Termina ya nuestro periplo por tierras turolenses en este mes de Julio. Iniciamos mañana el regreso a tierras extremeñas donde nos espera la otra parte de la familia y el lunes, sin falta, vuelvo a entrar en el quirófano para "sanear", esperemos que definitivamente, mis cuerdas vocales de estos extraños compañeros de viaje que me han acompañado últimamente. Pero esto será otra historia y estos días que me tendrán, de nuevo, sin poder hablar, os contaré como va evolucionando. La semana ha dado para mucho. He compartido con mis amigos del pueblo unas cuantas cervezas mientras tratábamos de arreglar este mundo que nos ha tocado vivir. Paseos entrañables, siempre que ha sido posible, con mi padre. Viajes a tierras valencianas para reencontrarme conmigo mismo, a tierras catalanas para llevar a mi sobrino Arturo a la nueva terminal T1 del Prat con destino a Londres, visita guiada fugaz a la cosmopolita Barcelona de mano de mi prima Cuca y a la colonia aragonesa en Tarragona, Salou, donde incluso pudimos bañarnos en ese Mar Mediterráneo que tanto añoro. Y hoy, para culminar la infinidad de Kms. recorridos, viaje a Las Parras de Castellote para ayudar al bueno del Pepe Abella a subir unos muebles. Entrañable lugar en el que hemos mantenido junto a Miguel y José Ángel, una interesantísima charla sobre nuestro particular punto de vista del problema de la minería, sentados en el bar del pueblo, ubicado en un rincón precioso. Por fin se ha hecho realidad mi deseo de conocer el pueblo de mi gran amiga AnaMari. Cuando esta intensa actividad me lo ha permitido, he salido a correr por los caminos que rodean a mi querido pueblo. Ya sabéis, mi gran "enfermedad". Caminos del Olmo, el Montalvo, el Mirador de Alloza, el Chorrillo, la Fuente Moreno, etc. Hoy, incluso, me he metido por las calles del Poblado, calle Utrillas, calle Estercuel, he vuelto a ver el viejo transformador de la Plaza de Azaila, que tantos recuerdos trae a mi memoria, la calle Escucha. Cuanto tiempo hacia y cuanta la diferencia con la imagen que guardaba en mi memoria. El ayer y el hoy de Andorra, sí, la de Teruel. Cuando me despedía de mis amigos, los de siempre, orgulloso de mi amor por esta tierra, utilizando la tecnologia del whatsapp recibia las fotos que en el Pantano de Santolea nos habíamos hecho, le enviaba yo un mensaje que decía: "Amenazo con volver!!!" al que me respondian: "Te esperamos siempre". Y ante ésto, sólo añadir: VOLVERÉ!!!
Posted on: Sat, 06 Jul 2013 21:55:26 +0000