Tema relacionado con el aumento de impuestos. I.- REFLEXION Engaño y populismo o ignorancia o estupidez Estoy ya cansado de las noticias y discursivos comentarios por parte de algunos personajes de la farándula política que cada día entregan los canales de TV en relación a la contingencia en este ámbito. Comprendo que en democracia se debe aceptar el debate público escuchando opiniones y posturas de algunos representantes de la ciudadanía que de acuerdo a sus alcances educativos y culturales los eligió soberanamente dando cumplimiento a la institucionalidad vigente. También es cierto que nuestro libre albedrío concede la facultad de estar o no de acuerdo con las propuestas, enunciados y mensajes de cualquier naturaleza que de acuerdo a dicha institucionalidad quieran exponer quienes tienen el privilegio de usar los medios aludidos. Sin embargo, estoy cansado, pero mucho más que ello, estoy fastidiado, con ira a veces, pero con tolerancia al escuchar tantas sandeces con la esperanza que de pronto alguno sesudo “iluminado”, de la lista de los entupidos de siempre, opine con cordura, objetividad y transparencia. Pero como el vulgo señala, “no hay que pedirle peras al olmo”. Entonces me embarga el pesimismo y la incomprensión de cómo puede existir tanta majadería, falta de seriedad y moral de algunos “representantes del pueblo”. Y no soy el único cansado, fastidiado, desorientado y molesto en este escenario. Las encuestas de opinión pública evidencian de parte de la ciudadanía ya no solo el rechazo sino que hasta el desprecio hacia la clase política. Consciente o inconscientemente repudian la demagogia, el populismo, el vacío o incoherencia de su discurso, las mutuas descalificaciones y la falta a la verdad. También se muestra molesta por la percepción de síntomas de corrupción que se comenzaron a asomar durante el régimen militar con un continuismo de parte de los gobiernos de la Concertación, es decir de los último 20 años anteriores al actual. Mi desorientación estriba en la incógnita e incertidumbre respecto hacia donde vamos. Fundamentalmente concibo varios tipos de sociedad, la recolectora y pastoril de los últimos períodos de la prehistoria y con vestigios al comienzo de la historia, las de la Edad Media con estructura simple de una monarquía y feudalismo en la que cohabitaban los nobles y los siervos de la tierra, después surgen los antecesores de la burguesía, la del Socialismo, esta fundamentalmente de facto y dictaduras, y por último las basados en el capitalismo, hoy más que nunca el de carácter financiero. Ha habido otras hibridez que es inoficioso comentar. Me remito solo a lo que mis limitaciones en el estudio y escuálido conocimiento de la historia me indican. En mi familia existen muchos eruditos en esta área y asumo el riesgo de sus críticas y desacuerdos. En definitiva la descripción anterior es una mera referencia para explicarme y reflexionar que tipo de sociedad quieren construir los distintos actores de la comedia política y de quienes representan.. Tengo claro hoy, conforme al desarrollo menor o mayor de la sociedad, incluso su estancamiento, que el capitalismo ha sido el impulsor del avance material y económico del mundo, no en consonancia con el social, y por ello salta de inmediato la interrogante, ¿A qué costo? No se puede ser ciego frente a esta duda y su análisis y respuesta obviamente que requiere de un debate con altura de miras y que descanse en el conocimiento, el enfrentamiento y confrontación con la realidad y consideraciones morales. Toda esta lata introducción, que ya dejo de serlo por lo extensivo de aquella, surge de un tema de la contingencia de hoy, la reforma educacional y la tributaria. Hay dos posiciones, es lógico, nuevamente las posiciones políticas se extrapolan, a unos les parece la mejor reforma habida desde hace muchos años y la propuesta considera que debe ser coherente con las expectativas de crecimiento del país inserto en un modelo de economía de mercado y con aspiraciones de alcanzar un desarrollo sustentable y sostenido. Las voces contrarias indican que el proyecto no es realmente una reforma sino solo un maquillaje mezquino y que las necesidades a satisfacer, fundamentalmente la del sistema educacional tendrían un costo muy superior al aumento marginal de la recaudación tributaria. Es ahí el tema anterior relacionado con las opciones del tipo de sociedad a la que aspiramos. Si pretendemos optar por la libertad económica, un signo fundamental de la democracia, deberíamos entender el funcionamiento simple de la economía, lo que debería conllevar a una claridad meridiana en relación a la forma de como opera el modelo actual y asimismo que sesgos presenta que deberían ser corregidos, me refiero esencialmente al tema de la inequidad social extrema, producto de la escandalosa y pésima distribución