Un Nuevo Pacto nos fue dado. A los Hebreos 1Dios, que hace - TopicsExpress



          

Un Nuevo Pacto nos fue dado. A los Hebreos 1Dios, que hace mucho habló en muchas ocasiones y de muchas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas, 2 al fin de estos días nos ha hablado por medio de un Hijo, a quien nombró heredero de todas las cosas, y mediante el cual hizo los sistemas de cosas. 3 Él es el reflejo de [su] gloria y la representación exacta de su mismo ser, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder; y después de haber hecho una purificación por nuestros pecados se sentó a la diestra de la Majestad en lugares encumbrados. 4 De modo que ha llegado a ser mejor que los ángeles, al grado que ha heredado un nombre más admirable que el de ellos. 5 Por ejemplo, ¿a cuál de los ángeles dijo él alguna vez: “Tú eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre”? ¿Y otra vez: “Yo mismo llegaré a ser su padre, y él mismo llegará a ser mi hijo”? 6 Pero cuando introduce de nuevo a su Primogénito en la tierra habitada, dice: “Y que todos los ángeles de Dios le rindan homenaje”. 7 También, respecto a los ángeles dice: “Y hace a sus ángeles espíritus, y a sus siervos públicos una llama de fuego”. 8 Pero respecto al Hijo: “Dios es tu trono para siempre jamás, y [el] cetro de tu reino es el cetro de rectitud. 9 Amaste la justicia, y odiaste el desafuero. Por eso Dios, tu Dios, te ungió con [el] aceite de alborozo más que a tus socios”. 10 Y: “Tú en [el] principio, oh Señor, colocaste los fundamentos de la tierra misma, y los cielos son [las] obras de tus manos. 11 Ellos mismos perecerán, pero tú mismo has de permanecer de continuo; e igual que una prenda de vestir exterior todos ellos envejecerán, 12 y los envolverás igual que una capa, como una prenda de vestir exterior; y serán cambiados, pero tú eres el mismo, y tus años nunca se acabarán”. 13 Pero ¿con respecto a cuál de los ángeles ha dicho él alguna vez: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”? 14 ¿No son todos ellos espíritus para servicio público, enviados para servir a favor de los que van a heredar la salvación? 2Por eso es necesario que prestemos más de la acostumbrada atención a las cosas oídas por nosotros, para que nunca se nos lleve a la deriva. 2 Porque si la palabra hablada mediante ángeles resultó firme, y toda transgresión y acto de desobediencia recibió retribución en conformidad con la justicia, 3 ¿cómo escaparemos nosotros si hemos descuidado una salvación de tal grandeza, puesto que empezó a ser hablada mediante [nuestro] Señor y nos fue verificada por los que le oyeron, 4 mientras Dios tomó parte en dar testimonio tanto con señales como con portentos presagiosos y con diversas obras poderosas y con distribuciones de espíritu santo según su voluntad? 5 Porque no es a ángeles a quienes él ha sujetado la tierra habitada por venir, acerca de la cual hablamos. 6 Pero cierto testigo ha dado prueba en algún lugar, diciendo: “¿Qué es el hombre para que lo tengas presente, o [el] hijo del hombre para que cuides de él? 7 Lo hiciste un poco inferior a los ángeles; con gloria y honra lo coronaste, y lo nombraste sobre las obras de tus manos. 8 Todas las cosas las sujetaste debajo de sus pies”. Porque al sujetar todas las cosas a él, no dejó [Dios] nada que no esté sujeto a él. Ahora, sin embargo, no vemos todavía todas las cosas sujetas a él; 9 pero contemplamos a Jesús, que había sido hecho un poco inferior a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber sufrido la muerte, para que por la bondad inmerecida de Dios gustase la muerte por todo [hombre]. 10 Porque le fue propio a aquel por cuya causa todas las cosas son y mediante el cual todas las cosas son, al llevar a la gloria a muchos hijos, perfeccionar mediante sufrimientos al Agente Principal de su salvación. 11 Porque tanto el que está santificando como los que están siendo santificados, todos [emanan] de uno solo, y por esta causa él no se avergüenza de llamarlos “hermanos”, 12 como dice: “Declararé tu nombre a mis hermanos; en medio de [la] congregación te alabaré con canción”. 13 Y otra vez: “Tendré mi confianza en él”. Y otra vez: “¡Miren! Yo y los hijitos, los cuales Jehová me dio”. 