Templo mayor del Reforma dice: QUE ALGUIEN salve a Ernesto Cordero de sí mismo, ¡por favor! NO HABÍAN PASADO ni 24 horas de los cambios que su grupo de senadores hizo al reglamento de la bancada panista, cuando él mismo pasó por encima de ellos. SE SUPONÍA que con la dichosa nueva normatividad interna Jorge Luis Preciado no podría imponerle su santa voluntad al grupo parlamentario del PAN, pues las decisiones deberían tomarse por acuerdo de sus integrantes. SIN EMBARGO, a contrapelo de lo aprobado por él mismo y los suyos, Cordero se sintió de pronto dueño del balón y del rebaño. Y SE AVENTÓ a ofrecerle a Enrique Peña los votos del PAN en el Senado para sacar adelante la reforma energética, al viejo estilo de los líderes sindicales priistas. ES DECIR se brincó aquello de que las decisiones debían de ser democráticas y pasar por votación de todos los integrantes de la bancada. ¿PUES QUÉ no se suponía que precisamente eso era lo que tanto le criticaba a Gustavo Madero? Es pregunta que ya
Posted on: Sat, 22 Jun 2013 03:14:52 +0000
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