus ojos estaban como platos y una boba sonrisa abarcaba su rostro. "Lo estuvimos planeando desde hace una semana" dijo Leo. "Fue idea de Donnie" comentó Rapha, haciendo que la tortuga más inteligente se pusiera roja. "Cállate Raph" le protestó. Mikey se acercó y le colocó un gorrito muy divertido. "Hoy eres la consentida, así que puedes pedir lo que sea" la tomó de la mano y la condujo hasta el pastel. "Esto es… INCREIBLE, gracias" estaba tan emocionada que no podía hablar. "Ahora pide un deseo" Mikey encendió las velas. Todos hicieron silencio. Deseo… deseo que podamos rescatar a mi padre. Y sopló… Luego de la fiesta sorpresa, Donatello había vuelto a sus quehaceres en el laboratorio. Había creado una sustancia capaz de cambiar de tamaño los objetos usando un poco de "agua de Kraang", era increíble lo que la tecnología de estos alienígenas podía hacer. Lo probó con uno de sus libros y en menos de un segundo adoptó el tamaño de una hormiga. "Mi mejor experimento" dijo orgulloso, colocó la mescla líquida incolora en una botella de agua corriente y lo dejó al lado de un mesón. "Hola Donnie" saludo la cumpleañera. Él se sobresaltó "A-Abril, ¿n-no deberías seguir comiendo pastel?" ahora su cara estaba roja. "Si, pero Mikey se acabó la última porción. Estaba delicioso, para mi sorpresa". "Oh genial…" era común que se le olvidaran las palabras. "Pero yo venía a verte" continuó sentándose a su lado "Quería darte las gracias… por todo. Organizaste una fiesta para mí, nadie nunca lo había hecho". "B-bueno, ya sabes yo solo…" no lo dejó terminar, ella le dio un dulce beso en la mejilla, haciendo que el mutante se pusiera rojo así como cuando a una persona le tiran pintura roja en la cara. "Gracias Donnie" Donatello se quedó inmóvil con una sonrisa boba. Abril se levantó para irse, hasta que vio la "botella con agua". "Me moría de sed" dijo, y comenzó a digerir la sustancia. El mutante seguía en el mismo estado, "Gracias por el agua también, está deliciosa… ¿de dónde la conseguiste?" preguntó poniéndola a un lado. ¿Agua? Reaccionó. "¿Qué agua?" preguntó preocupado. "Está" le señaló "La que estaba aquí, tenía un sabor raro…" Oh no no no no, olvidé sacarle la etiqueta. Entonces corrió hacia ella y la tomó por los hombros. "¡Dime que no la tomaste!" gritó desesperadamente. "Si… lo hice" contestó asustada "¿H-Hice algo malo?" "¡Abril, esa era agua de Kraang!" la miró sorprendido. "¿Qué?" De repente, ella empezó a encogerse, poco a poco fue perdiendo altura. No solo eso. Sus rasgos físicos del cuerpo y la cara cambiaron, era como si se estuviera haciendo más joven. Finalmente quedó a la altura de las rodillas de Donatello. "¿A-Abril?" el mutante agachó la cabeza. Ahora tenía bajo sus narices a una pequeña niña de escasos años de edad. "Abril… ¿estás bien?" preguntó arrodillándose. Ella tenía la mano hecha puño apoyada sobre su mejilla, como si estuviera abrazando a un peluche, todavía tenía esa mirada tan dulce de siempre solo que de una manera más adorable. La pequeña Abril asintió tímidamente. Oh por Dios, esto es mi culpa. "No… puede… ser. ¿C-cuántos años tienes?" "Cinco" contestó con una leve voz infantil. No podía estar pasando, esa sustancia la había rejuvenecido…
Posted on: Fri, 30 Aug 2013 22:04:54 +0000
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