14 Por lo tanto, puesto que los “hijitos” son partícipes de sangre y carne, él también de igual manera participó de las mismas cosas, para que por su muerte redujera a nada al que tiene el medio para causar la muerte, es decir, al Diablo; 15 y emancipara a todos los que por temor de la muerte estaban sujetos a esclavitud durante toda su vida. 16 Porque verdaderamente no está prestando ayuda a ángeles de manera alguna, sino que está prestando ayuda a la descendencia de Abrahán. 17 Por consiguiente, le era preciso llegar a ser semejante a sus “hermanos” en todo respecto, para llegar a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en cosas que tienen que ver con Dios, a fin de ofrecer sacrificio propiciatorio por los pecados de la gente. 18 Pues por cuanto él mismo ha sufrido al ser puesto a prueba, puede ir en socorro de los que están siendo puestos a prueba. 3Por consiguiente, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, consideren al apóstol y sumo sacerdote que nosotros confesamos: a Jesús. 2 Él fue fiel a Aquel que lo hizo tal, así como Moisés también lo fue en toda la casa de Aquel. 3 Porque a este se le considera digno de más gloria que a Moisés, puesto que tiene más honra que la casa el que la construye. 4 Por supuesto, toda casa es construida por alguien, pero el que ha construido todas las cosas es Dios. 5 Y Moisés como servidor fue fiel en toda la casa de Aquel como testimonio de las cosas que habían de hablarse después, 6 pero Cristo [fue fiel] como Hijo sobre la casa de Aquel. Nosotros somos la casa de Aquel, si mantenemos fuertemente asida nuestra franqueza de expresión y nuestra jactancia respecto a la esperanza con firmeza hasta el fin. 7 Por esta razón, así como dice el espíritu santo: “Hoy, si ustedes escuchan la propia voz de él, 8 no endurezcan sus corazones como en la ocasión de causar amarga cólera, como en el día de hacer la prueba en el desierto, 9 en el cual sus antepasados me probaron con una prueba, y, con todo, habían visto mis obras durante cuarenta años. 10 Por esta razón quedé asqueado de esta generación y dije: ‘Siempre se descarrían en su corazón, y ellos mismos no han llegado a conocer mis caminos’. 11 De modo que juré en mi cólera: ‘No entrarán en mi descanso’”. 12 Cuidado, hermanos, por temor de que alguna vez se desarrolle en alguno de ustedes un corazón inicuo y falto de fe al alejarse del Dios vivo; 13 pero sigan exhortándose los unos a los otros cada día, mientras pueda llamársele “Hoy”, por temor de que alguno de ustedes se deje endurecer por el poder engañoso del pecado. 14 Porque realmente llegamos a ser participantes del Cristo sólo si mantenemos fuertemente asida la confianza que tuvimos al principio con firmeza hasta el fin, 15 entretanto que se dice: “Hoy, si ustedes escuchan la propia voz de él, no endurezcan sus corazones como en la ocasión de causar amarga cólera”. 16 Pues, ¿quiénes fueron los que oyeron y, no obstante, provocaron a amarga cólera? De hecho, ¿no lo hicieron todos los que salieron de Egipto bajo Moisés? 17 Además, ¿de quiénes quedó asqueado [Dios] durante cuarenta años? ¿No fue de los que pecaron, cuyos cadáveres cayeron en el desierto? 18 Pero ¿a quiénes juró él que no entrarían en su descanso, sino a los que habían actuado desobedientemente? 19 Así vemos que ellos no pudieron entrar debido a falta de fe. 4Por lo tanto, puesto que queda una promesa de entrar en el descanso de él, temamos que en algún tiempo alguno de ustedes parezca no haberla alcanzado. 2 Porque a nosotros también se nos han declarado las buenas nuevas, así como a ellos también; pero la palabra que fue oída no les aprovechó, porque no estaban unidos por fe con los que sí oyeron. 3 Porque nosotros los que hemos ejercido fe sí entramos en el descanso, tal como él ha dicho: “De modo que juré en mi cólera: ‘No entrarán en mi descanso’”, aunque las obras de él habían sido terminadas desde la fundación del mundo. 4 Porque en un lugar él ha dicho del séptimo día como sigue: “Y Dios descansó en el séptimo día de todas sus obras”, 5 y otra vez en este lugar: “No entrarán en mi descanso”. 6 Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se declararon las buenas nuevas no entraron a causa de desobediencia, 7 vuelve a señalar cierto día, al decir después de tanto tiempo, en [el salmo de] David: “Hoy”; tal como se ha dicho antes: “Hoy, si ustedes escuchan la propia voz de él, no endurezcan sus corazones”. 