UN DOCUMENTAL INCREIBLE, QUE NO PODES DEJAR DE VER Baraka es un - TopicsExpress



          

UN DOCUMENTAL INCREIBLE, QUE NO PODES DEJAR DE VER Baraka es un documental poético de vanguardia filmado en 1992 por el director estadounidense Ron Fricke. No posee elementos narrativos, como trama, personajes o narración, sino que es un conjunto de imágenes seleccionadas de diferentes culturas de 24 países, con una banda sonora envolvente que las acompaña. El nombre del título es una palabra de origen Sufí (una comunidad islámica), cuyo significado es “bendición”, “aliento de vida”. Sin el uso de palabras, la película proporciona muchos elementos para comprender la diversidad cultural que existe actualmente en nuestro mundo, ya que muestra, compara y contrasta imágenes de civilizaciones totalmente diferentes. La música étnica, presente a lo largo de la película, facilita la inmersión en esta experiencia sensorial que va más allá de las simplezas superficiales a las que se esta acostumbrados a percibir. Desarrollo Baraka comienza mostrando dos paisajes naturales, casi libres de la huella humana; por un lado, el Himalaya, en Nepal, donde se halla un monasterio tibetano, y por el otro, un macaco bañándose tranquilamente en las aguas termales de Nagano, Japón, rodeado de montañas nevadas cuya formación es casi tan antigua como la Tierra misma. La grandeza de la naturaleza se muestra claramente ante la imponente vista del Monte Everest Luego, pasan escenas de Bhaktapur, antigua capital de Nepal, de las culturas antiguas en donde todavía se realizan ancestrales aproximaciones a lo sagrado. En la India, un sabio sadhú practica yoga mientras lee textos sagrados. Estas sociedades aún se mantienen en pie, resistiéndose al paso del tiempo, rindiéndole culto a lo divino, en contraste con el agnosticismo y neoliberalismo secular actual. Continúan las imágenes de ceremonias religiosas. Desde el pueblo judío realizando sus rituales frente al Muro de los Lamentos, hasta los derviches giradores (Mevlevíes) de Turquía, quienes viven dedicados al aprendizaje de la religión, prescindiendo de toda posesión material. También, se muestran otros ritos, como un monje budista de Swayambu, Nepal, que realiza su ritual prendiendo infinidad de velas, o el karesansui del templo Ryoan-ji, en Kyoto, estilo de jardín japonés seco que consiste en un campo de arena poco profunda con grava y rocas, utilizados como forma de meditación por los monjes Zen japoneses. La mirada expectante de un monje entra en contraste con las vistas de ciudades como Hong Kong o Tokio. La aceleración de los tiempos urbanos en oposición a la paz y la sabiduría del monje; una calma que recuerda a la serenidad de las olas en Big Sur, California, o a las costas de Bali, visitadas por el murmullo incesante de las olas. En Baraka se pueden visualizar los vestigios de las actividades políticas, religiosas, económicas y culturales, y que hoy son los tesoros arqueológicos más importantes del mundo, como es el caso de Angkor Wat, en Camboya, el mayor complejo dedicado a las deidades hindúes fuera del territorio de la India, o las bellas terrazas donde se cultivaba arroz en Tegalalang en Bali, Indonesia. En la región de Java Central descansa Prambanan, que es el conjunto de 240 templos dedicados a Shivá; se observa también el templo de Borobodur, considerado el monumento budista más grande del mundo. La Mesa Arch, en Canyonlands National Park, Moab, Utah, y el Parque Nacional Mesa Verde, en Colorado, EEUU, conforman otros de los paisajes a los que no ha llegado todavía la intervención del hombre. El desplazamiento de las nubes es filmado en tiempo real para luego ser mostrado con efecto acelerado, revelando una vez más la permanencia de estos imponentes panoramas, cuyo ritmo se distancia mucho del nuestro. Cuando aquellas nubes no surcan el cielo de noche, es posible contemplar a simple vista, las miles de estrellas que lo recubren, poniendo de manifiesto la grandeza del universo. Nuevamente se hace presente el contraste, aunque no tan marcado, entre la naturaleza virgen y el espacio creado por el hombre. Por un