Sobre los resultados generales de las elecciones del 11 de agosto - TopicsExpress



          

Sobre los resultados generales de las elecciones del 11 de agosto pasado 1) El retroceso del gobierno y su debilitamiento Los resultados muestran en primer lugar y como dato relevante el retroceso electoral del Gobierno. Aun teniendo en cuenta que la comparación se hace entre elecciones presidenciales con legislativas –y, en este caso, ni siquiera con las elecciones definitivas, sino con las primarias–, la pérdida de voto es significativa: del 54% al 27%. Millones de votos menos –en el 2011 había sacado 11.865.055 sufragios y ahora sus candidatos sacaron 5.912.141 votos– en una campaña donde decidieron inventar en semanas a un candidato en la provincia más poblada del país y obligó a su vez a la presidenta a comprometerse personalmente en la campaña, eclipsando en parte a Insaurralde y proponiendo una especie de plebiscito a favor o en contra de su gestión. Y perdió claramente. La elección no era presidencial, pero la intervención de la presidenta fue muy importante. Y si no hubiera intervenido de esa forma, seguramente el resultado hubiera sido peor. En muchas provincias la presidenta dejó la campaña en manos de los gobernadores y no le fue mejor. Aunque cada provincia tiene sus particularidades, en varias de ellas también perdió, como en el caso de San Juan, Catamarca y La Rioja. A ello se suma que debió abandonar su pelea interna de poder con Scioli y quedó obligada a pedirle ayuda y a darle un papel importante en la campaña. Así, afectó además su credibilidad frente a la militancia y simpatizantes más cercanos –formada en una caracterización descalificadora del “sciolismo”– y dando signos de debilidad e incoherencia también frente al pueblo en general. Esta derrota acentuará los elementos de crisis del kirchnerismo como corriente política, lo que se verá seguramente en Octubre pero especialmente se desnudará más después de las elecciones. Y ello acarreará la pérdida de fortaleza del propio gobierno nacional y elementos de crisis política a su interior y también institucional. 2) No hubo cambios de fondo en la matriz productiva La economía explica gran parte del retroceso electoral del Gobierno. Las principales razones que han explicado, en nuestra opinión, la coyuntura abierta en el 2002 y en la que Argentina creció a tasas superiores al 8% anual –devaluación, suspensión de pagos a bonistas privados y precios internacionales de petróleo y granos– se vinculan cambios estructurales. No hubo cambios de fondo. De allí los signos de agotamiento de esa coyuntura que empiezan a verificarse ya en el 2007. A partir de entonces volvieron a la superficie los síntomas de los problemas históricos y de fondo del país al haberse mantenido sin cambios la matriz productiva de la Argentina menemista y de la Alianza. Y subsistir sin cambios la legislación (por ej. nada menos que la ley 21.382 de inversiones extranjeras sancionada por la dictadura militar de Videla y Martínez de Hoz) y los Tratados (de protección de inversiones y de ingreso al CIADI, aprobados por el menemismo) que amparan esa matriz. Y vale remarcar que, además, esa estructura productiva, en el caso especialmente de la soja, se profundizó al extenderse la “sojización” a gran parte del área cultivable (60%), y también de la megaminería, con la promoción de centenares de proyectos nuevos. Y ahora, con la explotación no convencional del gas y del petróleo, política con la que se pretende enfrentar la grave crisis energética que produjeron el saqueo y la dilapidación de los recursos de los últimos años. Aunque no hace estrictamente a lo estructural, sí a una de las causas y de las consecuencias de los problemas crónicos de la economía argentina, el pago de la deuda externa en efectivo (en muchos casos, directamente con las reservas, como el FMI en el 2005 y a partir del 2010 todos los pagos a los acreedores) alcanzó cifras sin antecedentes en los gobiernos posteriores a la dictadura (170.000 millones de dólares). La extranjerización, la primarización, la