8 Porque si Josué los hubiera conducido a un lugar de descanso, [Dios] no habría hablado después de otro día. 9 De modo que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios. 10 Porque el hombre que ha entrado en el descanso [de Dios] ha descansado él mismo también de sus propias obras, así como Dios de las suyas. 11 Hagamos, por lo tanto, lo sumo posible para entrar en ese descanso, por temor de que alguien caiga en el mismo modelo de desobediencia. 12 Porque la palabra de Dios es viva, y ejerce poder, y es más aguda que toda espada de dos filos, y penetra hasta dividir entre alma y espíritu, y entre coyunturas y [su] tuétano, y puede discernir pensamientos e intenciones de[l] corazón. 13 Y no hay creación que no esté manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. 14 Visto, por lo tanto, que tenemos un gran sumo sacerdote que ha pasado por los cielos, Jesús el Hijo de Dios, tengamos asida [nuestra] confesión de [él]. 15 Porque no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, por lo tanto, con franqueza de expresión al trono de la bondad inmerecida, para que obtengamos misericordia y hallemos bondad inmerecida para ayuda al tiempo apropiado. 5Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es nombrado a favor de los hombres sobre las cosas que tienen que ver con Dios, para que ofrezca dádivas y sacrificios por los pecados. 2 Puede tratar con moderación a los ignorantes y errados, puesto que él también está cercado de su propia debilidad, 3 y a causa de ella le es preciso hacer ofrendas por los pecados, tanto por sí mismo como por el pueblo. 4 También, el hombre no toma esta honra por su propia cuenta, sino únicamente cuando es llamado por Dios, así como también [lo fue] Aarón. 5 Del mismo modo también, el Cristo no se glorificó a sí mismo mediante llegar a ser sumo sacerdote, sino [que fue glorificado por aquel] que habló respecto a él: “Tú eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre”. 6 Así como dice también en otro lugar: “Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec”. 7 En los días de su carne [Cristo] ofreció ruegos y también peticiones a Aquel que podía salvarlo de la muerte, con fuertes clamores y lágrimas, y fue oído favorablemente por su temor piadoso. 8 Aunque era Hijo, aprendió la obediencia por las cosas que sufrió; 9 y después de haber sido perfeccionado vino a ser responsable de la salvación eterna para todos los que le obedecen, 10 porque ha sido llamado específicamente por Dios sumo sacerdote a la manera de Melquisedec. 11 En lo que respecta a él tenemos mucho que decir y difícil de explicar, puesto que ustedes se han hecho embotados en su oír. 12 Porque, en realidad, aunque deberían ser maestros en vista del tiempo, de nuevo necesitan que alguien les enseñe desde el principio las cosas elementales de las sagradas declaraciones formales de Dios; y han llegado a ser como quienes necesitan leche, no alimento sólido. 13 Porque todo el que participa de leche no conoce la palabra de la justicia, porque es pequeñuelo. 14 Pero el alimento sólido pertenece a personas maduras, a los que mediante el uso tienen sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto. 6Por esta razón, ya que hemos dejado la doctrina primaria acerca del Cristo, pasemos adelante a la madurez, y no pongamos de nuevo un fundamento, a saber, arrepentimiento de obras muertas, y fe para con Dios, 2 la enseñanza acerca de bautismos y la imposición de las manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno. 3 Y esto lo haremos, si Dios en realidad lo permite. 4 Porque es imposible tocante a los que una vez por todas han sido iluminados, y que han gustado la dádiva gratuita celestial, y que han llegado a ser participantes de espíritu santo, 5 y que han gustado la excelente palabra de Dios y los poderes del sistema de cosas venidero, 6 pero que han caído en la apostasía, revivificarlos otra vez al arrepentimiento, porque de nuevo fijan en un madero al Hijo de Dios para sí mismos y lo exponen a vergüenza pública. 7 Por ejemplo, la tierra que embebe la lluvia que a menudo viene sobre ella, y que luego produce vegetación apropiada para aquellos para quienes también se cultiva, recibe en cambio una bendición de Dios. 8 Pero si produce espinos y abrojos, es rechazada, y está próxima a ser maldecida; y termina por ser quemada. 