lado, las iguanas marinas en las Islas Galápagos, el único lugar del mundo en el que es posible encontrarlas, y la formación rocosa Uluru (también conocida como Ayers Rock), considerada uno de los centros turísticos naturales más famosos de Australia. Por el otro, en el mismo país, pinturas rupestres en el Kakadu National Park Darwin; los indios Kayapo y la tribu Yanomami, habitantes del sur del Amazonas brasilero, en las tierras planas de Matto Grosso y Pará; la tribu africana Ashanti, en Ghana; los maasai, nómades que vagaban libremente por los pastizales de Kenya y Tanzania en busca de un lugar más adecuado para su ganado vacuno; las ceremonias funerarias de los Pukamani, habitantes de las islas Tiwi, en Australia. Escenas como en las que se muestran el Lago Magadi, en Kenia, y las Cataratas del Iguazú, en Misiones, Argentina, expresan una vez más, el poder sublime e indiscutible de los fenómenos naturales, mientras que en las que aparece un rebaño de impalas de Masaai Mara, Kenia, o una selva tropical brasilera, demuestran la infinita belleza y armonía del ecosistema natural, que el hombre se empecina en destruir. Ante la impotencia de las tribus que poblaron esos lugares por generaciones, como los Kayapo y los Yanomami en el Amazonas, las civilizaciones occidentales talan los árboles, esenciales en la producción del Oxígeno, con la finalidad de obtener más tierras cultivables. También dinamitan las montañas, como en Serra Pelada, Brasil, o en Chuquicamata, Chile, de manera que puedan socavar en las minas más profundas, extrayendo todos los minerales, quedando luego enormes cráteres a cielo abierto, desérticos y estériles. Los antiguos pobladores de esos lugares que habían ocupado por generaciones, y que tuvieron que abandonar a la fuerza, terminan conformando sectores marginales en las Favelas, como la de Rocinha, en Río de Janeiro, o en los barrios como Mapasingue, en la ciudad ecuatoriana Guayaquil. Las condiciones de vida que allí se muestran, sin embargo, no parecen ser peores que las de Kowloon, la Ciudad amurallada de Hong Kong, la cual tuvo que ser demolida a principios de los ‘90 por los problemas sanitarios y de seguridad. Las mujeres que trabajan en la fábrica de cigarrillos Gudang Garam, en Kediri, Indonesia, no pueden escapar al rigor de la rutina y la masificación, realidad compartida por los que deben adentrarse en el infierno ambulante de un subte en la estación de Shinjuku, Tokio. Y ni hablar de las aglomeraciones en forma de nichos en donde deben dormir de una manera cruelmente inhumana los habitantes de Japón, como evidencian las imágenes de la Cápsula Verde Plaza Hotel de Tokio. En la escena siguiente, se observa a un monje budista deambulando lenta y solemnemente. Camina por una calle atestada de transeúntes presurosos, presas de la aceleración de las grandes ciudades modernas. Y el monje continúa tocando una campana, con la cual ahuyenta los malos espíritus y el desplazamiento de un alma sensible hacia las laderas de la montaña mítica hindú, el Monte Meru, que une el cielo con la tierra; pareciera que fuese tan distante de la realidad japonesa actual, inmersa en el crimen organizado con más adeptos en todo el mundo: los Yakuza. Nuevamente la coexistencia de tiempos diferentes en un mismo espacio; por un lado, la ocupación ancestral de las tierras amazónicas, y por el otro, la ajetreada vida de la ciudad metropolitana de Sao Paulo, comparable a Nueva York. Esta sincronización del ámbito laboral trasladado a la esfera de lo cotidiano se encuentra también en lugares como la Mezquita Istiqlal, en Yakarta, la estación de Shibuya, en Tokio, y la terminal de Manhattan. Un paneo aéreo sobre una gran avenida muestra el precipitado pero sistematizado movimiento de los automóviles a gran velocidad, al igual que las personas, peatones ebrios por la rapidez necesaria para aprovechar y economizar el tiempo. Todo esto sumado a la maquinización del trabajo y la modernización llevada al extremo, como aquella imagen del empleado de la compañía japonesa JVC, quien pareciera estar usando un guante de protección personal, cuando en realidad se