del ingreso. Menciono inequidad extrema porque se debe reconocer que ningún sistema o modelo económico va a lograr un equilibrio perfecto en la distribución del ingreso, ni siquiera los países comunistas lo resolvieron. Es cosa de dar una mirada a Cuba, en menor grado a China que parece estar abdicando de su sustentación ideológica con perspectivas de transformarse en una sociedad capitalista, lo que hoy como estado ya existe. Aclaro, no es que me encuentre en una postura de defensa del “capitalismo salvaje”, como algunos lo denominan, creo que la expresión de ello en el modelo de economía de mercado, tiene hoy para mí algunos reparos importantes que trataré de analizar en otro documento. Se pueden construir modelos que no son más que eso, referentes que de alguna forma orientan y condicionan el pensamiento y una determinada ideología. En el mundo real, los modelos que conocemos no pueden operar en forma perfecta porque los “aterriza” el hombre en cuya esencia se encuentra el egoísmo, la individualidad y una dudosa sensibilidad social que es un camuflaje para ocultar sus propios intereses. Ello genera los desajustes y distanciamiento de la existencia del respectivo referente. El pleno empleo, la competencia perfecta y la economía del bienestar son de otra galaxia, en consecuencia utópicos o de ficción.. No es necesario haber estudiado economía en la universidad para entender la lógica del comportamiento de los agentes económicos. Las variables y factores de la economía son de mucha simpleza y permiten comprender de la misma forma su funcionamiento bajo el prisma de la lógica y el sentido común. Por ello no puedo dejar de sorprenderme como lo infinito de la estupidez, la ignorancia supina, combinado con la demagogia y el populismo de algunos políticos a los cuales “criminalmente” permite darles pantalla para el engaño, la falsedad y la venta de ilusiones. Por lo tanto, como se señaló antes, no es necesario haber estudiado la ciencia económica ni tener un I.Q. superior para entender lo básico, lo lógico y lo racional. Con poseer una inteligencia normal, una mediana cultura y educación se puede comprender la operatividad del modelo. Por supuesto que es difícil su comprensión, para los analfabetos o de poco alcance intelectual. Esto último me recuerda la presencia en la TV de algunos ejemplos de dicha condición. Claro, “hay que subir más los impuestos a la empresas, incluso hasta el 25% de las utilidades”. Es una ocurrencia de más de un “iluminado”. Veremos la aplicabilidad coherente con el crecimiento y posibilidad de erradicación de la marginalidad o vulnerabilidad existente en nuestro país en un importante porcentaje de la población. A diferencia de los países desarrollados, Chile y los países en vías de desarrollo NECESITAN DEL CAPITAL para la activación y evolución de la economía a través la explotación de sus materias primas y transformación de sus recursos naturales y consideraciones sociales. No puede haber desarrollo social si no hay desarrollo económico tal como no se debe colocar la “carreta delante de los bueyes”. La riqueza es posible, necesario y vital repartirla con justicia, la pobreza definitivamente no. Se entiende que el uso del capital, como uno de los factores de la producción, exige un determinado rendimiento, plusvalía o lucro, como se le quiera definir. En consecuencia, es de lógica meridiana, que los poseedores de este recurso lo dispongan y financien los proyectos cuyo retorno de la inversión sea la más atractiva. El retorno o utilidad esperada es el principal y casi único incentivo para asignar recursos de capital para un determinado proyecto, en un país o región que le ofrezca determinadas garantías para alcanzar los objetivos que se persiguen en un escenario en el cual existen muchos demandantes de aquel. Considerando entonces que el capitalista espera siempre un determinado rendimiento de su inversión, en equilibrio con un menor riesgo, es lógico que optará por la maximización y seguridad de esta. Esto es lo primero de este silabario. Suponiendo como segunda consideración, que el mercado tiene una limitada dimensión conforme al poder adquisitivo de un determinado segmento para un determinado producto o servicio, cualquier proyecto debe considerar lo cuantitativo y cualitativo de aquel para estimar la factibilidad del proyecto en consideración al margen de ganancia que se pretende. Si el mercado es el adecuado en cuanto a un determinado precio, calidad del producto y bajas barreras de entrada, será atractiva la inversión en el proyecto. De lo contrario el capital busca otras alternativas. También considerará “las reglas del juego”, es decir la normatividad existente en el entorno, la estabilidad de la misma y las proyecciones de mediano y largo plazo. En general todo lo que pueda constituir riesgo o factibilidad de