9 Sin embargo, en el caso de ustedes, amados, estamos convencidos de cosas mejores y de cosas acompañadas de la salvación, aunque estamos hablando de esta manera. 10 Porque Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre, por el hecho de que han servido a los santos y continúan sirviendo. 11 Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma diligencia a fin de tener la plena seguridad de la esperanza hasta el fin, 12 para que no se hagan indolentes, sino que sean imitadores de los que mediante fe y paciencia heredan las promesas. 13 Porque cuando Dios hizo su promesa a Abrahán, puesto que no podía jurar por nadie mayor, juró por sí mismo, 14 diciendo: “De cierto, bendiciendo te bendeciré, y multiplicando te multiplicaré”. 15 Y así, después que [Abrahán] hubo mostrado paciencia, obtuvo [esta] promesa. 16 Porque los hombres juran por el que es mayor, y su juramento es el fin de toda disputa, ya que para ellos es una garantía legal. 17 De esta manera, Dios, cuando se propuso demostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, intervino con un juramento, 18 a fin de que, mediante dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos nosotros, los que hemos huido al refugio, fuerte estímulo para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. 19 Esta [esperanza] la tenemos como ancla del alma, tanto segura como firme, y entra cortina adentro, 20 donde un precursor ha entrado a favor nuestro, Jesús, que ha llegado a ser sumo sacerdote a la manera de Melquisedec para siempre. 7Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió al encuentro de Abrahán cuando este volvía de la matanza de los reyes, y lo bendijo, 2 y a quien Abrahán repartió el décimo de todas las cosas, es primeramente, según se traduce, “Rey de Justicia”, y después también es rey de Salem, es decir, “Rey de Paz”. 3 Estando sin padre, sin madre, sin genealogía, sin tener principio de días ni fin de vida, pero habiendo sido hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote perpetuamente. 4 Contemplen, por lo tanto, cuán grande era este hombre a quien Abrahán, cabeza de familia, dio el décimo de los despojos principales. 5 Es verdad que los hombres de los hijos de Leví que reciben su oficio sacerdotal tienen mandamiento de cobrar los diezmos del pueblo según la Ley, es decir, de sus hermanos, aunque estos hayan procedido de los lomos de Abrahán; 6 pero el hombre que no derivó de ellos su genealogía tomó diezmos de Abrahán y bendijo al que tenía las promesas. 7 Ahora bien, sin disputa alguna, lo menor es bendecido por lo mayor. 8 Y en el primer caso, hombres que mueren son los que reciben los diezmos, pero en el otro caso es alguien de quien se da testimonio de que vive. 9 Y, si se me permite usar la expresión, mediante Abrahán hasta Leví, que recibe diezmos, ha pagado diezmos, 10 porque este todavía estaba en los lomos de su antepasado cuando Melquisedec salió a su encuentro. 11 Por eso, si la perfección realmente fuera mediante el sacerdocio levítico (porque con este como rasgo se dio la Ley al pueblo), ¿qué necesidad habría todavía de que se levantara otro sacerdote a la manera de Melquisedec, y del que no se dijera que es a la manera de Aarón? 12 Porque ya que se está cambiando el sacerdocio, por necesidad llega a haber también un cambio de la ley. 13 Porque el hombre respecto de quien se dicen estas cosas ha sido miembro de otra tribu, de la cual nadie ha atendido a los deberes del altar. 14 Porque muy patente es que nuestro Señor ha provenido de Judá, de la cual tribu nada habló Moisés respecto a sacerdotes. 15 Y es aún más abundantemente claro que con semejanza a Melquisedec se levanta otro sacerdote, 16 que ha venido a serlo, no según la ley de un mandamiento que dependa de la carne, sino según el poder de una vida indestructible, 17 pues se dice en testimonio: “Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec”. 18 Ciertamente, pues, ocurre un poner a un lado del mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia. 19 Porque la Ley no llevó nada a la perfección, pero el introducir además una esperanza mejor sí, por medio de la cual estamos acercándonos a Dios. 20 También, hasta el grado que no fue sin firme juramento 21 (porque hay en realidad hombres que han llegado a ser sacerdotes sin firme juramento, pero hay uno con firme juramento por Aquel que dijo respecto a él: “Jehová ha jurado —y no sentirá pesar—: ‘Tú eres sacerdote para siempre’”), 22 hasta ese grado también Jesús ha venido a ser el que es dado en fianza de un pacto mejor. 