trata de un vendaje para el cuidado de las partes delicadas de los dispositivos electrónicos. Aún en los casos como las trabajadoras de la fábrica tailandesa de teclados NMB, en Bang Pa-in, que parecían estar equipadas con la indumentaria adecuada para su labor, sus movimientos mecanizados podían relacionarse con las que fabricaban cigarrillos en Indonesia. La expresión más significativa de este tipo de deshumanización es el grito silencioso de un bailarín Butoh, un movimiento surgido luego de la Segunda Guerra Mundial y como consecuencia de los bombardeos en Japón. Se puede ver cómo opera la religión, considerada como un sistema organizador de costumbres. En la ciudad de los residuos, en Calcuta, India, es tan grande la valoración de las tradiciones, que aun teniendo que hurgar entre la basura para buscar alimentos y poder seguir viviendo precariamente, las vacas, consideradas sagradas, se trasladan por los alrededores sin ser molestadas. La pobreza y el hambre extremas alcanzan un grado de indigencia en el que se vive el día a día, ya sea en los lugares más recónditos de la Tierra, como en las grandes ciudades, como Sao Pablo, imágenes que se repiten en lugares de culturas tan diferentes como Vietnam o Ecuador. No es casual que la danza Butoh preceda a los cuadros siguientes, ya que se relacionan de alguna manera con la guerra, desde la vista de la infinidad de aviones militares, la presencia de comandos en el Muro de los Lamentos, ajenos a toda ceremonia religiosa, y la quema del petróleo en el Campo Burgan, en Kuwait, luego de la guerra del Golfo y las invasiones estadounidenses a Iraq. De la frontera de este último con Kuwait, en la Jahra Road, se aprecian los cementerios de los vehículos, tirados en la ruta. El fuego representa la creación de la vida, parece decir el director de esta película al mostrarnos la producción de acero en Bytom, Polonia; en ese horno de carbón, los metales se funden para crear uno nuevo, más fuerte, que en su momento tendrá que volver a descomponerse para ser renovados nuevamente. Según él, es necesario recordar las heridas crueles de la historia, por lo que regresa a los campos de concentración de la Alemania Nazi en Auschwitz, Polonia, y las cámaras de tortura de Camboya. Se pone de manifiesto la convicción de una superioridad de la raza aria, la cual intentaba eliminar todo individuo que no respetase aquella visión del hombre y que, por lo tanto, pudiese impedir la creación de una nueva sociedad. Luego se retoman las figuras arquitectónicas: el Gran Salón del Pueblo (Tianenman Square) en Pekín, sede delPartido Comunista chino; las ruinas de Persépolis, en Irán; las pirámides de Giza; el Templo de Ramsés II, en Luxor, Egipto; las ruinas de Angkor Ta Proum y Angkor Wat, en Camboya. El Ganges, allí donde se purifican hombres y mujeres; es el río divino de la India, en cuyas orillas se asentaron ciudades como Varanasi, conocida también como la “Ciudad de la luz”. Allí se creman los cadáveres de los familiares difuntos. También se puede absolver de una culpa, mediante el vacío de una copa de agua que representaría los pecados. Nuevamente, la película encara un rápido vistazo a los rituales religiosos de todo el mundo: el monje japonés que golpea la campana en el Templo Ryoan-ji; el maasai que salta, intentando rozar la cima de los dioses; el derviche que baila en movimientos circulares, con ropa blanca y una mano hacia abajo y otra hacia arriba. Baraka compara de nuevo las semejanzas entre la arquitectura de la Meca, la Hagia Sophia, en Estambul, la Basílica de San Pedro, Ciudad del Vaticano, el Mausoleo de Chiragh Shah, en Shiraz, Irán, que irradia centellas maravillosas de cristales. ESPERO QUE LES GUSTE =) Gracias a Mariano Luayza por recomendarla *Vale Alberola
Posted on: Fri, 07 Jun 2013 02:26:44 +0000

Trending Topics



>
Thanking God for His extreme and often very timely provision...
There is only ONE - #1 Weight Loss and fitness Platform in the
Its always hard to make friends at my apartment complex. I usually
Oi lei Hengi Tavake Palu...no worries dear... My 20FACTS.. 1.

Recently Viewed Topics




© 2015