la inversión con un determinado horizonte de tiempo. Se parte de la base, que la fijación de precios considera los costos operativos, es decir el resto de los factores, mano de obra, materiales e insumos, tecnología y promoción y ventas, como también los indirectos, como los impuestos y otros. Otra consideración. Habiéndose estimado los costos totales el criterio del capitalista determina el precio del producto. Ahora en el evento que los costos imponderablemente se eleven, el accionista o dueño del capital, tiene otros opciones, el mayor costo, en este caso afectado por un alza impositiva insostenible para alcanzar sus objetivos, lo traspasa al precio del producto. Al subir dicho precio, el mercado dispuesto a pagar el determinado, se contraerá en algún grado y por lo tanto la demanda se reduce. Es casi inconcebible que el accionista este dispuesto pagar una tasa de tributación más alta con cargo a la utilidad esperada. En consecuencia, frente a una menor demanda, reducirá la producción y la oferta y retirará parte, a veces todo, el capital para movilizar su inversión a mercados que cumplan mejor sus exigencias, en un mismo país o en otras plazas. Si el mercado se contrae la demanda por el mayor precio, se pierde la atracción para nuevas o mayores inversiones y los consumidores demandarán productos sustitutos de menor precio. Sin embargo el afecto es mayor aún, si se reduce la producción y la oferta, se produce una “enanización” de la empresa o industria reduciendo esta la adquisición de sus insumos de costo variable y tendrá también efecto en la empleabilidad con contracción de la demanda por mano de obra. En resumen se trata de comprender que si el capital pierde retorno como consecuencia de sus mayores costos, se contraerá la oferta, pero además hay u doble efecto, al aumentar el número de desempleados, habrá menos dinero circulante y por lo tanto, la demanda disminuye aún más. Ello significa menos consumo, empobrecimiento y disminución de los ingresos fiscales por la menor tributación.. Contrariamente, el círculo virtuoso de la economía considera como primera fase, el crear condiciones atractivas para la inversión. Luego, dada la decisión de invertir por el capitalista, la implementación de proyectos requiere contar con los recursos o factores de la producción, es decir la estructura de funcionamiento, reclutamiento de trabajadores, adquisición de tecnología, insumos y comercialización. Al aumentar el empleo por una mayor demanda, se genera un doble efecto, primero, más personas y familias consumidoras generan expansión de la demanda, por una parte, por la otra, la mayor oferta de empleo provoca un escasez de este recurso con lo cual es dable esperar en el mediano y largo plazo un aumento de los salarios reales y más aumento de los flujos de dinero. De eso se trata el anuncio del proyecto de la reforma tributaria para financiar la educación, otro factor esencial para el crecimiento, la movilidad social y la reducción de la pobreza. De evitar una carga tributaria imprudente, irresponsable e incompatible con el crecimiento y estabilidad de la economía. Sería milagroso escuchar una propuesta de los “iluminados” que permita cubrir todas las necesidades de la población en educación, salud, previsión social, equidad social absoluta, y compatibilizar al mismo tiempo el crecimiento sostenido, sustentable y en armonía con las políticas sociales. Definitivamente quien tenga la “receta mágica” obtendría el Premio Nobel de Economía y sus planteamientos serían compilados en el texto más importante para los estudiantes de Harvard, Chicago, el MIT, Princeton y otras grandes y prestigiosas universidades existentes en el mundo. Porque el gran problema de la economía en el mundo, es y seguirá siéndolo, SATISFACER LAS NECESIDADES MULTIPLES Y JERARQUIZABLES DE LA POBLACION CON RECURSOS ESCASOS. Las reflexiones plasmadas en este escrito no pretenden ser considerado dueño de una verdad absoluta. Solamente y con verdadera humildad mi permito compartir este “trabajito” con mis familiares y amigos. Habrá algunos detractores, eso es seguro, legítimo y lógico, sospecho de los ideológicamente más “duros”, como también quienes estén de acuerdo con la lógica que he intentado exponer. Afortunadamente existe la libertad para aceptar o rechazar las ideas y posiciones que cada uno adopte en la vida. Por último les quiero prevenir que haré uso de mi libertad para seguir reflexionando y traspasando éstas a los mismos destinatarios de este. Los que no se interesen o piensen que es una nueva manifestación senil o ególatra de mi parte, simplemente hagan uso de la tecnología para evitar la violación de su privacidad. Porque pueden tener razón. Eduardo Videla Godoy. . Octubre de 2012.
Posted on: Fri, 27 Sep 2013 17:24:16 +0000
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