fuga de capitales, los pagos de deuda y una industria de armado o ensamble basada en gran parte en productos importados ha vuelto a plantear los agudos problemas en el sector externo. Después de haber permitido durante años la salida de centenares de miles de millones de dólares sin limitación alguna, la amenaza de crisis en el sector externo llevó al gobierno a la restricción cambiaria. La sequía del 2012 y sus consecuencias en la baja de la cosecha y en la entrada de dólares, las oscilaciones en el precio internacional de la soja y los granos en general este año –éste sigue siendo alto–, junto a la probable baja en las exportaciones brasileñas producto de la devaluación del real a su vez motivada por los problemas de la economía mundial y la probable suba, en los próximos tiempos, de la tasa de interés en EE.UU. ponen al rojo las graves consecuencias de no haberse cambiado las estructuras productivas del país en estos años. Muestran las consecuencias de una economía extranjerizada y de propiedad muy concentrada, primarizada y extractiva, con industria de ensamble: los grupos económicos “se llevaron en pala” las mayores ganancias de estos años (así lo reconoció la presidenta), y el pueblo solo tuvo mejoras coyunturales en su nivel de vida y sólo en parte. Las reservas han descendido de 55.000 millones de dólares a alrededor de 35.000 millones, según datos oficiales. Habrá que seguir con atención los datos económicos. Los elementos de crisis son evidentes. La inflación y los problemas cambiarios son síntomas de esa crisis. Y planteos de devaluación aguda o, en su caso, de ajustes salariales, o una combinación de ambos, empiezan a estar en la superficie. El gobierno acelera la tasa oficial de devaluación a niveles superiores por primera vez a la tasa de inflación, cediendo a las presiones de sectores del poder económico. Las grandes empresas fogonean aumentos de precios para garantizar su rentabilidad empresaria. La concentración de la propiedad mantenida y acentuada, monopólica en grandes sectores de la economía (dos empresas dominan el mercado lácteo, cuatro el de la yerba, dos el del azúcar) los constituye en formadores de precios como se los llama correctamente. De esa manera además capturan gran parte de los aumentos de jubilaciones, salariales y las asignaciones universales por hijo que se destinan mayoritariamente al consumo de la canasta familiar y de productos básicos. El saqueo de riquezas hacia el exterior se originó y se combinó con la formidable rentabilidad empresaria de estos años. La rentabilidad fue superior a la de la década menemista. En muchos casos garantizada mediantes subsidios estatales. 3) Las condiciones de vida Estos elementos explican que después de años de crecimiento sostenido del PBI hasta el 2007, luego a tasas más bajas pero superiores a los niveles históricos del país (con excepción del 2009 y el 2012) cuando el período económico abierto en el 2002 parece terminar, el país muestra índices altos de pobreza (25 %), desocupación alta (entre 7 y 7,5%) en relación al promedio de los últimos 40 años, trabajo precarizado (cerca del 35 % de los trabajadores en relación de dependencia y del 50 % del total de los trabajadores) –la desocupación y la precarización atacan especialmente a los jóvenes–, indignos haberes previsionales con más del 70 % de los jubilados cobrando la mínima, incumplimiento de la obligación legal del pago del 82 % móvil y negativa a cumplir también los fallos judiciales de reajustes de esos haberes, niveles altos de la población sin cloacas, desagües, agua corriente o gas natural, un déficit de crisis habitacional agudo que se mantiene a pesar de ese crecimiento, la privatización de la educación, la crisis de la escuela pública y una altísima y grave deserción escolar. Y quizás sea el transporte público el lugar que más desnuda la falta de inversiones en infraestructura para satisfacer necesidades populares y no para garantizar ganancias empresarias. El maltrato cotidiano en trenes y subtes, con la masacre de Once como expresión más dramática