Somos un grupo de mujeres y hombres de todas las edades que nos - TopicsExpress



          

Somos un grupo de mujeres y hombres de todas las edades que nos convocamos con el propósito de trabajar para la recuperación del Radicalismo de la Provincia de Buenos Aires. No somos producto de una circunstancia más en la historia del mismo, somos militantes comprometidos, con su historia, su presente y su futuro, que propiciamos una convocatoria amplia, a todos aquellos radicales que estén dispuestos a asumir el mismo compromiso. Un nuevo proceso electoral acaba de concluir. A diferencia de otros distritos del país donde el radicalismo ha recuperado un importante caudal electoral, en Buenos Aires, y por segunda vez consecutiva, solo algo más de una décima parte de los votantes depositaron su confianza en nuestro partido. Esto es consecuencia de muchos factores, varios de ellos ajenos al radicalismo, pero sin duda ello también responde a un ciclo de conducción política y partidaria, sin objetivos claros ni rumbo determinado, que ha demostrado estar más preocupado por mantener espacios de poder que por ganar elecciones, haciendo uso y abuso de las estructuras de gobierno partidario, dejando a la mayoría de los radicales ajenos a la toma de decisiones, y crecientemente desinteresados de un partido que los dejaba de representar. En ese tiempo no se convoco a los distintos sectores, se clausuro el debate interno, se impidió -en el mejor de los casos- competir en igualdad de condiciones, se estableció una alianza electoral que desdibujo ideológicamente a nuestro partido y se dividieron los bloques legislativos provinciales en ambas cámaras, respondiendo a causas estrictamente internas. Sostenemos que los partidos políticos son herramientas fundamentales de la vida democrática y en la construcción de calidad institucional. Pero es condición indispensable que su accionar esté alimentado por las conductas de quienes lo integran y dirigen, pues son los comportamientos los que hacen previsible al partido político. En este periodo la fuga de dirigentes y militantes, hacia otras fuerzas políticas, se incremento en forma alarmante y vergonzosa, al punto que pese a propiciar e integrar listas que competían con las del radicalismo, no hubo pronunciamientos ni consecuencias para quienes desplegaron esas conductas. No importó durante este ciclo la opinión de aquellos que batallan día a día en cada uno de sus pueblos, frente a la hostil realidad a la que se enfrenta el radicalismo bonaerense. Los comités de Distrito sobreviven por el esfuerzo de sus militantes, quienes los mantienen abiertos y funcionales ante la ausencia absoluta de actividades, apoyo y colaboración del Comité de la Provincia. Esa ausencia se padeció especialmente durante cada proceso electoral, resignando la iniciativa en las otras fuerzas políticas y abandonando el rol de conducción política propio del Comité. El resultado fue la perdida de legisladores Nacionales, Provinciales, Intendentes, Concejales y Consejeros Escolares, retrocediendo en la recomposición partidaria y afectando también el proceso de recuperación del partido a nivel nacional. Ante esta realidad, sin lugar a dudas, se impone un cambio que no solo tiene que pasar por los nombres, sino fundamentalmente, por los métodos y prácticas que nos llevaron a este dramático presente. El desafío de la hora, es también volver a ser la principal fuerza de oposición y construir una alternativa de gobierno, y para ello mucho debe cambiar la UCR bonaerense. Nuestra convocatoria es a todos. A los que cansados de tanto maltrato y clausura del debate interno se han alejado del partido, a los que no se han sentido integrados, a los que están en sus casas, a los que descontentos han bajados sus brazos ante la eterna espera de que sus dirigentes estén a la altura de las circunstancias para implementar un verdadero proyecto colectivo. A los que con legítima vocación de poder aspiramos a llegar al gobierno, y no ser socios, o furgón de cola del peronismo bonaerense de turno. Para ello, el Comité de la Provincia de Buenos Aires debe convertirse en la herramienta fundamental de la reconstrucción partidaria y desde allí en forma clara, coherente y activa convocar a los demás partidos políticos afines a lanzarse a recuperar una provincia que se encuentra postergada tras 26 años de gobierno ininterrumpido del PJ. Cada comité de distrito debe constituirse en eje de esta política. La reconstrucción debe provenir de la participación, no de la proscripción ni de la toma de decisiones verticales que afectan el desarrollo del potencial político del radicalismo en todos los niveles. Los jóvenes tienen que tener un rol protagónico en esta etapa. Los movimientos juveniles del radicalismo tienen un rol preponderante en todo el país, con excepción de la Provincia de Buenos Aires. La conquista de