23 Además, muchos tuvieron que llegar a ser sacerdotes [por sucesión] porque la muerte les impedía continuar como tales, 24 pero él, por cuanto continúa vivo para siempre, tiene su sacerdocio sin sucesores. 25 Por consiguiente, él también puede salvar completamente a los que están acercándose a Dios mediante él, porque siempre está vivo para abogar por ellos. 26 Porque tal sumo sacerdote nos era apropiado: leal, sin engaño, incontaminado, separado de los pecadores, y llegado a ser más alto que los cielos. 27 Él no tiene que ofrecer sacrificios diariamente, como aquellos sumos sacerdotes, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo (porque esto lo hizo una vez para siempre cuando se ofreció a sí mismo); 28 porque la Ley nombra sumos sacerdotes a hombres que tienen debilidad, pero la palabra del firme juramento que vino después de la Ley [nombra] a un Hijo, que es perfeccionado para siempre. 8Ahora bien, en cuanto a las cosas que se consideran, este es el punto principal: Tenemos tal sumo sacerdote, y él se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, 2 siervo público del lugar santo y de la tienda verdadera, que Jehová levantó, y no el hombre. 3 Porque todo sumo sacerdote es nombrado para ofrecer tanto dádivas como sacrificios; por lo cual fue necesario que este también tuviera algo que ofrecer. 4 Pues bien, si estuviera sobre la tierra, no sería sacerdote, puesto que hay [hombres] que ofrecen las dádivas según la Ley, 5 pero los cuales [hombres] rinden servicio sagrado en una representación típica y sombra de las cosas celestiales; así como Moisés, cuando estaba para hacer la tienda hasta completarla, recibió el mandato divino: Porque dice él: “Ve que hagas todas las cosas conforme a [su] modelo que te fue mostrado en la montaña”. 6 Pero ahora [Jesús] ha obtenido un servicio público más admirable, de modo que también es mediador de un pacto correspondientemente mejor, que ha sido establecido legalmente sobre mejores promesas. 7 Porque si aquel primer pacto hubiera estado exento de falta, no se habría buscado lugar para uno segundo; 8 porque él encuentra falta en el pueblo cuando dice: “‘¡Mira! Vienen días —dice Jehová— y celebraré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto; 9 no según el pacto que hice con sus antepasados en [el] día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, porque no continuaron en mi pacto, de modo que dejé de interesarme en ellos’, dice Jehová”. 10 “‘Porque este es el pacto que pactaré con la casa de Israel después de aquellos días —dice Jehová—. Pondré mis leyes en su mente, y en sus corazones las escribiré. Y yo llegaré a ser su Dios, y ellos mismos llegarán a ser mi pueblo. 11 ”’Y de ningún modo enseñarán ellos cada uno a su conciudadano y cada uno a su hermano, diciendo: “¡Conoce a Jehová!”. Porque todos ellos me conocerán, desde [el] menor hasta [el] mayor de ellos. 12 Porque seré misericordioso en cuanto a sus hechos injustos, y de ningún modo recordaré más sus pecados.’” 13 Al decir él “un nuevo [pacto]” ha hecho anticuado al anterior. Ahora bien, lo que se hace anticuado y envejece está próximo a desvanecerse. 9Por su parte, pues, el [pacto] anterior tenía ordenanzas de servicio sagrado y [su] lugar santo mundanal. 2 Porque fue construido un primer [compartimiento de la] tienda en el cual estaba el candelabro y también la mesa y la exhibición de los panes; y lo llaman “el Lugar Santo”. 3 Pero detrás de la segunda cortina estaba el [compartimiento de la] tienda llamado “el Santísimo”. 4 Este tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la cual estaban la jarra de oro que contenía el maná y la vara de Aarón que echó botones y las tablas del pacto; 5 pero por encima de ella estaban los querubines gloriosos que cubrían con su sombra [la cubierta] propiciatoria. Pero ahora no es el tiempo de hablar en detalle respecto a estas cosas. 6 Después de haberse construido estas cosas de esta manera, los sacerdotes entran a todo tiempo en el primer [compartimiento de la] tienda para llevar a cabo los servicios sagrados; 7 pero en el segundo [compartimiento] el sumo sacerdote entra solo, una vez al año, no sin sangre, que él ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo. 8 Así el espíritu santo aclara que el camino al lugar santo todavía no se había puesto de manifiesto entre tanto que estaba en pie la primera tienda. 