de esa violencia, es una de las razones más claras del malestar popular, al menos en las zonas urbanas y más poblada y en casos de reacciones populares de indignación. Y aunque frente a los que ya en enero del 2012 diagnosticaron un “rodrigazo” y catástrofes cambiarias (por ej, Lavagna, desde el sector empresario, el PO desde la izquierda) nosotros en AyL pensábamos –y pensamos– que el gobierno todavía tenía armas económicas y políticas para no verse desbordado de esa forma. Sí afirmábamos que, aunque más gradualmente, se iban a ir agudizando esos elementos de crisis política y económicas aludidas más arriba. Esa dinámica parece continuar y expresarse también en el resultado electoral del gobierno. Todo lo cual pone en riesgo para el futuro el mantener el poder adquisitivo de algunas mejoras relativas concedidas en estos años como la asignación universal o la movilidad del haber jubilatorio. Incluso el poder adquisitivo del salario, continuamente atacado por la inflación. Y hasta el propio empleo. Y el hecho de que estos temas estructurales no hayan sido materia de debate en la campaña ni lo serán en la que viene evidencian que no hay mayores diferencias entre el gobierno y la oposición burguesa respecto de los mismos. No hay en Massa, en Binner, en Carrió, los radicales o Macri, proyectos de país alternativos a los del kirchnerismo. Disputan poder para instrumentar el mismo plan aunque habrá que seguir estudiando las disputas interburguesas respecto de cómo enfrentar los problemas que el agotamiento señalado evidencian. Las automotrices, los pools de siembra, los exportadores de granos, los bancos, los grandes supermercados, las petroleras, las megamineras, las empresas de turismo empiezan a mostrar fisuras (se han empezado a reclamar desde algunos de estos sectores cobrar impuestos a otros como a la renta financiera o a la megaminería, presiones devaluatorias que impulsan algunos y preocupan a otros, etc.) A las dificultades en las condiciones de vida, se suman las denuncias de corrupción y la descomposición institucional donde resaltan claros vínculos entre el crimen organizado (la trata, el narcotráfico) con las fuerzas de seguridad y en el fondo con funcionarios e integrantes de los tres poderes del Estado. Y en la misma campaña se sumaron temas que cuestionaron al gobierno en las propias banderas que dice defender como el del nombramiento en el máximo cargo del Ejército de Milani, un sospechado de complicidad con el genocidio de la dictadura, lo que debilitó la credibilidad del Gobierno en esa materia y sumó a la confusión de sus propios simpatizantes. 4) La oposición amontonada El otro resultado que salta a la vista es que los sectores descontentos con el gobierno se volcaron mayoritariamente a respaldar a candidatos inventados en los últimos meses , especialmente Massa que gana la Provincia de Bs. As., o acuerdos improvisados para recoger ese voto opositor como el de Carrió, los radicales (divididos entre ellos en tres listas y con aliados diversos que incluyen exkirchneristas como Lousteau), Solanas, Prat Gay, Cortinas (de Binner) y hasta un sector de la centro izquierda, anteriormente también kirchnerista como Tumini y Donda. Tanto el Frente Renovador (ex -kirchneristas, duhaldistas, macristas, burocracia sindical, grupos económicos , sectores de la UIA alineados detrás de nombre de Massa), como UNEN (que además tiene como el macrismo una fuerte presencia de contactos de Bergoglio), son acuerdos con pocas perspectivas de construir una fuerza política sólida nacional para ofrecerse al poder económico con garantías de poder gobernar en forma estable en la defensa de sus intereses. Quien venía intentando articular una fuerza nacional era el macrismo (agrupando humoristas, árbitros de fútbol, etc. con remanentes del justicialismo, del radicalismo, sectores de la iglesia, liberales), pero justamente no logró ni una victoria contundente en la Capital donde ganó si se cuentan las listas singularmente pero donde perdió con UNEN si se computa esa Alianza como un todo ni tampoco pudo mostrar avances importantes en las provincias. Todos ellos, más los gobernadores del PJ, buscarán para el 2015 acuerdos para construir algo un poco más sólido que gane el apoyo burgués o de sectores importantes del poder económico. Y a ellos se suma que compiten y competirán en esa tarea con el kirchnerismo y con Scioli, “unidos o separados”. 