Un chiste -o anécdota- Atribuida a Don Francisco de Quevedo. Quevedo vivía cerca del Palacio Real, donde trabajaba, y debía pasar por cierta calle, donde vivían dos señoras que a eso de las dos de la tarde, salía al balcón de su casa para observar a los viandantes y de vez en cuando, interrumpir su tránsito con observaciones o preguntas que de acuerdo con las respuestas hacían chistes o comentarios jocosos a costa de dichos transeúntes. Un día, se fijaron en Quevedo, y comenzaron por preguntarle la hora. Don Francisco siempre respondía con cortesía, como no podía ser de otra manera en presencia de dos damas. La cosa comenzó a "mosquear" a Don Francisco al advertir que al contestar la hora y seguir su camino, después de saludar cortesmente a las damas, éstas estallaban en ruidosas carcajadas. En fin Quebedo determinó poner fin a lo que consideró una burla de las dos damas hacia él. Al día siguiente, pasó Quevedo frente al balcón de las dos damas y de inmediato interrumpieron su paso con la clásica pregunte ¿Que hora es Quevedo? Don Francisco de Quevedo contestó así: Meto mi mano al bolsillo y encuentro las dos colgando, y el minutero apuntando señoras, para las dos.
Posted on: Sat, 06 Jul 2013 23:49:14 +0000
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