9 Esta misma [tienda] es una ilustración para el tiempo señalado que está aquí ahora, y en conformidad con tal [ilustración] se ofrecen tanto dádivas como sacrificios. Sin embargo, estos no pueden perfeccionar en cuanto a su conciencia al [hombre] que efectúa servicio sagrado, 10 sino que tienen que ver solamente con alimentos y bebidas y diversos bautismos. Eran requisitos legales que tenían que ver con la carne y que fueron impuestos hasta el tiempo señalado para rectificar las cosas. 11 Sin embargo, cuando Cristo vino como sumo sacerdote de las cosas buenas que han llegado a realizarse, mediante la tienda más grande y más perfecta no hecha de manos, es decir, no de esta creación, 12 él entró —no, no con la sangre de machos cabríos y de torillos, sino con su propia sangre— una vez para siempre en el lugar santo, y obtuvo liberación eterna [para nosotros]. 13 Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas de novilla rociadas sobre los que se han contaminado, santifica al grado de limpieza de la carne, 14 ¿cuánto más la sangre del Cristo, que por un espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, limpiará nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado a[l] Dios vivo? 15 Por eso él es mediador de un nuevo pacto, para que, habiendo ocurrido una muerte para la liberación [de ellos] por rescate de las transgresiones bajo el pacto anterior, los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna. 16 Porque donde hay un pacto, es necesario que se suministre la muerte del [humano] que hace el pacto. 17 Porque el pacto es válido sobre [víctimas] muertas, puesto que no está en vigor en ningún tiempo mientras vive el [humano] que ha hecho el pacto. 18 Por consiguiente, ni el [pacto] anterior fue inaugurado sin sangre. 19 Porque cuando Moisés hubo hablado a todo el pueblo todo mandamiento según la Ley, tomó la sangre de los torillos y de los machos cabríos, con agua y lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a todo el pueblo, 20 y dijo: “Esta es la sangre del pacto que Dios ha impuesto como encargo a ustedes”. 21 Y de la misma manera roció con la sangre la tienda y todos los vasos del servicio público. 22 Sí, casi todas las cosas son limpiadas con sangre según la Ley, y a menos que se derrame sangre no se efectúa ningún perdón. 23 Por lo tanto, fue necesario que las representaciones típicas de las cosas en los cielos fueran limpiadas por estos medios, pero las mismas cosas celestiales con sacrificios que son mejores que dichos sacrificios. 24 Porque Cristo entró, no en un lugar santo hecho de manos, el cual es copia de la realidad, sino en el cielo mismo, para comparecer ahora delante de la persona de Dios a favor de nosotros. 25 Tampoco es con el fin de que se ofreciera a sí mismo muchas veces, como realmente entra el sumo sacerdote en el lugar santo de año en año con sangre ajena. 26 De otro modo, tendría que sufrir muchas veces desde la fundación del mundo. Mas ahora se ha manifestado una vez para siempre, en la conclusión de los sistemas de cosas, para quitar de en medio el pecado mediante el sacrificio de sí mismo. 27 Y así como está reservado a los hombres morir una vez para siempre, pero después de esto un juicio, 28 así también el Cristo fue ofrecido una vez para siempre para cargar con los pecados de muchos; y la segunda vez que aparece será aparte del pecado y a los que lo están esperando con intenso anhelo para [la] salvación [de ellos]. 10Porque, puesto que la Ley tiene una sombra de las buenas cosas por venir, pero no la sustancia misma de las cosas, nunca pueden [los hombres] con los mismos sacrificios que ofrecen continuamente de año en año perfeccionar a los que se acercan. 2 De otro modo, ¿no habrían dejado de ofrecerse los [sacrificios], por cuanto los que rendían servicio sagrado, habiendo sido limpiados una vez para siempre, no tendrían ya ninguna conciencia de pecados? 3 Al contrario, por estos sacrificios se hace recordar los pecados de año en año, 4 porque no es posible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados. 5 Por eso, cuando entra en el mundo, él dice: “‘Sacrificio y ofrenda no quisiste, pero me preparaste un cuerpo. 