5) La crisis de representación continúa En todo caso las primarias reafirman que tanto la pérdida de millones de votos en dos años del kirchnerismo como la debilidad de las alternativas burguesas evidencian que la brecha entre el pueblo y los partidos del poder económico se acentúa, que los partidos tradicionales se vacían (el PJ ya ni siquiera se presenta como tal sino como Frente para la Victoria y perdió la personería nada menos que en la pcia. de Bs. Ars. y la UCR gobierna una sola provincia que es Corrientes), no surgen partidos nuevos y el poder económico ya no tiene más remedio que recurrir a individuos que apoyados en las viejas estructuras en crisis, se juntan y se pelean, acuerdan y rompen aun en plena campaña. La crisis de representación que evidenció el 2001 se retoma ni bien los que gobiernan dejan de conceder mejoras materiales en las condiciones de vida. Los votos están agarrados en líneas generales con alfileres. Recordemos que fue Binner quien salió segundo en el 2011 y fue De Narváez quien ganó la pcia. de Bs. Ars. Hoy De Narváez salió muy mal parado de las primarias y Binner -aunque su partido ganó Santa Fe- no jugó ningún papel importante en los resultados electorales nacionales. (Nadie le requirió, por ej. que hiciera campaña en Capital o en Pcia. De Bs. Ars. para fortalecer alguna candidatura, su candidato en Córdoba, Juez, tuvo un pobre papel, etc.). Y en Capital y en Pcia. de Buenos Aires evidencia poca presencia electoral y en todo el país hace alianzas diversas y se muestra necesitado, en parte, de apoyarse en el desprestigiado radicalismo. El bipartidismo, tan fuerte en Argentina años atrás, ya pasó a la historia. Con las primarias proscriptivas el gobierno nacional intentó forzarlo (como con las segundas vueltas impuestas tiempo atrás) pero en eso han fracasado. Aunque sea algo muy lejano a la fortaleza de la institucionalidad burguesa que representa el bipartidismo desaparecido habrá que ver si prosperan los intentos de alinear los votos en dos grandes alternativas polarizando a favor o contra el gobierno. Por su lado en las primarias el centroizquierda tuvo un pobre papel. El corrimiento a la derecha de los dos principales referentes que intentaron llenar ese espacio en los últimos procesos electorales - Solanas y Binner- dejó sin instrumentos electorales ese sector. Y los que intentaron llenarlo -Lozano y Camino Popular y el MST con la gobernadora Ríos en Capital como De Genaro, Maffei y el MST y el PCR en Provincia fracasaron, lo que indicaría que ha empezado un proceso de polarización -todavía incipiente- que no deja espacios para propuestas reformistas. El propio gobierno nacional con la derrota electoral en la mano también avanza en ese corrimiento para disputar con el Frente Renovador de Massa. 6) La izquierda Esas señales de polarización explican la buena elección de la izquierda. Especialmente la del FIT. Es evidente que así como mayoritariamente el voto descontento con el gobierno se dirige a variantes reaccionarias (aunque muy débiles como vimos) las primarias muestran que un sector -más de un millón de votos- empieza a mirar nuevamente hacia la izquierda buscando caminos de cambio radical, apoyando a herramientas anticapitalistas. Es un sector relativamente pequeño pero ya no son individuos aislados. Es un sector de la población. Quien recogió esos votos fue mayoritariamente el Frente de Izquierda y de los Trabajadores a nivel nacional con importantes resultados en provincias como Salta, Neuquén, Mendoza, Córdoba y nada menos que la provincia de Buenos Aires, en cuyo conurbano están muchas de las principales estructuras obreras del país. El aspecto positivo de ese resultado salta a la vista. Si ello ocurre en el terreno