ese rol protagónico impulsará consecuentemente la renovación de las prácticas políticas y su correlato será la participación de los jóvenes radicales a los lugares de responsabilidad en la conducción y en la oferta electoral de nuestro partido. Debemos promover una renovación dirigencial, para que la renovación del partido sea creíble y genere nuevas y fundadas esperanzas. Debemos mirar e interpretar el futuro. Es importante fomentar el estudio y la creación de espacios permanentes que se dediquen a los asuntos urgentes e importantes de la provincia, que el actual gobierno no atiende, en materia de educación, salud, seguridad, narcotráfico, justicia, transporte, medio ambiente, sistemas de producción y redistribución de la riqueza, entre otros. Estos espacios de estudio deben estar coordinados con los Comité de Distrito, que atento al mayor protagonismo de los municipios en los últimos tiempos realizaran de seguro un valioso aporte de ideas. El radicalismo tiene hombres y mujeres con experiencia de gobierno, que con el aporte de los más jóvenes, conformarán equipos que nutrirán lo que será la plataforma de nuestro partido y construirán la alternativa de poder en la Provincia de Buenos Aires. Es indispensable promover la interacción con otros bloques, legislativos y comunales, de partidos afines para que desde ya tengamos políticas de coincidencias que se sostengan en el tiempo, para que la acción de integración sea plena y no quede la imagen de ocasionales frentes, surgidos al calor y la necesidad de los turnos electorales. Para ello hace falta en todos los niveles partidarios, un fuerte compromiso militante, conducciones incluyentes con vocación de poder, con sentido de mayorías, con capacidad de convocatoria, con responsabilidad y voluntad de trabajo, con claridad de pensamiento y ética política, con docencia y comunicación, con tradición y modernidad; con la responsabilidad que nos cabe como bonaerenses de entender que sin el radicalismo de la provincia es inviable electoralmente cualquier expectativa nacional. En ese sentido, así como convocamos a los radicales bonaerenses a unir esfuerzos para fortalecer el partido en nuestro distrito, compartimos con correligionarios de todo país la idea de que Ernesto Sanz sea Presidente del Comité Nacional de la UCR, en la certeza que desde ese lugar podrá hacer un aporte fundamental para el fortalecimiento del radicalismo nacional con un sentido republicano y democrático, para alcanzar los objetivos políticos propuestos en bien de la sociedad y conformando una verdadera alternativa, claramente opuesta a toda variante del partido gobernante. Tenemos un gran desafío por delante. No importa que algunos deserten hacia otras ideas o intereses, ni tampoco es la primera crisis que atraviesa nuestro partido. Debemos ser inteligentes e interponer la recuperación del Partido Radical de la Provincia de Buenos Aires a los intereses personales o sectoriales, generando una movilización militante con ideas transformadoras, que fomenten la participación de todos los ciudadanos que deseen comprometerse en la recuperación de nuestro partido. Hace 120 años el radicalismo irrumpió para garantizar el voto universal, secreto y obligatorio y la inserción de los más postergados –los desposeídos- a la vida política. Hace 30 años nuevamente protagonizamos la recuperación de la democracia que se instaló definitivamente en nuestras vidas. En esta hora nos convocamos a recuperar la calidad democrática e institucional perdida, y a saldar la deuda social que la misma tiene con gran parte de la sociedad. De nosotros depende. Daniel Salvador, Horacio Jaunarena, José Dumón, Francisco Mugnolo, Juan Antonio Portesi, Luis Miralles, Alfredo Irigoin, Luis Blanco , Guillermo Illia, Jorge Elustondo, Juan Carlos Chalde, Luis Podio, Luis Domenianni, Hernán Bravo, Alfredo Castellari, Jorge Simoni, Horacio Barreiro, Sergio Lagreca, Benjamín Bustos, Enrique Velazco, Jorge Contín, José Luis Hidalgo, Sergio Calles, Julio José Ginzo, José Mancuello, Alejandro Arach, Carlos Martínez, Alberto Torres, Patricia Martin, Sergio Simoni, Luis Gonzalez, Claudio Alfonsín, Patricia Ledesma, Mariana Sheehan, Diego Castellari, Sebastian Salvador, Sebastian Pereiro, Walter Abas, Ezequiel Pérez Naveiro, Mariano Mugnolo, Diego Salvador, Norberto Santoro, Juan Carlos Rossi, Rubén Ricardo Olmos, Jessica Ferre, Norma Badaracco, Pedro Ledesma, Leo Ledesma, Maria Rosa Gaitan, Guillermo Ferrua, Alberto Mario Fustinioni, Agustín Rodolfo de la Precilla, Gloria Raquel Gutierrez, José Esteban Herrera, Julio Horacio Blanco, Sandra Beatriz Viglietti, Néstor Cheresole, Gladys Fontenla, Rubén Fernandez, Adolfo Parrilla, Pedro Poblet … siguen las firmas. Si desea sumar su adhesión, enviar mail a [email protected].
Posted on: Sat, 16 Nov 2013 21:27:50 +0000

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