6 No aprobaste holocaustos ni [ofrenda por] el pecado’. 7 Entonces dije yo: ‘¡Mira! He venido (en el rollo del libro está escrito de mí) para hacer tu voluntad, oh Dios’”. 8 Después de primero decir: “No quisiste ni aprobaste sacrificios ni ofrendas ni holocaustos ni [ofrenda por] el pecado” —[sacrificios] que se ofrecen según la Ley— 9 entonces realmente dice: “¡Mira! He venido para hacer tu voluntad”. Elimina lo primero para establecer lo segundo. 10 Por dicha “voluntad” hemos sido santificados mediante el ofrecimiento del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre. 11 También, todo sacerdote ocupa su puesto de día en día para rendir servicio público y para ofrecer los mismos sacrificios muchas veces, puesto que estos no pueden en ningún tiempo quitar los pecados completamente. 12 Pero este [hombre] ofreció un solo sacrificio por los pecados perpetuamente, y se sentó a la diestra de Dios, 13 esperando desde entonces hasta que se coloque a sus enemigos como banquillo para sus pies. 14 Porque por una sola ofrenda [de sacrificio] él ha perfeccionado perpetuamente a los que están siendo santificados. 15 Además, el espíritu santo también nos da testimonio, porque después de haber dicho: 16 “‘Este es el pacto que pactaré para con ellos después de aquellos días —dice Jehová—. Pondré mis leyes en sus corazones, y en su mente las escribiré’”, 17 [dice después:] “Y de ningún modo recordaré más sus pecados y sus desafueros”. 18 Ahora bien, donde hay perdón de estos, ya no hay ofrenda por el pecado. 19 Por lo tanto, hermanos, puesto que tenemos denuedo respecto al camino de entrada al lugar santo por la sangre de Jesús, 20 el cual él nos inauguró como camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne, 21 y puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22 acerquémonos con corazones sinceros en la plena seguridad de la fe, pues los corazones se nos han limpiado por rociadura de una conciencia inicua, y los cuerpos se nos han lavado con agua limpia. 23 Tengamos firmemente asida la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear, porque fiel es el que ha prometido. 24 Y considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, 25 sin abandonar el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día se acerca. 26 Porque si voluntariosamente practicamos el pecado después de haber recibido el conocimiento exacto de la verdad, no queda ya sacrificio alguno por los pecados, 27 sino [que hay] cierta horrenda expectación de juicio y [hay] un celo ardiente que va a consumir a los que están en oposición. 28 Cualquiera que ha desatendido la ley de Moisés muere sin compasión, por el testimonio de dos o tres. 29 ¿De cuánto más severo castigo piensan ustedes que será considerado digno el que ha hollado al Hijo de Dios y que ha estimado como de valor ordinario la sangre del pacto por la cual fue santificado, y que ha ultrajado con desdén el espíritu de bondad inmerecida? 30 Porque conocemos al que dijo: “Mía es la venganza; yo recompensaré”; y otra vez: “Jehová juzgará a su pueblo”. 31 Es cosa horrenda caer en las manos de[l] Dios vivo. 32 Sin embargo, sigan acordándose de los días anteriores, en los cuales, después que hubieron sido iluminados, ustedes aguantaron una gran contienda bajo sufrimientos, 33 a veces estando expuestos como en un teatro tanto a vituperios como a tribulaciones, y a veces llegando a ser partícipes con los que estaban pasando por tal experiencia. 34 Porque ustedes se condolieron de los que estaban en prisión y también aceptaron gozosamente el saqueo de sus bienes, sabiendo que ustedes mismos tienen una posesión mejor y duradera. 35 Por lo tanto, no desechen su franqueza de expresión, la cual tiene un gran galardón que se le ha de pagar. 36 Porque ustedes tienen necesidad de aguante, para que, después que hayan hecho la voluntad de Dios, reciban [el cumplimiento de] la promesa. 37 Porque aún “un poquito de tiempo”, y “el que viene llegará y no tardará”. 38 “Pero mi justo vivirá a causa de la fe”, y, “si se retrae, mi alma no se complace en él”. 39 Ahora bien, nosotros no somos de la clase que se retrae para destrucción, sino de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma.
Posted on: Sun, 24 Nov 2013 08:07:05 +0000

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