más hostil para la izquierda que es el electoral, ello tiene que reflejar giros a la izquierda que ya se están dando también en los procesos de la lucha de clases. Y en esos terrenos, donde chocan sin mediaciones clase contra clase, la izquierda tiene posibilidades de pisar con mucha mayor firmeza. Y el poder económico y sus aliados políticos se mueven en un terreno que controlan menos. El otro lado del análisis obliga a tener en cuenta que ese voto en busca de cambios de fondo encontró nacionalmente solo al FIT, una izquierda tradicional en los caminos a enfrentar al capital. Un frente exclusivamente electoral conformado por tres partidos donde cada uno busca en ese frente hacer crecer a su organización mientras dure el acuerdo, conseguir alguna banca con ese mismo objetivo e incluso antes, durante y después del proceso electoral seguir priorizando su organización aun a costa de competir y denunciar a sus aliados frentistas. Ello constituye una espada de Damocles sobre la ilusión que despierta en sectores populares ya que luego es más grande la desilusión cuando se produce el fin del acuerdo electoral como ocurrió con frentes similares sólo electorales en los últimos 25 años. Pero especialmente se fortalecen, aunque sea coyunturalmente, partidos de izquierda que por su concepción de partidos - dirección y por la disputa que hacen entre sí son un obstáculo para la construcción de los caminos de auto-emancipación de los trabajadores y el pueblo que se están empezando a recorrer -ya de por sí con todas las dificultades de las experiencias nuevas- en tantos lugares y luchas del mundo. 7) La elección que realizamos en Autodeterminación y Libertad La elección de AyL fue también relativamente buena. Si tenemos en cuenta los pocos recursos, la corta campaña y la escasa difusión que pudimos hacer de nuestra presentación y de nuestras posiciones, el esfuerzo militante enorme que desarrollamos tuvo un apoyo electoral importante. En el marco del buen resultado general de la izquierda es importante destacar que en el único distrito donde se presentó una fuerza anticapitalista alternativa a los recorridos tradicionales también tuvo un respaldo similar a la clásica o comparativamente mayor si se piensa que la otra es un acuerdo de varias organizaciones, de muchas décadas de existencia y de superior cantidad de militancia y recursos. En nuestra intervención priorizamos la denuncia de la extranjerización de la economía, el saqueo y la contaminación de los bienes comunes, las enormes ganancias de empresas transnacionales y bancos y el pago de la deuda externa ilegítima vinculando ese saqueo con las condiciones de vida indignos e injustos de enormes sectores del pueblo. Además es destacable que las propuestas de AyL se distinguieron de las de otros sectores que son ubicados también en la izquierda, incluyendo al FIT, en cuanto a que las de AyL no contuvieron ningún mensaje que despertara expectativas en las instituciones ni en el camino electoral. Al contrario destacamos el camino de la democracia directa, de la lucha extraparlamentaria y de la auto-organización del pueblo trabajador como claves para enfrentar la explotación y la opresión capitalista. Y que es un mérito haber incluído en el debate de la campaña y en la medida de nuestras posibilidades los temas estructurales e institucionales que los partidos mayoritarios y el debate mediático no incluyeron dado que en ellos no hay diferencias importantes entre gobierno y oposición. A su vez el resultado de las llamadas PASO también indica que debemos continuar por su importancia las búsquedas de coincidencias con fuerzas políticas-sociales de la izquierda anticapitalista -que todavía no han resuelto aprovechar la intervención electoral- en la posibilidad de responder conjuntamente a los desafíos que encontramos en las luchas cotidianas y que las elecciones y la intervención en las instituciones pueden ayudar a potenciar. AUTODETERMINACIÓN y LIBERTAD Agosto de 2013
Posted on: Tue, 24 Sep 2013 19:44:49 +0000

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